Cuando leía textos históricos mientras preparaba la serie La peste, Alberto Rodríguez no podía dejar de pensar en el desconocimiento que sobre la enfermedad se tenía en la Sevilla de finales del siglo XVI, donde se ambienta el exitoso thriller que ha dirigido para Movistar+. El coronavirus ha vuelto a generar esa misma sensación más de cuatro siglos después, con científicos intentando desarrollar una vacuna a contrarreloj y epidemiólogos tratando de comprender los mecanismos de transmisión de un virus que se ha cobrado ya cerca de 30.000 vidas en todo el mundo.

"Hay cosas que se te vienen a la cabeza. Esa lucha contra una enfermedad desconocida y el desconocimiento general de la población, que no sabe a qué atenerse... Hay algo en común. Desde luego, salvando las distancias de la gravedad, porque el coronavirus tiene un índice de mortalidad bajísimo y no tiene nada que ver", comenta Rodríguez en conversación telefónica con El Independiente.

La propagación de la pandemia y las medidas de reclusión acordadas por el Gobierno coinciden con la preparación de la octava película del cineasta sevillano, un trabajo en el que explorará el género de la ciencia ficción. "Es curioso; te pones a trabajar en algo y al final el futuro te pilla. Lo que está pasando te lo dicen hace tres meses y no seríamos capaces de creernos nada. Hoy hay un tercio de la población mundial que está confinada", señala.

Para la primera temporada de La peste, Alberto Rodríguez y el guionista Rafael Cobos tuvieron que documentarse sobre la plaga que causó estragos en la floreciente Sevilla del siglo XVI, cuando era cabecera de la Carrera de Indias. "Ellos desconocían cuál era el origen, por qué les estaba ocurriendo y qué remedio ponerle. Nosotros conocemos mucho más, pero a mí había algo que me apenaba. Llegaron a hacer barbaridades, como matar los gatos porque pensaban que eran... Y lo que hicieron fue multiplicar la población de ratas, que son en realidad las que tienen un parásito dentro del cual vive el bicho que te infecta con la peste", explica Rodríguez.

La comunidad científica no ha podido acreditar aún qué animal ha podido transmitir el coronavirus 2019-nCoV a los humanos, cuyo origen se sitúa en un mercado de marisco, pescado y animales vivos de Wuhan (Huabei). Investigadores aseguran haber encontrado cepas muy parecidas en el pangolín, un pequeño mamífero característico por las escamas de su piel. Ésta será una de las incógnitas que la ciencia tendrá que despejar para explicar el origen de esta pandemia.

El cineasta sevillano dice que, tras esta crisis, debería quedar claro que el sistema sanitario "no hay que tocarlo nunca"

Lejos de ficciones o de recreaciones históricas, el director de 7 vírgenes, Grupo 7, La isla mínima y El hombre de las mil caras -entre otros títulos de su filmografía- considera que la gran lección que debe aprenderse de la grave crisis que se está viviendo en España es que el sistema sanitario "no hay que tocarlo nunca más". "Eso debería quedarnos clarísimo. Hay una serie de prioridades que deberíamos tener blindadas por la Constitución. Y una de ellas es que la sanidad no se toca, como tendría que ocurrir con la educación", defiende.

En su opinión, la tragedia del covid-19 arroja otra enseñanza: se necesita contar con un organismo internacional que "articule la información sanitaria a nivel planetario con más fuerza" para evitar que vuelva a ocurrir una situación como ésta, surgida en China en diciembre y extendida ya por 188 países. "Está claro que lo que aparezca en cualquier punto del planeta es susceptible de acabar en la otra punta", afirma.

Aplausos a los sanitarios

Con varios médicos y enfermeras en su familia, Rodríguez considera "emocionante" el momento que se vive cada tarde cuando a las 20 horas millones de españoles salen a los balcones de sus viviendas a dedicar un aplauso al personal sanitario por el trabajo que están realizando y la "valentía" que están demostrando. "Por eso hay que tener en cuenta lo de los recortes cuando se produzcan", advierte.

Junto a cuidar de sus hijos, Alberto Rodríguez dedica estos días de confinamiento a preparar con su equipo -mediante videoconferencias- detalles de la planificación de la película en la que trabaja con la incertidumbre de conocer cuándo se podrá vencer al 'enemigo invisible' que es el coronavirus y empezará a recuperarse la normalidad. "Estamos en una fase primigenia y no sé cuánto se retrasará el proyecto, pero espero que se haga. Estamos trabajando con esa voluntad", apunta.

Con todo, su mayor deseo ahora es que "la gente sane" y que se recupere la situación, sin ignorar las graves consecuencias que esta crisis va a tener para la economía. "Mi incertidumbre, que será la de muchos, es si seremos capaces de restablecernos, de volver a donde estábamos o habrá que inventar una cosa nueva", airea.