Cartel de búsqueda de Miriam, Toñi y Desirée, las niñas de Alcàsser
El pasado 24 de junio, una pareja paseaba por el paraje en el que fueron hallados los cadáveres de Toñi, Desirée y Miriam, las niñas de Alcàsser, cuando encontraron restos óseos en el interior de la fosa del paraje de Tous donde aparecieron los cuerpos de las chicas.
Pese a que en un principio todas la pesquisas apuntaban a que se trataba de restos animales, la Unidad de Antropología Forense del Instituto de Medicina Legal de Valencia ha determinado que los restos corresponden a cuatro trozos de falange humana.
Según ha adelantado Las Provincias, la Guardia Civil ha abierto una investigación que deberá determinar en última instancia si los restos humanos corresponden a alguna de las tres víctimas del crimen que conmocionó a la sociedad española hace 27 años.
Por el momento, no se ha podido determinar ni el sexo ni la edad de los pequeños huesos hallados en el terreno donde Antonio Anglés -fugado- y Miquel Ricart -en libertad tras cumplir 20 años en prisión- violaron, torturaron y asesinaron a Toñi, Miriam y Desirée.
Está pendiente que el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, encargado del sumario del caso, ordene ahora el cotejo del ADN de los huesos con el de las niñas de Alcàsser. Ya hace dos años, el mismo juzgado hizo lo propio con una pieza dental hallada también en el mismo paraje, aunque el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil no logró entonces obtener información genética dado el deterioro de los restos.
El hallazgo coincide con la emisión de una serie documental en Netflix que abarca el tratamiento informativo que se dio a uno de los casos más mediatizados que se recuerdan.
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