El coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha defendido que la llamada Caja de Solidaridad para afrontar gastos judiciales de independentistas debería "cubrir a todo el mundo", incluido el exconseller Santi Vila, que dimitió de su cargo el día antes de la declaración de independencia.

Vila presentó el viernes la escritura de su casa en Figueres (Girona) al juzgado para hacer frente a la fianza impuesta por su presunta responsabilidad por negarse a la entrega de los bienes del Monasterio de Sijena cuando estaba al frente de su departamento en el Govern que presidía Carles Puigdemont.

El exconseller ha procedido a entregar las escrituras después de que la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Huesca ordenara investigar sus bienes patrimoniales ante el impago de la fianza de 216.000 euros que le fue impuesta para hacer frente a su presunta responsabilidad por negarse a la entrega de los citados bienes.

Aragonès, en declaraciones a los periodistas al ser preguntado sobre esta cuestión, ha opinado que la Caja de Solidaridad también debería dar apoyo a Vila porque "nadie debe quedar al descubierto".

Así, la Caja de Solidaridad debería arropar, en opinión de los republicanos, a "cualquier representante político que haya tomado partido defendiendo al Govern ante cualquier conflicto".

El vicepresidente del ejecutivo catalán ha apuntado en este sentido que la ley de acompañamiento de los presupuestos ahora en trámite parlamentario ya prevé que los servicios jurídicos de la Generalitat defiendan a quienes son perseguidos judicialmente por su labor en el Govern.