Vestida de rojo y definiéndose como "una mujer muy pasional", Fátima, profesora de inglés jubilada, acudió este miércoles a First Dates para encontrar a alguien con sentido del humor para compartir aficiones como viajar y leer. "Busco a un Don Juan Tenorio", afirmó, con seguridad.

Pero su cita no se llamó Juan, sino Julio, y era argentino. Para este, lo más importante en una mujer es su sonrisa y el brillo en los ojos. A Fátima, madrileña de 60 años, de primeras no le gustó mucho el candidato a conquistar su corazón.

Y la cosa no mejoró con el paso de los minutos. Mientras cenaban, ambos hablaron de sus gustos, trabajos y aficiones. Descubrieron entonces que compartían más de lo que creyeron en un principio, sobre todo por sus intereses culturales, pues Julio era actor, así como un lector empedernido.

Julio, todo un fan de Al Pacino y el teatro | Mediaset

Pese a todo, Fátima, implacable, se dedicó a sacarle pegas a cada nueva información de Julio, de 65 años. No se creyó que este jugase al baloncesto y además comentó que le encontraba poco alegre. "Me gustan los hombres de teatro, pero me gustan los que echan un poco de morro, diversión y gracia a la cita", criticó.

Ya en el reservado, los protagonistas de la cita entraron en materia y Fátima le pidió que le recitase la escena más famosa de Don Juan Tenorio... para comprobar que Julio no se sabía el diálogo de memoria.

Lejos de resignarse, Fátima optó por hincar la rodilla, coger la mano de Julio y ser ella misma quien dijese aquello de "¿No es verdad, ángel de amor, que en esta apartada orilla más pura la luna brilla y se respira mejor?".

Fátima le recita unas frases de Don Juan Tenorio a su cita de 'First Dates' | Mediaset

Como respuesta en este duelo dramático, Julio interpretó el texto de una escena de una de sus películas favoritas, El Padrino. Lejos de seducir a Fátima, esta se mantuvo dura y dijo que no había nada que odiase tanto como que le contasen una película, que su cita "no sabía nada de lenguaje no verbal" y que además no le interesaba nada de lo que le estaba contando.

A Fátima tampoco le gustó que Julio tuviese en mente tener una relación pero vivir en viviendas independientes: "Si yo no convivo con un hombre, puedo estar a otras historias. Necesito convivencia", añadió la profesora. "¡Cállate!", concluyó. Como era de esperar, ambos se rechazaron en la decisión final, por lo que les tocará seguir buscando a alguien que entienda las referencias del otro.