Sociedad

La Unión Europea ante el mayor reto humanitario de su historia

Refugiados ucranianos en la frontera entre Ucrania y Polonia en el pueblo de Medyka (Polonia).

Refugiados ucranianos en la frontera entre Ucrania y Polonia en el pueblo de Medyka (Polonia). EFE/Rodrigo Jiménez

Cualquiera de los puntos de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea ha adquirido estos días plenitud de sentido ante la violencia, despotismo y autoritarismo ejercido por Putin en Rusia. Pero el contraste de libertades entre Rusia y la UE no se queda en el papel, la directiva que facilita la residencia a los ucranianos es la puesta en práctica más generosa del artículo 18 -Derecho al asilo- que se ha visto en la historia de la Unión con personas que huyen de la guerra. 

“Estamos viviendo una de las mayores emergencias humanitarias en Europa en las últimas décadas, tenemos que estar preparados para afrontarla. Por ahora la respuesta de las instituciones europeas y de los estados miembros está siendo muy positiva”, asegura Nuria Díaz, coordinadora estatal de Incidencia del Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

La respuesta de Europa no se ha limitado a la ayuda institucional, sino que los ciudadanos de manera espontánea han reaccionado volcándose en enviar ayuda a Ucrania y hasta en ir a buscar refugiados para llevarlos a sus casas. “La situación que estamos viviendo pone de relieve el espíritu solidario de la ciudadanía española y europea y esto es muy importante y hay que ponerlo en valor, somos solidarios y queremos contribuir para que la vida de estas personas mejore, o incluso se salve”, valora Díaz.

La organizaciones sociales de asistencia a refugiados y las organizaciones de ayuda humanitaria alaban la directiva europea que ha puesto el mayor esfuerzo humanitario vivido en el continente desde que existe la Unión Europea, mayor incluso que el que supuso los conflictos de los años 90 de los Balcanes. De aquellas guerras nació la directiva que ahora se ha aplicado por primera vez con la situación de Ucrania. 

La situación que estamos viviendo pone de relieve el espíritu solidario de la ciudadanía española y europea".

Nuria Díaz, CEAR

“Nosotros como organización, igual que otras que trabajan con refugiados, valoramos muy positivamente la activación de esta directiva ya que llevábamos muchos años pidiendo que se aplicase porque garantiza una serie de derechos a las personas que huyen de la guerra que son muy importantes”, señalan desde Accem. 

Esta organización asiste a nivel técnico a los refugiados en el pionero centro de recepción y acogida de refugiados ucranianos de Madrid que ha puesto en marcha el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y que tendrá su continuidad los próximos días en centros similares en Barcelona y Alicante. Se trata de unas infraestructuras que nunca antes se habían desplegado de esta manera. 

“El hecho de que los refugiados puedan moverse libremente por Europa facilitará su reagrupamiento, algo que vimos por el conflicto de Siria que era un problema ya que había miembros de una misma familia residiendo en países distintos sin poder moverse”, añaden desde Accem.

Según datos de ACNUR ya son dos millones y medio de ucranianos los que han cruzado la frontera y otros dos millones de habitantes son desplazados dentro de territorio ucraniano. Nadie se atreve a dar cifras del número de refugiados que pueden llegar a España, pero el ministerio ya dispone de respuesta habitacional para 12.000 personas, 6.000 de ellas aportadas por las comunidades autónomas, y que según fuentes ministeriales han animado a que se vayan buscando más. 

“Los ucranianos van a países donde tienen redes de conocimiento y familiares, sabiendo que en España es el tercer país de destino de los ucranianos hasta ahora y es un país con una amplia comunidad que desde hace siete años ha ido aumentando progresivamente, entendemos que será un país al que decidirán venir muchos”, afirman fuentes de Accem. 

Un hombre pasea delante de unos edificios en ruinas en la localidad  de Borodyanka cerca de Kiev.
Un hombre pasea delante de unos edificios en ruinas en la localidad de Borodyanka cerca de Kiev.

Crisis humanitaria en Ucrania

Manuel Sánchez Montero, director de Incidencia en la Fundación Acción Contra el Hambre, conoció las crisis humanitarias de las guerras yugoslavas de final de siglo que marcaron la directiva que ahora facilita la residencia de los ucranianos que huyen de las bombas. Según su análisis, vamos a tener una crisis de larga duración “posiblemente nos enfrentemos a un conflicto enquistado con difícil solución y con un impacto en la población de alta intensidad y duración”.

Para Sánchez Montero la crisis humanitaria que afrontamos tiene un “gran componente de desprotección en la población, porque hay una violencia muy fuerte con una táctica militar en el que la población civil es el principal objetivo y es un conflicto muy urbano en lugares con alta densidad de población”. Este es el epicentro de está crisis humanitaria, los millones de ucranianos que no van a salir de su país. “ De 44 millones hay dos fuera, pongamos que llega a 10 millones, dentro seguirán entre 20 y 25 millones de personas con importantes necesidades humanitarias”, afirma este experto en materia humanitaria.

España tiene la oportunidad de desarrollar un importante papel en materia de diplomacia humanitaria" .

MAnuel Sánchez, Fundación Acción Contra el Hambre

“Dentro de Ucrania estará el porcentaje más alto y la mayor cantidad de necesidades que vamos a tener; es una crisis de alta intensidad de vulnerabilidad. Creemos que se van a crear un alto nivel de necesidades en todos los ámbitos. Se están destruyendo las infraestructuras como agua, luz y un problema de inseguridad alimentaria alimentaria y difícil subsistencia de la gente está varada donde se produce el conflicto ” , mantiene Sánchez Montero.

Ante esta situación este técnico humanitario considera que la diplomacia humanitaria tiene que entrar en juego. Se debe poder acceder a esa población para asistirla y eso sólo se puede hacer dialogando con las dos partes para que lo faciliten. En este sentido afirma que “España tiene la oportunidad de desarrollar un importante papel en materia de diplomacia humanitaria”.

La guerra de Putin en Ucrania está concentrando toda la actividad diplomática y humanitaria de los países que se han puesto del lado de los ucranianos, y esto deja descubiertos otros países con iguales o peores situaciones. “Estamos muy preocupados de que Ucrania es el epicentro de la atención del mundo, pero hay más crisis y más refugiados que están teniendo problemas para entrar en el ámbito europeo. Los recursos están yendo para allí, pero vemos como se recortan recursos de otros lugares, algunos incluso más urgentes como el caso del Sahel donde hay un problema de inseguridad alimentaria que afecta a 30 millones de personas”, recuerda Sánchez Montero.

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