Mireille (de pequeña Jasmine Lemée y de mayor Julie LeBreton) y su hermano Julien (Patrick Hivone) forman un trío inseparable con su amigo Logan (Pier-Gabriel Lajoie)… hasta que su relación se rompe tras un desagradable suceso que les fuerza a tomar caminos separados. El hecho produce un efecto dominó y desemboca en una muerte, en la huida de Mireille y en que las adicciones se apoderen de varios miembros de la familia.

Veinte años después, Mireille, que ya no es una niña sino adulta y tanatopractora, regresa al seno de la familia para embalsamar a su madre recién fallecida, la expolítica Mado (Anne Dorval, recurrente en varias películas de Xavier Dolan), en las que ya se pueden proclamar como las escenas más incómodas del canadiense.

Con la vuelta de Mimi y sus traumas sexuales, queda claro que los hermanos están muy lejos de que sus heridas sanen: Elliot (el propio Xavier Dolan) está internado por drogadicción y tiene una relación tóxica, Julien (Patrick Hivon) estudia tras superar sus adicciones y Denis lucha por superar la separación de la madre de sus hijas mientras gestiona simultáneamente lo que se intuye que podría ser un síndrome de Diógenes.

Este es el punto de partida de La noche que Logan despertó, la primera serie creada, dirigida y protagonizada por Xavier Dolan, que en España ya se puede ver a través de la plataforma Filmin. Entre sus personajes no hay espacio para el alivio, para el humor ni para que crezcan cosas nuevas.

Esto hace que la ficción resulte densa y asfixiante de ver y que en ocasiones tome forma de película de terror, con flashbacks surrealistas y lo que parecen fantasmas en lo que en realidad es un retrato de la homofobia de los noventa.

Aunque los protagonistas, grises y alejados del maniqueísmo, se muestran anclados a unos traumas del pasado a los que se refieren continuamente, no es hasta el final de la serie cuando se desvela que el verdadero desencadenante de la trama no era el que mostraban los primeros capítulos, una sorpresa que se agradece en un melodrama que a veces peca de previsible.

Formado por cinco episodios de 60 minutos cada uno, este thriller dramático adapta la obra de teatro La nuit où Laurier Gaudreault s'est réveillé de Michel Marc Bouchard (autor de Tom en la granja, obra que Dolan llevó a la gran pantalla en 2013), conservando el reparto que lo llevó a las tablas.

Pese a la frescura de su guion, La noche que Logan despertó, que parece rodada en 35 mm como Euphoria o El Irlandés, es probablemente la obra más visceral de Xavier Dolan, que con sus colores apagados coquetea con el estilo de David Lynch mediante alusiones a la muerte, la soledad y el individualismo.

Eso sí, no le faltan los elementos clásicos del canadiense, como el retrato de familias disfuncionales, los problemas de comunicación, la complejidad de las relaciones maternofiliales la estética vintage o el enfoque queer y de género, visible en las relaciones homosexuales o cuando Mireille se enfrenta a la cultura de la violación.

Temática 'queer', madres y nostalgia

De la ficción destaca también una mimada banda sonora firmada por Hans Zimmer (Gladiator, Interstellar) y David Fleming (The Last of Us), además de los guiños a los nostálgicos con canciones como Fascination Street de The Cure o Regarde-moi de Céline Dion. Por su parte, la fotografía está a cargo de André Turpin (Incendies), un inseparable de las películas de Dolan.

Muchos se refieren a él como el niño prodigio del Festival de Cannes porque debutó con apenas 20 años y ha ganado dos veces el Premio del Jurado de la Sección Oficial. Ha dirigido también videoclips como College Boy para el grupo de new wave Indochine, que cuenta con el protagonista de Mommy, Antoine-Olivier Pilon; Hello y Easy on Me, ambos para Adele.

En el certamen de este año, Dolan mostró un entusiasmo especial por Manu Ríos (Élite) durante la presentación de Extraña forma de vida de Pedro Almodóvar, por lo que quién sabe si les veremos trabajar juntos próximamente. Dolan no presentaba una película desde 2019, cuando estrenó la poco alabada por la crítica Matthias & Maxime, que narra la historia de dos amigos que se enamoran al rodar una obra de teatro.

La noche que Logan despertó, en cambio, podría ser la catarsis de un cineasta que vuelve a conquistar a la opinión especializada con una propuesta que, pese a su oscuridad, mantiene los lugares comunes y las inquietudes del creador. Según dijo, Dolan abandonó el cine porque estaba mal pagado con respecto a la publicidad... y toca preguntarse si con esta serie el enfant terrible ha vuelto para quedarse.

A tenor de sus declaraciones en Le Journal de Montreal, esto no parece muy probable. "Ya no quiero hacer este trabajo. Estoy cansado. Estamos en 2022 y el mundo ha cambiado. En ese mundo, ya no siento la necesidad de contar historias y relacionarme conmigo mismo. Quiero tener tiempo para estar con mis amigos y mi familia. Quiero hacer anuncios y construirme una casa en el campo algún día cuando tenga suficiente dinero ahorrado. No lo digo de una manera triste, solo quiero vivir otra cosa", reflexionó.