El ex jefe de Seguridad de Iberdrola, Antonio Asenjo, que este martes declaró por segundo día consecutivo en la Audiencia Nacional para explicar los contratos que cerró con las empresas de José Manuel Villarejo en representación de la eléctrica, ha encuadrado uno de los trabajos que encargó al comisario investigado en la necesidad de tener datos sobre un socio inversor en Rumanía y la imposibilidad de que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) les asesorara en este sentido por tratarse de un país miembro de la Unión Europea.

Concretamente, Asenjo se refirió a un encargo que él mismo hizo a la empresa Cenyt de Villarejo (pensando que estaba en excedencia de la Policía) en el año 2012. Según Asenjo, el CNI suele aportar datos sobre socios con los que empresarios españoles vayan a emprender negocios en el extranjero para constatar su fiabilidad. Sin embargo, no lo hace sobre empresarios de países de la Unión Europea, expuso Asenjo ante el juez, según fuentes jurídicas.

Por eso, en este caso que Iberdrola Renovables Energía quería conocer datos sobre su futuro socio en Rumanía, Asenjo, como en ocasiones anteriores, recurrió a la empresa Cenyt de Villarejo.

"Quién se lo dice al patrón"

En un informe de unas cuatro páginas, Villarejo alertó de los riesgos de cerrar el negocio con el socio rumano y advirtió de que la compañía podría tener pérdidas millonarias si lo hacía, como finalmente ocurrió. Una vez el directivo de Renovables de la eléctrica recibió el informe, según la versión de Asenjo, dijo: "A ver quién se lo dice ahora al patrón" (en referencia al presidente de Iberdrola Ignacio Sánchez Galán) pues se trataba de una inversión de 11 millones de euros a la que no querría renunciar.

Como ya publicó El Independiente, el 14 de febrero de 2012 Cenyt pasó al cobro los «servicios de apoyo y logística de seguridad a personal de Rumanía» que había ofrecido a Iberdrola Renovables Energía, la cabecera de negocios con la que la multinacional española lleva a cabo las actividades de generación y comercialización de energía eléctrica mediante fuentes de energía renovables, por dicho asesoramiento. El importe ascendió a 25.000 euros, sin repercutir el IVA.

Iberdrola estaba presente en dicho país desde 2009, cuando abrió una oficina en Bucarest dentro de su estrategia de penetración en Europa del Este. Esa factura está fechada meses después de que la compañía hubiera iniciado la construcción del parque eólico de Mihai Viteazu, de 80 megavatios y ubicado en el distrito de Constanza (región de Dobrogea).

Años más tarde, cuando la operación fracasó como advirtió Villarejo, Iberdrola recurrió de nuevo al comisario, en el año 2017. En aquella ocasión Cenyt facturó otros 70.000 euros a la filial de renovables de Iberdrola, meses antes de que el Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional y la Fiscalía Anticorrupción desplegaran la Operación Tándem y detuvieran a José Manuel Villarejo. Los pagos están fechados el 13 de enero (40.000 euros) y el 28 de marzo (30.000), y en ambos casos el concepto que se detalla es el mismo: "Investigación patrimonial ejecución laudo".

El responsable de Seguridad de Iberdrola reconoció entre este lunes y martes ante el juez que él mismo contrató a Villarejo para que elaborara hasta 17 informes de investigación. Dichos informes de investigación le fueron encargados a él por parte de la dirección de Iberdrola, y en algún caso también por el responsable de Recursos Humanos. Negó, en todo caso, que en éstos se recogieran datos confidenciales a los que Villarejo hubiera podido acceder gracias a su condición de policía y de manera ilegal, como considera la Fiscalía Anticorrupción.