Tal y como se había anunciado, Anne Igartiburu acudió a El Hormiguero este jueves 19 de enero, y lo hizo para hablar sobre sus nuevos proyectos, como su libro La vida empieza cada día: 365 días para estar presente (Aguilar).

Además, formará parte de la nueva edición de Tu cara me suena, de Antena 3, como conrusante. Aunque la mayoría de la entrevista versó sobre autoayuda y estilo de vida, por la novela, en el programa la comunicadora habló también sobre cómo pasó fin de año cuando Pablo Motos le preguntó por las campanadas.

A diferencia de los años previos, en los que Igartiburu daba las campanadas junto a Ramón García desde Radio Televisión Española, este año fue apartada de las mismas, pues la pública apostó por Ana Obregón y Los Morancos.

Esta decisión trajo mucha cola por algunos chistes políticamente incorrectos de los cómicos y por el comentario que hizo Risto desde Cuatro sobre el "morbo" que mueve las televisiones: "¿Hay algo que anunciar? ¿Un embarazo? ¿La muerte de un ser querido? Eso siempre da audiencia", dijo, despertando un aluvión de críticas.

Igartiburu explicó que, cuando supo que no daría las campanadas en La 1, se lo tomó como un signo de que las cosas cambian y como una oportunidad de pasar esa noche tranquila y con su familia tras tantos años. Sin embargo, poco le duró esa idea, pues rápidamente le salió un plan alternativo a La 1: dar las campanadas desde Twitch con Ibai Llanos y con su inseparable Ramón García.

"¿Le hiciste alguna recomendación a Ibai? ¿Que ventilase, por ejemplo?", bromeó Pablo Motos sobre el streamer, haciendo uso del tópico según el cual a los influencers de su sector salen poco al exterior. Lejos de seguir el chiste, la presentadora se deshizo en halagos con el bilbaíno, que lleva años siendo una de las personas más queridas de internet, y dejó claro que para ella había sido una gran oportunidad y que le había servido para aprender mucho sobre otra manera de comunicar.

"Todo pasa por algo, no pude decir que no, porque me pareció una experiencia nueva con la que flipé. Me parecía un aprendizaje y una oportunidad que te regala la vida. Fue muy cariñoso con nosotros. Llegué, me puse el traje, nos dijo qué hacer en todo momento. Estaba muy amoroso, nos miraba con una cara de agradecido... y yo solo podía darle las gracias por la experiencia", narró Igartiburu, con ilusión.