Enigmática Melania. Nacida Melanija Knavs en Sevnica (Eslovenia) hace 50 años, es la primera dama de Estados Unidos con una trayectoria más estrambótica que se recuerda. Hay que remontarse a la británica Louisa Johnson, esposa del sexto presidente John Quincy Adams (1825-1829). Como modelo se convirtió en Melania Knauss y nació como Melania Trump al casarse en 2005 con el entonces magnate inmobiliario, y hoy 45 presidente de EEUU, Donald Trump, que el domingo cumplió 74 años. Mary Jordan desvela mucho de lo que esconde Melania (Knavs, Knauss, Trump) en su libro The Art of Her Deal. The Untold Story of Melania Trump (Simon & Schuster), que está a la venta desde este lunes.

Mary Jordan, reportera de The Washington Post ganadora de un Pulitzer, explica que Melania Trump ha animado siempre la carrera presidencial de Donald Trump. "Ha circulado una versión según la cual Melania lo que quería era casarse con un millonario, pero que le horrorizaba que Trump entrara en política. Pero hay muchas pruebas de que desde el principio no solo lo aceptó sino que le apoyó y animó a hacerlo", escribe Jordan en la obra, según cita The Washington Post. Un portavoz de la Casa Blanca ha dicho que el libro está lleno de fasedades.

Melania está en el foco mediático constantemente. Sus gestos despiertan gran interés en las redes sociales. El último ha sido esa sonrisa forzada, a instancias de su marido el presidente, en su visita al Santuario de San Juan Pablo II de la Universidad Católica de América en Washington DC.

Hay muchas pruebas de que desde el principio no solo aceptó que su marido se dedicara a la política sino que lo animó a hacerlo", escribe Jordan

No es la primera vez que Melania muestra su desacuerdo con Donald Trump ante las cámaras. En 2017, en una visita oficial a Israel, la primera dama rechazaba la mano de su marido con un manotazo. Con estas señales muestra carácter, si bien suele mostrarse como una efigie generalmente.

En redes se ha llegado a acuñar el hashtag #FreeMelania, como si fuera una princesa atrapada en una jaula de cristal. Otra biografía anterior se titulaba así Free, Melania: The Unauthorized Biography de Kate Bennet. En este libro también se aludía a cómo Melania Trump tiene más poder de lo que parece, y gran capacidad de influencia sobre el presidente.

Mary Jordan sostiene en su biografía recién publicada en Estados Unidos que Melania "no dice a Donald Trump qué tiene que hacer y qué no. Simplemente expone su opinión, y el presidente suele coincidir con ella". La clave de su gran influencia en Donald Trump estriba en que él cree que cualquier otro tiene una agenda, pero no es el caso de la primera dama. Trump está convencido de que Melania sabe bien lo que es mejor para sus aspiraciones políticas. "Ella entiende quién es Donald Trump y dónde está su sitio. Es quien dice: 'Esto es lo que tú eres. No necesitas hacer esto'", escribe Jordan.

El presidente suele aludir en sus conversaciones a comentarios realizados por Melania con gran respeto. "Justo es lo que opina Melania. Tienes razón", suele añadir. POTUS (presidente of United States) sabe que FLOTUS (first lady of US) está en su equipo y solo en su equipo.

La familia, ante todo

Melania Trump, nacida Knavs, conserva la nacionalidad eslovena, algo extraordinario en una primera dama. Su padre, Viktor, apenas un par de años mayor que su marido, era chófer y vendedor de automóviles. Militó en el Partido Comunista en tiempos de Tito. Su madre, Amalija, era diseñadora de ropa en una fábrica textil.

Tanto Melania como su hermana Ines Knauss, dos años mayor y su principal confidente, que también hizo sus pinitos en el mundo de la moda. Melania, como modelo, Inés, como diseñadora. Ahora vive en un apartamento de dos millones de dólares en Park Avenue, pagado por la Organización Trump.

Las dos destacaron por su belleza desde niñas. Tienen un hermanastro, fruto de una relación de su padre con otra mujer, Denis Cigelnjak, cinco años mayor que Melania. Nunca se han visto.

Los padres de Melania, que viven desde hace una década en Estados Unidos, obtuvieron la nacionalidad estadounidense por la vía de reagrupación familiar, en 2018, una opción criticada por Trump cuando se trata de inmigrantes del sur de América.

