El forense a la que la juez que instruye la causa del 8-M encargó un informe para evaluar el riesgo que supuso asistir a las manifestaciones autorizadas antes de la declaración del estado de alarma se muestra crítico con la actuación de las autoridades sanitarias y de la Delegación del Gobierno de Madrid y concluye que, aplicando el propio protocolo que había establecido el Ministerio de Sanidad, no debió permitirse ninguna concentración multitudinaria desde el 3 de marzo. "Subestimaron la gravedad" de la enfermedad, expone en su trabajo. Éstas son sus principales afirmaciones.

  • "El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) lo advirtió claramente, que nos preparásemos para una pandemia, que hiciéramos planes de pandemia, que el peligro era grande e inminente, que adoptáramos las medidas de distanciamiento social (evitar concentraciones masivas de personas) en ese mismo momento y con independencia de los escenarios epidemiológicos en que nos encontráramos".
  • "No se atendió suficientemente a las llamadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del ECDC y cuando estalló la difusión comunitaria esporádica no se actuó con diligencia, teniendo la manifestación del 8-M como telón de fondo que pudo influir en no cancelar eventos masivos".
  • "Subestimaron la gravedad y su fulminante desarrollo, y eso que ya lo había advertido el ECDC".
  • "Ya entonces, el 25 de febrero, había un alto índice de sospecha de que el país iba hacia una hecatombe sanitaria y se sabía cuáles eran las medidas que había que adoptar para evitarlo".
  • "Ateniéndonos a las palabras del señor Illa, máximo representante de la organización sanitaria en España, ese día (3 de marzo), ya deberían haberse cancelado reuniones masivas".
  • "El tsunami se veía venir".
  • "En la Delegación del Gobierno se tenía conocimiento de la peligrosidad que entrañaba la covid-19 para la salud de los madrileños y también se tenía conocimiento de cuál era la información que había que suministrar a la población para su autoprotección por medio de las medidas de distanciamiento social".
  • "De haberse evitado dichas manifestaciones se habría evitado una amplia difusión de la enfermedad".
  • "La autoridad sanitaria sabía cómo ofrecer una negativa [a celebrar concentraciones masivas] y además hacerlo con contundencia".
  • "No se instó a quienes comunicaban manifestaciones o concentraciones en la vía pública en el periodo objeto de investigación que dispusieran la evaluación del riesgo sanitario que dichas manifestaciones comportaban, como recomienda la OMS –y además es lógico y natural– desde que se instauró la epidemia".