Protagoniza las nocheviejas de La 1 desde hace 24 años y se propone hacer lo mismo con el prime time estival. José Mota (1965, Montiel) estrenará en las próximas semanas José Mota Live Show, un programa alejado en la forma de lo que hace habitualmente, pero que coincide con sus anteriores proyectos en tener la comedia como epicentro.

Durante la presentación este martes del formato a los medios, el humorista explicó que con la nueva propuesta busca responder a una tendencia televisiva al alza que pide "naturalidad e inmediatez" en lugar de algo más enlatado y preparado como dictaba la tradición.

El plató contará con invitados como Santiago Segura, que no irán a ser entrevistados sino a "jugar" en un plató ubicado en Prado del Rey que cuenta con una parte para sketches que emula una casa, un escenario y una mesa desde la que analizar la actualidad.

Además de José Mota, el programa contará con Patricia Conde como maestra de ceremonias. Aunque se niega a hablar de su relación con MasterChef y su productora, Shine Iberia, tras las acusaciones que les lanzó, Conde celebra sus dos nuevos proyectos en la cadena: además del show con José Mota, presentará el concurso Invictus, del que tampoco se conoce fecha de estreno.

Para subirse al barco de José Mota, según cuenta, la comunicadora ha tenido que cancelar unas vacaciones que "por primera vez" había planeado con antelación. Pese a todo, no se queja y explica que José Mota era uno de los pocos "grandes humoristas" de España con los que aún no había trabajado.

Tras su primera vez con él, destaca su "sensibilidad" y su "genialidad" para darle al público exactamente lo que quiere. Este nuevo espectáculo del cómico se emitirá una vez a la semana, durará unos 70-80 minutos e intentará ir al día en su análisis de la actualidad, teniendo espacio también para temas atemporales.

El programa se postula como algo "aséptico". En definitiva, para Mota la diferencia esencial de este José Mota Live Show con sus anteriores trabajos es "la manera de entregarle el humor a la gente", alejándose de lo "excesivamente elaborado" como ocurre con sus especiales de navidad, que "rozan lo cinematográfico" con cámaras de 4k; y aspira a que desde los hogares se reciba como si estuvieran en un show en directo.

En principio, no está previsto que el presentador recurra a sus lugares comunes (la señora del visillo, los brotes verdes, la conquista de Portugal de a poco... etcétera), pero sí que cree que su inseparable Paco Collado, que estará en el programa, aberronchee.

Collado será uno de los colaboradores —entre los que figuran también Susi Caramelo, Jorge Luengo o el Mago More— que más interactuará con el público, poniéndolo a prueba con frases que los asistentes tendrán que averiguar si son verídicas o no.

Aunque Mota no recurra a sus personajes más conocidos, estos forman parte del imaginario colectivo gracias a que lleva más de 30 años en pantalla. Según cuenta, pese a que la gente tiende a tratarle con mucho cariño, se ha encontrado con algún momento peculiar cuando, por ejemplo, a una señora le llamó la atención lo "serio" que era cuando se lo encontró comprando naranjas en el supermercado.

"Pero pero vamos a ver, señora, ¿qué, quiere, que tenga las naranjas bailando? Esto tiene mucho que ver con que la gente me ha consumido un 90% del tiempo en planos secuencia, siempre riendo, y si no me ven así creen que no soy yo", recuerda.

De su infinidad de imitaciones, destaca a una homenajeada especialmente agradecida: María Teresa Fernández de la Vega, exvicepresidenta del Gobierno de España, que le llamó en lo que él creyó que era una broma para decirle que le había encantado la imitación que le había dedicado.

Pionero en romper la cuarta pared

Además, defiende que no haber recibido prácticamente ninguna respuesta negativa a sus imitaciones se debe a las parcelas que respeta: "Cuando hago una parodia, trato de no aludir a asuntos privados de la persona o a algo que tenga que ver con su honorabilidad", expone.

En el ámbito personal, descarta intentar "transmitirles el gusanillo" a sus dos hijos para que se dediquen a lo mismo que él y apunta que, pese a que alguna vez han colaborado en sus programas, siempre ha sido como un "mero juego". "Le quiero meter el gusanillo que ya tiene que es el de que disfrute de su niñez, que esté en el cole y que disfrute con sus amigos, que es el mayor bien que puede tener precisamente, el anonimato. Que venga con papá puntualmente a hacer una cosa, vale, pero meterle en el mercado para que haga interpretación ni se me ocurre, ni Patricia ni yo queremos", asevera.

De cara al futuro, además de estar ya preparando el especial de Nochevieja, Mota explica que tiene algún proyecto cinematográfico y que tarde o temprano se ve en alguna serie, aunque esto último no está firmado, pero cree que se alinearía con su "evolución natural", muy cercana a la ficción, y cita cómo hace dieciséis años fue uno de los pioneros en romper la cuarta pared, algo que vio posteriormente, por ejemplo, en Fleabag: "Esa técnica me servía para proyectar realmente lo que uno piensa al margen de cómo se comporta en sociedad, ese juego entre el monólogo y el sketch me daba la posibilidad de hacer un planteamiento escénico nuevo, me dio muy buen resultado y está muy pegado a la ficción moderna, en The Office también se ve".

"La comedia siempre se abre paso"

Para Mota, al margen de la forma, lo importante es el fondo: la comedia. Al respecto explica que, aunque ahora esta transita "por pasillos más estrechos que antes" por lo que "es más difícil desarrollarla", "la comedia siempre se abre paso". "No entiendo la vida sin humor y no me refiero tanto a los cómicos profesionales, sino a la comedia como un compañero de viaje con el que contar desde que se nace. Es algo implícito en la vida y no la concibo de otra manera. Es la tabla de salvación a la que acudimos para restarle importancia a todo lo que nos agrede. Cumple una labor social impagable", concluye.