El secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, ha relativizado hoy la gravedad de los ataques a sedes de partidos políticos que desde hace un mes se vienen produciendo en Euskadi frente a la "política penitenciaria criminal" que "ha asesinado" a presos de ETA. En su opinión, las pintadas aparecidas en sedes del PNV, PSE y Elkarrekin Podemos "se quitan con acetona" y no tienen más gravedad que las medidas penitenciarias de dispersion y alejamiento que aún se aplica al colectivo de presos.

"Puestos a hablar de hecho graves, joder, esto es mucho más grave y no veo a esa clase política que se rasgue las vestiduras ni se desgañite como con las pintadas", ha asegurado. Para Rodríguez, si las formaciones políticas y los medios de comunicación emplearan la mitad de su energía en denunciar la politica carcelaria "ahora no habría ni pintadas ni esta política penitenciaria".

Ha asegurado que sólo en los dos últimos años la situación carcelaria de los presos de ETA ha provocado la muerte de varios de sus miembros. Ha citado los casos de Xabier Rey, Oier Gómez o Kepa del Hoyo de cuya muerte ha culpado a la política penitenciaria del Gobierno español, o el reciente derrame cerebral que ha sufrido el preso Julen Atxurra. Ha destacado que hace ya una década que ETA abandono "la actividad armada" y que dos años desde que la banda se disolvió: "Se debe cumplir la ley y acabar con esta política cuyo resposnable es el Estado".

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El líder de la izquierda abertzale reconoce que pese a no compartir las acciones de los sectores críticos que han salido en apoyo al preso de ETA Patxi Ruiz -en huelga de hambre desde el pasado 11 de mayo- se han interesado por su situación. Rodríguez ha apuntado que desde Sortu han mediado para que se mejore su situación carcelaria: "Nos ofrecimos al preso, a su familia y a su entorno político para buscar una solucion razonable".

Ha señalado que quienes cometen este tipo de ataques y quienes los denuncian y reclaman su condena pretenden el mismo objetivo, "debilitar" a la izquierda abertzale. Ha insistido en que ellos no apoyan estas acciones pero tampoco que su denuncia se aborde como "una crisis de Estado". Considera que son parte de una estrategia que busca debilitar a la izquierda abertzale y que procede de secores críticos con ella por el "cambio de estrategia y quieren que descarrile". Ante la accion de los secrtores críticos agrupados bajo Amnistia Ta Askatasuna (ATA) Rodríguez ha apuntado que "se puede optar por hacerles la ola, como hacen los partidos y los medios" al "sobredimensionar" sus acciones, que es lo que desean: "Llevamos un mes hablando de ello, es lo que les alimenta", ha afirmado.

Rodríguez también se ha referido a la posibilidad de poder cerrar una alianza de izquierdas en Euskadi y ante la cual ha asegurado que Sortu "no tira la toalla". En declaraciones a Radio Euskadi, el dirigente independentista ha apuntado que que urge "un cambio de rumbo" en favor de políticas progresistas en el País Vasco y en las que se refuerce la inversion pública y las políticas sociales. También ha señalado que esta crisis sanitaria ha dejado en evidencia que lo que realmente es necesario es "poder contar con políticas de Estado": "Ha quedado claro que la capacidad de decisión la tienen los Estados. Lo importante es poder contar con estructuras de Estado propias. Es lo que reclamamos, nos iría mejor y lograriamos un mejor nivel de bienestar".

También se ha referido a la denuncia por un caso de agresión sexual cometido en un local de la izquierda abertzale en Zarauz y en el que estaría presuntamente implicado un militante de Sortu. Rodríguez ha asegurado que pese a que los hechos se produjeron hace seis meses no se han dado a conocer hasta ahora por expreso deseo de la víctima. Ha señalado que se ha aplicado el protocolo "feminista" con el que cuenta desde hace maś de dos décadas la formación y que en ningún caso se ha protegido al presunto autor de la agresión. Ha señalado que está expulsado del partido de modo cautelar, tal y como establecen las normas internas de Sortu, y que nadie puede poner en duda la posición crítica contra la violencia contra las mujeres que siempre ha defendido el partido.