Después de once días de juicio, este sábado el jurado popular ha emitido finalmente el veredicto contra José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, por el asesinato de Diana Quer el pasado 22 de agosto de 2016.

El veredicto esgrime que el asesino es culpable de un delito de detención ilegal, agresión sexual y asesinato de la joven. Pero no la violó. En concreto, el fallo recoge que Abuín realizó "actos de contenido sexual que no se han podido determinar", un factor que se estimaba clave para decretar la prisión permanente revisable.

Existe matices que diferencian una condena por agresión sexual de otra por violación que, en este caso, resultaban absolutamente determinantes para establecer el volumen de la pena.

En concreto, el delito de agresión sexual -por el que ha sido condenado Abuín- implica atentar y coartar la libertad sexual de la víctima mediando violencia física o intimidación psíquica, que se supone, a su vez, diferenciador entre abuso y agresión sexual. Se trata de un delito tipificado en el Código Penal (Art. 178) con penas de entre uno y cinco años de prisión.

El delito de violación, por contra, implica un agravante del de agresión sexual, que consiste en el "acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías". Aparece recogido en el artículo 179 del Código Penal, para el que se establecen entre seis y 12 años de prisión.

El cadáver de Diana Quer estuvo sumergido en el agua durante 500 días, en un pozo situado en una nave abandonada de Rianxo. A consecuencia de ello, se borró cualquier rastro y frente a la solicitud de prisión permanente revisable, la tesis de la defensa ha primado: si no hay semen, no hay ADN y, por tanto, no hay pruebas de que Abuín violara a Diana Quer.

Este asunto ha sido central durante todo el juicio y ha dado pie a los momentos más relevantes del caso. Así sucedió el pasado 21 de noviembre cuando uno de los peritos, José Blanco Pampín, conmocionó a la sala al hablar de la existencia de un "edema en los labios mayores" compatible con un acto de "violencia sexual".

El dato, que contradecía al de otros peritos y en especial al de Fernando Serrulla, que dirigió al equipo de forenses del Imelga que examinó en primer lugar el cadáver, llevó al magistrado a solicitar un careo entre ambos profesionales.

En ese cara a cara, tenso, Serrulla aclaró a Pampín, encargado de la revisión de la necropsia, que lo hallado "no es un edema, sino que se debe a que todo el cuerpo estaba edemizado por la filtración de agua a la dermis". Los peritos no llegaron a ningún punto común, pero la tesis de Serrulla parece haber primado. Ya tras el cara a cara, el propio magistrado recordó al jurado que el presunto hallazgo del edema no había quedado reflejado en el informe de Pampín en la revisión de la autopsia, tal y como informó Diario de Pontevedra.

La acusación, por contra, mantuvo en todo momento que 'El Chicle' raptó a Diana estando ella viva, la violó en la nave de Asados y, tras asesinarla con una brida la metió en el pozo con la única intención de borrar las pruebas. "No estamos hablando de venganza, sino de justicia. Por eso pedimos la prisión permanente revisable", solicitaba el abogado de los Quer.

Tras la resolución del jurado popular, queda ahora en manos del juez Ángel Pantín decidir los años de prisión del asesino.