Fabrizio João Silva, de 36 años, 1,80 de estatura y más de cien kilos, considerado el preso más peligroso de España, ha sido trasladado desde el penal de Teixeiro, en A Coruña, hasta el de A Lama, en Pontevedra, según han confirmado fuentes de esta prisión.

Fabrizio Joao, natural de Guinea-Bissau, engrosa la lista de las siete decenas de internos considerados de peligrosidad máxima. En su caso, tiene fama de ser el que más: asesinó a su novia, mató a patadas a otro recluso y atacó brutalmente a varios funcionarios de prisiones con un estilete. En los últimos años se han filtrado vídeos de sus agresiones a los funcionarios dentro de las prisiones y se le ha descrito en multitud de ocasiones como un preso agresivo e irreconducible.

Fue condenado originalmente a 22 años de cárcel por el asesinato de su novia, y después a 17 más por el asesinato a patadas y puñetazos de un preso en la cárcel de Alcolea. Afrontó un juicio por tentativa de homicidio a varios funcionarios de la prisión de Puerto III, después de agredirles con un pincho carcelario que usaba a modo de puño amaricano y con el que provocó importantes heridas a los trabajadores, incapaces de reducirlo. "Estaba obcecado y gritaba: 'Hoy tengo que matar a un funcionario'", relató una de las víctimas durante el juicio.

Dicen que con él no han valido de nada las terapias de autocontrol, que no se arrepiente de su perfil criminal e incluso en su periplo por las cárceles españolas amenaza con seguir matando, según han contado a Efe guardianes de los penales por los que ha desfilado.

Antes de su traslado hasta A Lama, estaba recluido en la cárcel de Teixeiro (A Coruña), aislado y con fuertes medidas de seguridad. Nadie lo visitó jamás allí y no mantuvo en su cotidianeidad contacto físico alguno con otros internos.

Fabrizio Joao es un "FIES 1" de control directo, el acrónimo de "ficheros de internos de especial seguimiento", y su condición es la de "la cárcel dentro de la cárcel".