Política

Desafío independendista en Cataluña

Las defensas minimizan el 'procés': ni hubo violencia ni tampoco independencia

El momento de las defensas llegó. Este martes los letrados de los líderes independentistas expusieron sus conclusiones definitivas en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo. Trataron de desmontar la rebelión y malversación.

Andreu van den Eynde.

Andreu van den Eynde. EP

Turnos para las defensas y sus conclusiones definitivas en el juicio del ‘procés’. La defensa de los dirigentes de ERC Oriol Junqueras y Raül Romeva, ejercida por el letrado Andreu Van den Eynde fue la primera en tomar la palabra con el objetivo de rebatir un concepto –la violencia- que ha sido desde el comienzo de la vista oral la principal preocupación en su estrado. "Nos piden 25 años de prisión –dijo en alusión a Junqueras- pero los acusados reniegan de cualquier forma de violencia. No han encontrado ningún mensaje en la que la promuevan. No existía ningún actor que justificara, tolerara o ejercerá la violencia. La población había hecho bandera de la paz”, sostuvo el abogado en referencia a la jornada del 1-O.

Van den Eynde, que a lo largo de toda su exposición trató de demostrar que el ‘procés’ ha sido una “causa general” contra la “disidencia política" en Cataluña, afirmó que lo que se persigue en este procedimiento es una “ideología”, y por eso “se castiga expresarla internacionalmente y demostrarlo en votaciones".

La sentencia "creará el Código Penal aplicable a la disidencia" y  dirá "la respuesta penal que se tiene que dar a la proposición de un Parlamento", aseguró la defensa que con su discurso trató de ridiculizar las tesis de la Fiscalía sobre el delito de rebelión.

“Todo es exageración y ruido, y eso se refleja en el vocabulario (…) asedio, devastación, miradas de odio”. “Tenemos dos coches rotos y ellos hablan del apocalipsis”, apuntó en referencia al destrozo de los ochos vehículos de la Guardia Civil que acabaron destrozados tras el asedio a la Consejería de Economía el 20-S. El letrado calificó estos hechos como una “incomodidad” y volvió a incidir en los cánticos y la actitud pacifista de los manifestantes. “Aquí ha habido mucho ruido, estridencia, exageraciones...”, aseguró.

Andreu Van den Eynde tampoco desaprovechó la ocasión para volver a presentar a sus clientes como hombres de paz ante el tribunal: “Junqueras es el símbolo de los valores cristianos vinculados al pacifismo. Y Romeva ha hecho un currículum de la conflictología, de la paz... y que se crió en la objeción de conciencia”.

"No hubo independencia"

Tras su intervención llegó la del letrado Javier Melero, defensa del ex conseller de Interior Joaquim Forn. Dicho abogado, que ha realizado una defensa puramente técnica de su cliente en estas 51 sesiones de vista oral, subrayó que “el Gobierno de la Generalitat incumplió la declaración de independencia” y de forma “sistemática” el contenido de “sus leyes de desconexión para que nada tuviera validez normativa”. “El Govern no proclamó ninguna independencia”, enfatizó.

"No se arría la bandera, no se comunica nada al cuerpo diplomático y todo el mundo se adapta a la aplicación del artículo 155. Soy consciente de que a alguien puede molestarle esta versión de los hechos. Pero esto es lo que ocurrió". “Sé que molesta en determinados círculos, pero fue el 155 fue acatado de inmediato. Funcionó perfectamente", subrayó Melero.

Además, dicho letrado dedicó gran parte de su exposición a exculpar a los Mossos d’Esquadra en su actuación durante el referéndum ilegal del 1-O. La responsabilidad de su “pasividad” fue del Ejecutivo de Mariano Rajoy. “El dispositivo de coordinación era un fraude. Nadie en el Ministerio de Interior quería coordinarse. Vinieron a hacer una intervención unilateral”, dijo el letrado en referencia a la Policía y Guardia Civil. “Nadie quería coordinarse con los Mossos, si alguien quedó al pie de los caballos fueron los propios Mossos”, apostilló.

"Si la actuación de los Mossos estaba mal, nadie dijo nada. Ni la Fiscalía, ni la Policía, ni el coordinador", prosiguió Javier Melero. Además, el letrado ironizó con la condición “dual” y “bifronte” del cuerpo de Mossos para la Fiscalía, siendo a veces prueba de cargo contra el Govern y otras partícipes de la rebelión; “un delito que pone en jaque al Estado”.

El letrado, no obstante, no peleó que su cliente pudiera ser condenado por la pena menor –algo que parece de todo punto improbable-: “Si la desobediencia puede derivarse de participar en un Gobierno en el que se dice que si hace falta se desobedecerán las resoluciones del Tribunal Constitucional, contra eso no puedo hacer nada".

Finalmente, con un tono conciliador, el abogado dijo que estaba con "con la mano tendida para solucionar este conflicto. Esto es lo que creo que la sentencia tiene que ser".

¿Rebelión sin alzamiento?

Por su parte, también se empleó a fondo en desmontar el delito de rebelión su colega Jordi Pina, defensor del ex líder de ANC Jordi Sánchez y los ex consellers Jordi Turull y Josep Rull. El abogado ha refutado las tesis del Ministerio Fiscal al señalar que “la rebelión no nace el 27 de octubre cuando se proclama, a juicio de la Fiscalía, la independencia”.

“¿Se utilizó violencia sobre las instituciones del Estado con fuerza para doblegarlas? La respuesta rotundamente es no”, añadió Pina en una exposición vehemente a favor de la actuación de sus clientes a los que calificó como “sus amigos” y “gente de paz (gent de pau)”.

El abogado, que ha protagonizado a lo largo de los cuatro meses de juicio algunos de los desencuentros más sonados con el presidente de la Sala Manuel Marchena, ha subrayado que “nadie” percibió que el procés fuera un “golpe de Estado” ya que “la resistencia pasiva es incompatible con el alzamiento público del artículo 472 del Código Penal”, es decir, con el delito de rebelión.

“¿La violencia para alcanzar la independencia de una parte del territorio son escupitajos o el lanzamiento de una valla?”, se preguntó Jordi Pina de forma retórica. La rebelión “parte de alzarse públicamente” pero "¿cuándo ha habido ese alzamiento?", se preguntó el letrado que reprochó al fiscal Javier Zaragoza hacer una “grandilocuente” exposición “para jolgorio de los medios de comunicación, que estábamos ante un golpe de Estado”.

El abogado acabó su intervención solicitando in voce la libertad inmediata para sus clientes a la vista de que el juicio finalizará previsiblemente este miércoles y que la Sala no dictará sentencia hasta otoño.

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