Que la tecnología ha transformado muchos negocios, como el de la prensa o el transporte, no es ninguna sorpresa. Tampoco lo es para la televisión: streaming, internet… Nos interesa menos la tele de toda la vida y más los canales de pago. Un 2019 en el que la televisión tradicional, a pesar de que continúa dominando el consumo audiovisual con contundencia, se ha visto menos y ha sufrido una caída en inversión publicitaria.

Corría el año 2012 cuando nuestra televisión tradicional registró el mejor dato de audiencia de su historia: pasamos cuatro horas y seis minutos frente al televisor en plena crisis económica. Desde entonces la TV ha vivido mejores y peores momentos. En 2019 el consumo medio diario de televisión tradicional ha sido de 222 minutos, 13 menos que en 2018 y recuperando así los niveles de 2007 . Así lo recoge el ‘Análisis televisivo’ elaborado por la consultora Barlovento Comunicación.

La perdida de 100 millones en inversión publicitaria sitúa los ingresos de la TV en niveles de 2015

Si descontamos de ese tiempo el contenido que vemos en diferido y el que ven nuestros invitados la cifra baja hasta los 206 minutos. En otras palabras, a niveles de 1993 y 1994. Lejos de alarmarse, Barlovento explica que en aquella época ni había la misma cantidad de cadenas ni habían entrado en juego las plataformas de pago o el streaming.

La inversión publicitaria es el otro problema. Las marcas y anunciantes prefieren gastarse el dinero en televisión antes que en internet o en los periódicos. Sin embargo, este año la televisión ha perdido 100 millones en publicidad. En el estudio, Barlovento asegura que la tele gratuita y en abierto debe reinventarse con “una oferta innovadora que realmente sorprenda e interese a la audiencia”.

Telecinco, líder en un año polémico

Por octavo año consecutivo, Telecinco ha vuelto a coronarse como la cadena más vista por los españoles. Lo hace tras unos últimos meses complicados. Una sentencia del Tribunal Supremo puso fin en octubre a la emisión de Pasapalabra, concurso insignia de la cadena. Pero lo peor estaba por llegar. La presunta violación a una concursante de Gran Hermano provocó una fuga de anunciantes y un aluvión de críticas al formato. Tal fue el revuelo que Mediaset ha aparcado por ahora el estreno de la nueva edición del reality para calmar las aguas. Los escándalos no han evitado que Telecinco mejore sus datos de audiencia y lidere la parrilla con una cuota de pantalla del 14,8 %.

No puede decir lo mismo Antena 3, el principal competidor de la cadena de Mediaset, que ha registrado un 11,7 % de cuota de pantalla, empeorando en seis décimas sus datos del año pasado. El tercer puesto del pódium es para La 1. La cadena pública no sólo ha perdido un 1,1% de share, sino que recordará 2019 como el curso en el que marcó su peor dato de audiencia al final de un mes: 8,6 % en julio. IB3, A Punt, TV3, TeleMadrid, Castilla La Mancha Media… Las cadenas públicas autonómicas han corrido otra suerte: 8,2 % de share, el mejor dato anual en seis años.

Frente a la caída del consumo tradicional está el auge de la televisión de pago. En 2019 ha llegado a 6,8 millones de hogares y a 18 millones de potenciales espectadores. Una de las razones por las que el pago goza de buena salud es por el gran despliegue de Fibra Óptica en España. Sin embargo sólo representa 1 de cada 4 minutos que dedicamos a ver televisión.

Y es que tan sólo un tercio de nuestro tiempo lo dedicamos al consumo de canales creados para este formato. El resto de contenidos que ven los espectadores a través de las redes de pago son, precisamente, programas y cadenas de la televisión abierta. El mercado de pago lo lidera Movistar, con 4.105.000 millones de suscriptores, seguida por Vodafone (1.297.000) y Orange (617.000).

El consumo en la red representa otra de las opciones de los espectadores. En octubre los españoles dedicaron 40 minutos al consumo de vídeos, uno menos que el mismo mes del año anterior. YouTube, UPROXX, VEVO, Broadband TV y Atresmedia fueron las opciones favoritas de los internautas.