El Congreso de los Diputados se ha comprometido a no dejar solos a los palmeros y "a no permitir que caigan en el olvido", aportando soluciones y ayudando a resolver "todos esos inconvenientes" que el volcán ha dejado.

Un compromiso que se ha efectuado a través de una declaración institucional que ha leído este jueves el secretario cuarto de la Mesa del Congreso, Adolfo Suárez Illana, y que ha finalizado con un aplauso de los diputados presentes en el pleno.

La Palma, donde el pasado 19 de septiembre entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja, necesita "no solo de solidaridad ciudadana sino de altura política y compromiso, porque no se puede dejar a nadie atrás".

Si algo ha dejado claro esta tragedia, ha continuado el secretario cuarto, es que la sociedad española lo ha sentido como si fuera en carne propia, con donaciones, ayudas e implicaciones de desconocidos: "La sociedad ha dado ejemplo y ahora le toca a las instituciones".

Durante esta lectura, se ha recordado como desde el día en que entró en erupción este volcán, la lava "sepulta historias, secretos, celebraciones, casas, fincas y modos de trabajo".

Para muchos ojos, "las casas son solo casas", pero para los palmeros "es la historia de su pueblo, de su barrio, su cuaderno de bitácoras", igual que "una finca no es solo una finca, es cultura, es trabajo es emprendimiento", ha continuado leyendo Suárez Illana.

De igual modo, La Palma no es solo una isla y es mucho más que la reserva de la biosfera, ha señalado para insistir en que el volcán se lo está llevando todo y que es muy difícil expresar lo que se puede sentir cuando uno cierra una puerta "siendo consciente de que puede que nunca la abrirá más". 

El compromiso por la reconstrucción, ha concluido "ha de ser igual de firme como el de no olvidar, el compromiso social tan fuerte como el político y el compromiso empresarial, tan sólido como el emocional"