Barron es independiente y obstinado. Sabe exactamente lo que quiere. Su personalidad es idéntica a la de su padre. Por eso lo llamo 'Little Donald'", dijo Melania de su hijo en una entrevista

Su hijo Barron, que cumplió 14 años en marzo, también tiene doble nacionalidad. En una entrevista en medios estadounidenses, citada por Hola, Melania decía de Barron, que ya es más alto que sus padre, que mide 1,90: "Es independiente y obstinado. Sabe exactamente lo que quiere. Es una mezcla de nosotros en apariencia, pero su personalidad es idéntica a la de su padre. Por eso lo llamo Little Donald".

Una de las revelaciones del libro de Jordan se refiere a Barron William Trump. Cuando ganó Donald Trump las elecciones presidenciales, la primera dama y el hijo menor de Trump no se trasladaron a la Casa Blanca. Argumentaron que lo mejor para Barron era terminar el curso escolar y adaptarse poco a poco a la nueva situación.

En este último libro sobre Melania Trump, la reportera revela que la primera dama también empleó esos meses en mejorar las condiciones de su acuerdo prematrimonial, especialmente en lo que concierne a los derechos de su hijo Barron.

"Melania había estado con Trump más que sus anteriores esposas. Consideraba que había hecho contribuciones importantes a su éxito. Si Trump no volvía a controlar sus negocios al terminar su mandato, Melania quería asegurar que Barron tendría una parte proporcional de la herencia, sobre todo si Ivanka tomaba las riendas del negocio familiar".

Donald Trump tiene cinco hijos: Donald Trump Jr, Ivanka y Eric (de su primer matrimonio con Ivana Trump); Tiffany, del segundo con Marla Maples;, y Barron William, fruto de su relación con Melania.

A su vez, Jordan revela cómo la primera dama se plantó ante Ivanka, que pretendía transformar la Oficina de la Primera Dama en una Oficina de la Primera Familia. Ese choque con la hija favorita de Trump se saldó con victoria de Melania, aunque Ivanka ejerce de asesora del presidente, así como su marido, Jared Kushner.

Carrera como modelo

Melania empezó a estudiar arquitectura en la Universidad de Ljubljana en otoño de 1989. Dos años después, Eslovenia declaró su independencia. Fue entonces cuando Melanija Knavs dejó los libros por los desfiles.

Era alta, llamativamente atractiva y ambiciosa. Nació entonces Melania Knauss y recorrió Europa, con paradas en Italia. No miró atrás. No mantuvo contacto con su pasado en Eslovenia, salvo el núcleo familiar.

Para elaborar The Art of Her Deal, Jordan ha hablado con un centener de personas que han conocido a Melania Trump a lo largo de su vida. No es tarea fácil porque tanto ella como su hermana Ines han tratado de borrar las huellas de su pasado.

Tras probar suerte en Europa, Melania Knauss decidió intentar triunfar en Estados Unidos. Llegó con un visado de trabajo H-1B, reservado a personas con una habilidad o mérito especial, con ayuda de un agente de modelos italiano. Años más tarde obtendría una green card para la élite, destinada a quienes poseen alguna "habilidad extraordinaria". Todo lo que concierne a su vía de acceso a la nacionalidad estadounidense es alto secreto.

A principio de los años 2000 aún hacía trabajos como modelo aunque ya salía con Donald Trump, muy conocido como magnate inmobiliario. Fue entonces imagen de una memorable portada de la revista New York.

Portada de 'New York' en 2002 con Melania Knauss, hoy Trump.

Melania Trump, a quien las redes muchas veces retratan como una mujer sometida a su marido, es más parecida a Donald Trump de lo que muchos creen, según el retrato de Mary Jordan. "Su misterio es buscado. A su manera, es tan compleja y complicada como su marido. Se parecen mucho más de lo que creemos. Los dos han creado su propia historia".

Y para que todo encaje, hay que borrar unas partes y recrear otras. Su biografía oficial contiene datos que Jordan ha comprobado que son falsos. No logró ninguna licenciatura universitaria, ni habla cinco idiomas. Domina el esloveno natal y el inglés.

Es una de las primeras damas que se ha dejado ver menos. Apenas dio ocho discursos durante el primer año de Presidencia de Donald Trump, mientras su antecesora, Michelle Obama, en sus antípodas, hizo más de 70.

En su primera intervención en la Convención Republicana, el speechwriter le jugó una mala pasada porque utilizó párrafos enteros de un discurso de Michelle Obama, una de las primeras damas más extraordinarias que han pasado por la Casa Blanca.

A Melania, que juega con la moda a emular a Jackie Kennedy, le gusta estar entre bambalinas, pero desde ahí dirige el desfile. No es ninguna bella secuestrada por la Bestia.