Política

May a los diputados: "La Historia os juzgará por el voto sobre el Brexit"

Corbyn, líder laborista, anticipa un "claro fracaso" y asegura que ha llegado la hora de convocar elecciones

Manifeestación en contra del Brexit ante el Parlamento británico
Manifeestación en contra del Brexit ante el Parlamento británico. | EFE

Brexit o no Brexit. Es la hora de la verdad, según Theresa May. Hasta el último minuto la primera ministra británica va a dar la batalla por su Acuerdo del Brexit. Parece la única que aún cree que aún es posible la aprobación.

Durante la víspera de la crucial votación del martes en Westminster sobre el Acuerdo de Salida pactado con los Veintisiete, May ha lanzado su mensaje a través de Facebook, de un discurso en uno de los bastiones del Brexit y en el propio Parlamento. “Si los diputados no lo aprueban, correríamos el riesgo de que no haya Brexit”, ha señalado. “Es hora de que los diputados se dejen de juegos y hagan lo correcto por nuestro país”.

Ante los diputados, May ha asegurado que ha conseguido garantías de la UE de que los Veintisiete están tan interesados como el Reino Unido en que no quieren que se aplique el backstop, la medida que se activaría en caso de que no se encuentre solución técnica para evitar la frontera en la frontera irlandesa.

"Es una última instancia pero la mejor manera de evitar la frontera es encontrar una manera de articular nuestra relación futura", ha dicho May en su comunicado en Westminster. Ha asegurado que la carta suscrita por Juncker y Tusk "tiene fuerza legal".

"Si este Parlamento aprueba el Acuerdo de Salida, tendremos dos años para negociar las relaciones futuras, e incluso hay posibilidad de una ampliación", ha remarcado la premier.

Si no hay acuerdo, esta Cámara se arriesga a que no haya Brexit, lo que está en contra de lo se votó en referéndum", dice May

"Si no hay acuerdo, esta Cámara se arriesga a que no haya Brexit, lo que está en contra de lo que se ha votado democráticamente", ha dicho May.

"Cuando se escriban los libros de Historia, la gente mirará a lo que se vote aquí mañana. ¿Hemos cumplido con el deseo de los británicos? ¿Hemos dado seguridad a los ciudadanos o los hemos dejado a su suerte?", ha agregado. "Miren de nuevo el Acuerdo" antes del voto crucial del martes.

El mayor grupo en la Cámara de los Comunes es el conservador, que cuenta con una decena menos de la mayoría y por eso se apoya en los unionistas norirlandeses, pero se calcula que cerca de un centenar de diputados tories rechazan el Acuerdo. Pueden ser menos el martes, e incluso que algunos laboristas apoyen a May, pero aún así no le salen las cuentas.

El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha contestado a May. "La carta de la UE confirma que la primera ministra ha fracasado y no ha conseguido las garantías que exigíamos", ha dicho. "Esta carta no quiere decir nada", añadió.

"No más retrasos. No más juegos con el reloj. Lo que vamos a votar esta semana es lo mismo que íbamos a votar en diciembre", ha remarcado Corbyn. "Los que están poniendo en juego la confianza de la población en los políticos son los miembros de este Gobierno", ha señalado con dureza el líder de la oposición, que anticipó una "clara derrota".

"El Gobierno ha perdido el control. Si mañana pierde la votación, habrá llegado la hora de convocar elecciones", ha clamado Corbyn. May le ha replicado que su insistencia en celebrar elecciones demuestra que solo le preocupa llegar al poder más que cómo se lleve a cabo la salida de la UE.

Dimisiones sin fin

Previamente se dio a conocer la 13ª dimisión por el Brexit. En esta ocasión se trata del diputado conservador Gareth Johnson, quien justificó su renuncia por su desacuerdo con el pacto alcanzado por la primera ministra.

Uno de los caídos en 2018, el que fuera titular del Brexit, Dominic Raab dio el lunes una conferencia en el Centre for Policy Studies, donde confirmó que el martes votará contra el Acuerdo de May. Su intervención se considera como una presentación de credenciales para sustituir a la primera ministra, en caso de un espectacular fracaso.

Solo conseguiremos cambios en el Acuerdo de Salida si votamos en contra y volvemos a renegociar", dice Raab

"Solo conseguiremos cambios en el Acuerdo de Salida si votamos en contra de los actuales términos y volver a la UE a renegociar", ha señalado. Para Raab, no será necesaria una prórroga. "Si no tenemos Acuerdo antes del 29 de marzo, saldremos en términos de la Organización Mundial de Comercio, aunque sea de forma transitoria".

