El Real Madrid defiende cetro de campeón. Lo hace, además, con la misma inercia con la que acabó la temporada pasada. El conjunto dirigido por Carlo Ancelotti conquistó un nuevo título tras pasar por encima del Eintrach Frankfurt y llega al nuevo campeonato nacional liguero con la firme idea de revalidar el título que levantó el pasado mayo.
Pero a pesar de que es el equipo de la Castellana el vigente ganador de LaLiga, la ilusión parece haber cambiado de ciudad y se ha instalado en Barcelona. Los azulgrana se han movido en el mercado de fichajes como hacía tiempo que nadie lo hacía y Joan Laporta ha conseguido llevar hasta el Camp Nou a nombres tan importantes como Lewandowski, Koundé o Raphinha, además de conseguir la renovación de Dembélé.
Estas contrataciones, eso sí, no han estado exentas de polémicas y la dirección ejecutiva del Fútbol Club Barcelona ha echo encaje de bolillos para poder anunciar los fichajes. Joan Laporta y su equipo han activado una serie de palancas financieras (palabras que se han puesto de moda en el mundo del fútbol estos meses) para asegurarse liquidez. La entidad deportiva ha vendido una serie de activos, tal y como ya contó este periódico, como los derechos televisivos o una participación de su filial audiovisual y recibir alrededor de 200 millones de euros al instante.
Ingeniería financiera que está siendo examinada por LaLiga y que, por eso, el Xavi Hernández no podrá contar con todos los fichajes en su debut liguero frente al Rayo Vallecano en la primera jornada.
Mientras tanto, el Real Madrid se ha reforzado con dos incorporaciones, tras la negativa de Mbappé a vestir de blanco. Florentino Pérez ha conseguido fichar a Touchameni, una de las grandes promesas del fútbol francés, y a Rüdiger, una de las piezas intocables del Chelsea campeón de Europa.
El Atlético de Madrid, por su parte, ha vuelto a despertar ilusión en su hinchada tras una prometedora pretemporada en la que ha ganado todos sus choques y ha dejado grandes sensaciones, con Morata a la cabeza. El delantero español ha regresado a la disciplina de Diego Pablo Simeone tras su periplo en Italia.
A pesar de que tenía prácticamente la taquilla del vestuario cerrada, los goles de este agosto le han servido para ganarse la confianza del argentino. Aunque del club colchonero todo se puede esperar y no es descartable que en los últimos días de mercado se produzcan movimientos. La parroquia rojiblanca espera, a su vez, la consagración de Joao Félix y la esperanza de recuperar a Griezmann, que no tuvo su año la pasada campaña.
Un mercado marcado por la austeridad
Salvo el derroche del Fútbol Club Barcelona, que se ha jugado su futuro económico a una sola carta, los otros equipos de LaLiga han buscado la austeridad y han pisado el freno en las inversiones de jugadores.
De hecho, Sevilla o Villarreal, los otros candidatos a disputarle el campeonato algún año a Real Madrid, Barcelona y Atlético, no han cerrado grandes incorporaciones. Tan solo el club hispalense anunció un nombre de campanillas y esta semana se anunció el fichaje de Isco Alarcón.
El Betis, por su parte, sigue con su luna de miel y pretende cerrar el regreso de Héctor Bellerín para poder asaltar la cuarta plaza y acabar en los puestos de Champions League.
Año de mundial
Esta temporada, además, será inédita. Por primera vez en la historia del fútbol se va a disputar un Mundial en invierno debido a las condiciones climatológicas de Qatar. El máximo torneo a niveles de clubes se disputará entre noviembre y diciembre, lo que ha provocado que las principales ligas arranquen antes.
La disputa de la Copa del Mundo a mitad de temporada ha supuesto modificar calendarios, como se mencionaba anteriormente, y la preparación y planificación deportiva. De hecho, muchos jugadores se han quejado de la carga de partidos que supondrá este cambio de fechas.
España tendrá un grupo relativamente fácil salvo el partido de Alemania, si bien la selección germana no atraviesa sus mejores momentos. Luis Enrique estará atento al devenir de las primeras diez jornadas, determinantes para conocer la lista de convocados de los hombres que pueden traer la segunda estrella hasta el pecho de la camiseta de la Selección española.
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