En emisión desde 2006, El Hormiguero se ha convertido en una parada indispensable para cualquier celebridad internacional que se pase por España, pero también para políticos, escritores, divulgadores o influencers.

Las apariciones de algunos de ellos suelen ser cuestionadas en redes por el tinte conservador del programa, algo que ocurrió hace pocas semanas con Rosalía, que se hizo pasar por camarera en un cómico vídeo para el programa, al igual que en su interior aparición emuló ser periodista.

Con todo, la mayoría de invitados continúa acudiendo pese a las diferencias ideológicas que puedan tener por las grandes audiencias que cosecha, siendo varios de sus programas las emisiones más vistas de cada año, según recoge Barlovento Comunicación en sus informes.

Sin embargo, alguien aboga por salirse de este patrón que parece inamovible. Se trata de la actriz Mónica López. En una entrevista durante la promoción de Rapa, exitosa ficción de Movistar + cuya segunda temporada acaba de ver la luz; la intérprete declaró que no había que acudir al programa porque "blanquea el fascismo".

A diferencia de ella, su compañero de serie, Javier Cámara, sí que acudió al plató. Según relató López en Ràdio Estel, esto ocasionó un debate entre ambos: pese a que los dos eran reacios a la línea editorial del programa, Cámara abogaba por acudir por la visibilidad que les proporcionaría.

"Me negué a ir. No se tiene que ir a El Hormiguero. Ese señor [en referencia al presentador] blanquea el fascismo y blanquea a gente impresentable. La gente de la cultura no puede ir a El Hormiguero. He tenido grandes peleas con la productora por esto. Claro, a El Hormiguero y a ese señor [Pablo Motos] les importa un pimiento que vaya yo o no. Me negué a ir y no fui, pero el pobre Javier [Cámara] tuvo que ir", aseveró en una entrevista con Joan Trias.

Por el contrario, su compañero Javier Cámara creía que la visita merecía la pena por los "tres millones de personas" que podrían poner el foco en la serie gracias al formato de Atresmedia. "No se tiene que ir a estos sitios, por ética", añadió ella, insistente.

Sin embargo, después, con un tono más tranquilo, apuntó: "Todo el mundo a mi alrededor me mira como si yo fuera la loca y pienso que no estoy loca, no se tiene que ir a estos sitios". En la misma línea, el presentador afeó que el programa invite a personas "como Santiago Abascal".