Horas antes, May se trasladó a Stoke-on-Trent, donde dos tercios de los votantes apoyaron el Brexit el 23 de junio de 2016. Allí lanzó un llamamiento a los británicos, a los que aseguró que su Acuerdo es el único posible, el que pone en marcha la única forma de salir de la UE de forma ordenada, y el único que garantiza que el 30 de marzo el Reino Unido ya estará fuera de la UE.

“Basándome en lo que ha ocurrido la semana pasada, ahora algunos diputados lo que pretenden es bloquear el Brexit más que haya un Brexit sin acuerdo”, declaró May, quien aseguró a los británicos que su objetivo primordial es que la salida de la UE se haga efectiva el 29 de marzo. Para May sigue sin ser una opción deseable recurrir a una prórroga.

Durante el debate en el Parlamento, ha insistido varias veces en que no contempla una ampliación del plazo. La UE estaría dispuesta a aceptarla, incluso hasta julio, según ha publicado el fin de semana The Guardian.

May se refiere a las enmiendas introducidas por el diputado conservador Dominic Grieve, que obligan a la primera ministra a presentar un plan B en tres días, si fracasa la votación de mañana.

“Si no hay acuerdo, no habrá periodo de transición, ni cooperación en seguridad, ni garantías para los ciudadanos británicos, ni certeza para los trabajadores ni para las empresas, aquí en Stoke y en todo el Reino Unido, y cambios en Irlanda del Norte que amenazarían la unidad de nuestro país”, dijo May.

“Si no hay Brexit, nos arriesgaríamos a subvertir el proceso democrático”, añadió la premier, en alusión a quienes reclaman un segundo referéndum y la demanda de una prórroga para realizarlo.

Al inicio del día, May recibió una carta del presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la que insisten en que los Veintisiete trabajarán por encontrar soluciones técnicas para evitar recurrir al backstop (garantía) para evitar una frontera interirlandesa.

Si se aplicara el backstop, el Reino Unido quedaría en la unión aduanera mientras se haya una solución para que no haya una frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte, lo que pondría en cuestión los Acuerdos de Viernes Santo. Sin embargo, lo que ofrecen Tusk y Juncker no es lo que pedían los brexiters, que confirmaran que es una solución temporal, o que el Reino Unido pueda unilateralmente desactivar esta garantía. Eso sí, aseguran que están interesados en que no se ponga en marcha el backstop.

“La Comisión Europea comparte sus intenciones de que la relación futura se ponga en marcha lo antes posible. Nuestro compromiso común es que a finales de 2020 haya un acuerdo…. Daremos prioridad a nuestro programa de trabajo orientado a evitar el backstop”, señala la carta. El líder de los unionistas norirlandeses en el Parlamento, Nigel Dodds, ha declarado que lejos de tranquilizarles, la carta confirma sus temores.

Es una carta de intenciones, como la declaración que se acordó sobre Gibraltar anexa al Acuerdo. Hoy May considera la misiva como un texto fundamental para dar fiabilidad al Acuerdo mientras que desdeñó las garantías que se dieron a España en su momento.

Si los diputados rechazan el martes el Acuerdo que avala May y su Gobierno, entramos en un territorio desconocido. Si May pierde por un centenar de votos, sus horas estaría contadas, en principio. Si la derrota es menor a los 50 votos, aún tendría algo de oxígeno para afrontar nuevas votaciones.

En caso de derrota, el líder de los laboristas, Jeremy Corbyn, ha anunciado que promoverá una moción de censura contra el Gobierno de May. Tampoco le darían los números para imponerse, si no hay cambios de última hora.

El rival de May y brexiter de pura cepa, Boris Johnson, ya ha advertido en LBC de que cualquier movimiento de los diputados para frustrar el Brexit sería considerado por los votantes como “una traición del estado profundo”.

“Creo que la gente se sentirá traicionada. Van a sentirse víctimas de una conspiración, obra del estado profundo, los que realmente llevan las riendas del país”, sentenció Johnson.

El problema es que la salida de la UE ha dividido al país y al gobierno en el poder hasta tal punto de que nadie parece tener las riendas ni saber cuál es la dirección adecuada para salir del laberinto del Brexit.

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