Moderado, centrado, abierto e integrador. Pablo Casado ya no esconde que tiene la mirada puesta en su desembarco en Moncloa frente a la "fragilidad" del Gobierno de coalición. Y este lunes, en el marco de la segunda reunión en lo que va de año de la Junta Directiva Nacional del partido -máximo órgano entre congresos, que reúne a más de medio millar de cargos-, el presidente ha desgranado cuál es la "alternativa" que el partido debe construir para "preparar nuestra llegada al Gobierno".

Y es que la estrategia de Casado para alcanzar la presidencia frente a la "fragilidad" del Gobierno de coalición será la de mantener un complicado equilibrio entre la moderación y una oposición dura al Gobierno. "No voy a liderar un PP desestabilizador ni bronco, pero tampoco un PP ingenuo e incauto", defendía este lunes.

Frente a las voces de división y de cisma por las desavenencias entre la corriente más centrada y la más 'dura', encabezada por Cayetana Álvarez de Toledo, Casado ha pedido abandonar lo que considera una estrategia "bombeada" desde el Gobierno y ha reivindicado que "no hay un PP duro ni un PP blando", sino "un único PP". "Voy a defender un PP firme, centrado, propositivo y realista", continuaba.

No renunciará por tanto Casado en los próximos meses a llevar la voz cantante contra el Gobierno desde el marco institucional y "no va a haber silencio cómplice del PP" porque "decir que este es un Gobierno peligroso es nuestra obligación", pero tampoco ha desaprovechado la oportunidad de presentar al partido como la "gran plaza mayor de la España constitucional" y el "punto de encuentro de la España razonable y moderada", que "rechaza cordones sanitarios y exclusiones tácticas" frente al camino de la "crispación" y de la "división" que ha escogido Sánchez.

Así, seguirá Casado dando cabida en el PP a aquellos votantes que se marcharon a Vox y que en el partido atraen figuras como la portavoz parlamentaria, Cayetana Álvarez de Toledo; pero también se centrará en presentar un partido "abierto a todos los que se puedan reconocer en él", incluidos votantes de "centro izquierda a los que el socialismo ha abandonado", un sector para el que Génova ha preparado perfiles como el de Ana Pastor o Cuca Gamarra, con mucho más protagonismo en las últimas semanas. "Debemos dar cobijo también a estos votantes", defendía.

Fuentes de la dirección nacional del partido confirmaron a este medio que en las previsiones del PP ya se trabaja con la celebración de elecciones en un plazo máximo de un año. Y Pablo Casado ha presentado este lunes dicha estrategia sin medias tintas, convencidos en Génova de que la gestión de la pandemia, la incipiente crisis económica y las exigencias de Bruselas terminarán por romper los mimbres del Gobierno de coalición.

Oficina de Atención a las Víctimas del Covid-19

El presidente del PP ha anunciado además que él mismo solicitará en el pleno del Congreso del próximo miércoles al jefe del Ejecutivo la creación de una Oficina de Atención a las Víctimas y familiares del Covid-19, con el objeto de dotar de "apoyo psicológico" a las "más de 44.000 familias" que se han visto afectadas por el impacto de la pandemia.

Ha subrayado además la necesidad de fijar una fecha anual de conmemoración de las víctimas del coronavirus en España, así como impulsar medidas como la exención del Impuesto de Sucesiones a aquellos que han perdido a un familiar durante la crisis.

Casado ha puesto el acento en la Comisión de Investigación que impulsará el PP para analizar "todos los errores cometidos" y minar al Ejecutivo, porque "conocer toda la verdad es la única manera de que ésto no se vuelva a repetir", al tiempo que lanzaba una advertencia a Sánchez: "La verdad siempre se abre paso, más pronto que tarde(...). Y no vamos a parar".