New Hampshire ha coronado al veterano senador por Vermont, Bernie Sanders, como su favorito en la carrera demócrata a la Presidencia. Pero su victoria no ha sido tan contundente como preveían las encuestas, ya que el jovencísimo Pete Buttigieg le sigue muy de cerca en el favor de los votantes en las primarias de este estado de Nueva Inglaterra, que linda con Vermont, de apenas 1,3 millones de habitantes.

"Esta victoria es el principio del fin de Donald Trump", ha declarado Bernie Sanders, tras proclamar su victoria. Con el 86% escrutado, el senador por Vermont logra un 25,7% de los votos, el ex alcalde de South Bend, Pete Buttigieg, un 24,4%, seguidos, y esa es la sorpresa de la noche por Amy Klobuchar, con el 19,7%, y en cuarto lugar la senadora Elizabeth Warren, con un 9,3%.

Tanto Sanders como Buttigieg, que ganó en Iowa donde Sanders quedó segundo, consiguen nueve compromisarios en New Hampshire, que suman a los 11 logrados en Iowa.

Sanders y Warren representan el ala más a la izquierda del Partido Demócrata, mientras que Buttigieg y Klobuchar son centristas. Joe Biden ha quedado en desesperanzador quinto lugar. Ni siquiera se ha dirigido a sus seguidores después de conocer los resultados y ha emprendido viaje a Carolina del Sur, donde se celebran primarias el 29 de febrero.

Otro de los contendientes más conocidos, el ex alcalde de Nueva York, el millonario Michael Bloomberg, no compite hasta el Supermartes, el 3 de marzo, cuando se celebran primarias en 15 estados.

En New Hampshire se caen de la carrera demócrata el empresario Andrew Yang y el senador por Colorado Michael Bennet. Yang, fundador de Ventures for America, ha dicho: "Sabéis que soy el chico de las matemáticas y está claro que por los números de esta noche no vamos a ganar esta carrera... No soy alguien que vaya a aceptar donaciones en apoyo a una carrera que no ganeremos. Anuncio que suspendo mi campaña por la Presidencia".

Sin embargo, el tercer puesto de Amy Klobuchar en New Hampshire hace que se mantenga en la lucha. La moderada Amy Klobuchar, que fue la primera mujer que consiguió ser senadora por Minnesota, es muy popular en el Medio Oeste, una zona que los demócratas necesitan reconquistar a Donald Trump.

En un intento de superar el bochorno del recuento del caucus de Iowa, donde reinó el caos, Sanders ha dicho: "Quiero aprovechar la oportunidad de mostrar mi respeto a todos los candidatos demócratas: Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Elizabeth Warren, Joe Biden... y quiero aseguraros que sea quien sea quien gane finalmente vamos a unirnos para derrotar al presidente más peligroso de la historia moderna de este país", ha subrayado Sanders, que cumplirá 79 años antes de las elecciones del 3 de noviembre, y es especialmente popular entre los jóvenes.

En 2016 Bernie Sanders se impuso por 20 puntos a la ex secretaria de estado Hillary Clinton, lo que pone de relieve la fuerza del emergente Pete Buttigieg, que ha pasado de ser un desconocido alcalde de una población de poco más de 100.000 habitantes a convertirse en la estrella de la campaña demócrata.

Hace cuatro años fue Hillary Clinton quien se enfrentó a Donald Trump, hasta entonces un empresario del sector inmobiliario que se hizo popular tras su paso por la televisión en The Apprentice. Ganó el voto popular pero perdió en votos electorales.

Los republicanos celebran también primarias pero el presidente Donald Trump goza de un liderazgo incontestable entre los republicanos. En cuatro años ha pasado de ser el intruso en el partido a transformar el Grand Old Party en un partido trumpista. Ha quedado claro en el proceso de juicio político (impeachment) en el Senado, donde los republicanos han cerrado filas tras su presidente.

En su discurso tras conocer los resultados, Pete Buttigieg se ha mostrado convencido de que los demócratas volverán a la Casa Blanca. "Hemos demostrado que estamos aquí para quedarnos. Gracias, New Hampshire", ha dicho Buttigieg, quien afrontará su prueba de fuego en Carolina del Sur, un estado donde la población afroamericana, la más reticente con Buttigieg, es significativa (un 30%).

"Es urgente. Tenemos una única oportunidad no solo de acabar con la era Trump, sino de empezar con una nueva era", ha señalado el ex alcalde de South Bend, Indiana. Buttigieg, que acaba de cumplir 38 años, es homosexual y está casado con Chasten, un profesor de teatro que es su "primer activista". El mensaje principal de la campaña de Buttigieg es "pasemos de página".

Las dos próximas etapas este mes de febrero son Nevada (22 de febrero) y Carolina del Sur (29 de febrero). Pero apenas están en juego este mes un 4% de los compromisarios, si bien en esta primera fase empieza a hacerse la criba, como ha quedado comprobado con la despedida de Yang y Bennet. Será el 3 de marzo, el llamado Supermartes, cuando se pueda empezar a vislumbrar quiénes pueden figurar en la candidatura demócrata como número uno y número dos.

Según Xavier Peytibi, autor de Las campañas conectadas, los demócratas necesitarían "un supercandidato que movilice a las minorías" para desbancar a Donald Trump. Es uno de los puntos débiles del centrista Pete Buttigieg, que de momento no cuenta con simpatías entre hispanos y afroamericanos.

Desde principios del siglo XX solo cuatro presidentes en Estados Unidos (Hoover, Ford, Carter y Bush padre) han fracasado a la hora de buscar su reelección. Trump cuenta con el viento a su favor, una vez superado el impeachment en el Senado, y con los datos económicos en positivo. Pero quedan nueve meses para las elecciones presidenciales. Tiempo suficiente para que nazca una nueva vida, y para que renazcan los demócratas. O no.