El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha anunciado la disponibilidad del Gobierno a incorporar "aportaciones de todos los grupos parlamentarios" al decreto de "nueva normalidad" que pasa hoy por el Congreso y que será convalidado con los votos a favor del PP. Eso sí, Illa ha sugerido que su trámite como proyecto de ley se haga "de la forma más ágil para tener cuanto antes un marco con el que hacer frente a posibles brotes" de coronavirus. Tras señalar que "al margen de nuestras posiciones" políticas "es necesario seguir trabajando más allá del estado de alarma y la ciudadanía espera un amplio acuerdo".

Sin embargo, al ministro le ha salido un crítico inesperado y es que el PNV, -que junto con PP y Ciudadanos votará a favor del decreto- se niega a que se tramite como proyecto de Ley con la incorporación de enmiendas de otros grupos, sobre todo "si su voluntad es recentralizadora", según ha advertido el portavoz nacionalista vasco, Aitor Esteban, para quien "son medidas provisionales para una situación provisional".

El real decreto, ha explicado el ministro con anterioridad, tiene dos objetivos. Por un lado, dotarnos de medidas de prevención, y, por otro, establecer instrumentos legales y operativos para dar una respuesta común y coordinada. "Hemos dejado atrás meses muy duros y de gran dolor. También hemos sido testigos de la gran capacidad de nuestro país y de la sociedad. Gracias a este esfuerzo colectivo superamos los peores momentos de la pandemia", ha señalado Illa.

Pero también a advertido que el virus "no ha desaparecido. El peligro sigue ahí hasta que podamos encontrar un tratamiento eficaz o una vacuna segura". De hecho, se está extendiendo con rapidez en continentes como el americano. Por ello, "era inaplazable tener a punto de las medidas de contención y prevención, con un deber general de cautela, prevención y de coordinación destinada a salvar el derecho a la vida". En definitiva, "estar preparados y tener los elementos necesarios para enfrentarse al contagio". Además, se ha felicitado de "contar con la participación activa de las Comunidades autónomas" a las que ha agradecido su trabajo y su lealtad institucional.

El debate venía precedido de los ataques que este martes lanzó la ministra portavoz, María Jesús Montero, contra el PP por "hablar mal de España en Europa" de cara a la recepción de fondos de ayuda para combatir los efectos que sobre el sistema sanitario y económico ha tenido la pandemia del coronavirus. Tanto la OCDE como el FMI han puesto a nuestro país a la cabeza de las naciones más afectadas del mundo y a la que más va a costar recuperarse.