La sesión de control al Gobierno se ha retomado esta tarde en el Congreso de los Diputados después de otra bronca jornada en la Cámara a cuenta del debate sobre la sexta prórroga del estado de alarma, en que se han sucedido los reproches con el foco esta vez puesto en el 8-M y, de nuevo, en la polémica por el cese del coronel Pérez de los Cobos de parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

En este contexto de tensión, este miércoles ha vuelto a preguntar la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, después de que la polémica de la semana pasada con Pablo Iglesias le costase un cisma dentro de sus propias filas e, incluso, una llamada de Meritxell Batet para que rebajase la "crispación" en el Congreso. Justo por esto, ha vuelto a la carga contra el Gobierno, al que acusa de querer silenciar a la oposición acusándoles, precisamente, de "crispar" por denunciar la "degradación institucional" de parte del Ejecutivo. "Nos quieren sumisos y silentes. Olvídense", subrayaba.

"Progresistas se hacen ustedes llamar, pero involución es lo que traen", afirmaba Álvarez de Toledo, que no ha perdido la oportunidad de centrar parte de su intervención, esta vez sí, contra el escándalo que rodea a Fernando Grande-Marlaska tras la destitución fulminante de Pérez de los Cobos, "por haberse negado a cometer un delito".

"¿Señor Marlaska? ¿Qué hace usted en el banco azul?", inquiría la dirigente del PP. "¿Por qué no ha dimitido? Márchese. Usted da pena y da miedo", finalizaba, entre el sonoro aplauso de la bancada popular.

El desafío entre la bancada del Gobierno y la de la oposición ha seguido con la intervención del secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias. Aunque con un tono más sosegado que en los enfrentamientos de las últimas sesiones de control, el líder de Podemos se ha dirigido concretamente a Pablo Casado en su turno de réplica: "He estado reflexionando estos días por qué acuden tanto a la pataleta, al berrinche, a la provocación", declaraba Iglesias. Y es "que ustedes nunca van a poder gobernar(...) Y usted -Casado- nunca será presidente del Gobierno", sentenciaba.