David Serrano, el dueño de la finca de Totalán donde murió el pequeño Julen, ha comparecido delante de la prensa para dar su relato de los hechos.

El hombre es primo de José Roselló del padre del niño fallecido. Son sus primeras palabras públicas desde le trágico desenlace del accidente que costó la vida al menor de apenas dos años.

“Tengo una niña de dos años que aquel día jugaba con Julen. Podría haber sido mi niña la que cayera en el pozo. No había visto este peligro ahí. No me lo voy  a perdonar” ha dicho sin poder contener las lágrimas.

Serrano ha asegurado que el pocero encargado de la prospección no cerró el hoyo pero que los trabajos se iban a acometer. El mismo día en el que Julen cayó habría taponado el pozo con bloques de hormigón. Según sus declaración, el pozo habría servido para implantar una plantación de aguacate y no para construir una vivienda llegar. El hombre podría enfrentarse a la acusación de homicidio por imprudencia.

Serrano ha relatado que la Guardia Civil no dio crédito al principio a la caída y que estuvieron investigando si Julen se encontraba en otros lugares hasta que se encontraron restos biológicos en el pozo.

El pasado 13 de enero Julen cayó en un pozo ilegal profundo 70 metros en su finca de Totalán. Las labores de rescate tardaron dos semanas en dar con el niño. El cuerpo de Julen fue encontrado sin vida por los efectivos de la Brigada de Salvamento Minero el 26 de enero alrededor de las 1:30 de la madrugada.