Galapagar ha estado semanas en el epicentro del tablero político. La polémica compra del chalet en este municipio por parte de los dos principales líderes de Podemos, Pablo Iglesias e Irene Montero, supuso un terremoto interno en la formación, donde arreciaron las críticas internas y donde los dos dirigentes fueron fuertemente cuestionados. Este cuestionamiento también se ha traducido en las municipales de este domingo en una gran pérdida de apoyos en esta localidad, donde han perdido uno de cada dos votos.

En 2015, Podemos no se presentó como tal a las elecciones municipales, sino que lo hizo a través de la marca blanca Cambiemos Galapagar, que obtuvo un 13,3% y tres concejales. Izquierda Unida, que entonces se presentaba en solitario, obtuvo un 6,7% y un concejal. El reparto de fuerzas ha cambiado drásticamente este 26M, cuatro años después: en esta ocasión, ambas formaciones concurren bajo el nombre Podemos IU Cambiemos Galapagar, aunque la suma de fuerzas y la presencia de ambos líderes en el municipio no ha conseguido mantener los apoyos en este lugar.

El 20% de votos de entonces se ha transformado en esta ocasión en un 11,19% de los voto, que se traducen en 2 concejales. Una pérdida de casi la mitad de los votos y la mitad de los escaños. El efecto a Iglesias y Montero en la localidad, por tanto, no ha contribuido a sumar fuerzas para su formación, sino que ha llevado a un efecto adverso.