"Sentía que estaba en una urna de cristal y que nadie podía llegar hasta mí. Era una sensación asfixiante, de sentirte muy extraño, de vacío. No sabía qué hacer y no sabía quién era. Y que te preguntes eso con 19 años da mucho miedo". Las palabras de Gabriela Delgado sirven para hacer visible un problema que está en aumento, pero también para derribar tabúes y mitos, porque tiene tan sólo 20 años. Y es que la soledad es un problema transversal que, como ella misma explica, te va "apagando" poco a poco hasta que no sabes encontrar el camino de vuelta.

La joven intervino para contar su historia en un acto organizado este martes por el Colegio de Psicólogos de Madrid, donde se presentó el proyecto ‘Hablemos de... Soledad No Deseada’, una iniciativa que busca poner sobre la mesa este problema para establecer un debate que pueda encontrarle soluciones.

Justo el día antes la plataforma Nextdoor y el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada – SoledadES de la Fundación ONCE ya habían presentado su informe 'El coste de la soledad no deseada en España’. Dos proyectos con distintos enfoques, que juntos sirven para radiografiar la situación de la soledad en España.

Según datos del Observatorio, la soledad no deseada afecta al 13,4% de la población en España, siendo más habitual en las mujeres (14,8%) que en los hombres (12,1%). El caso de Gabriela, lejos de ser anecdótico, sirve para ilustrar una tendencia. Y es que, según los datos del Observatorio, el 21,9% de los jóvenes entre 16 y 24 años se siente solo, la cifra más alta entre los distintos segmentos poblacionales.

La razón para comenzar a sentirnos solos está en el 79,1% de los casos en 'causas externas' a nosotros (57,3 % por falta de convivencia o apoyo familiar y social, 11,1 % por causas laborales, 8,6 % por aislamiento debido al entorno y 2,1 % por cuidar de otras personas). En los casos restantes (19,1%) el informe recoge que el origen está en 'causas internas', intrínsecas a la persona, donde el 12,7 % de las personas afirman sentirse así por dificultad para relacionarse con los demás y el 6,4 % por mala salud personal. Y otro aspecto a tener en cuenta: casi un 20,8% de las personas en esta situación tienen algún tipo de discapacidad, principalmente de movilidad y de visión.

Las personas en situación de soledad no deseada presentan mayor prevalencia de enfermedades, en especial en aquellas como depresión, ansiedad crónica y enfermedades cardíacas. También consumen más tranquilizantes, relajantes, antidepresivos, estimulantes y medicinas para el corazón. Y hacen un mayor uso de los servicios sanitarios, tanto de las urgencias como de los médicos especialistas.

Las mil caras de la soledad

Durante la presentación del proyecto del Colegio de Psicólogos de Madrid además de Gabriela intervinieron más personas para relatar sus experiencias y la manera que tuvieron cada una de abordar la soledad, hacerle frente y lidiar con ella. Cada uno de ellos aportó un enfoque distinto y nueva cara del problema, que sirve para demostrar que puede afectar a cualquiera.

Fue el caso de Raimundo, un jubilado de 81 años que explicó que se quedó viudo el año pasado después de perder a su pareja, con la que llevaba 53 años casado. "Piensas que qué pintas tú en este mundo. Que ya tienes la misión cumplida y que eres un estorbo para tus hijos que ya tienen su vida, y que lo que tienes que hacer es morirte", relató durante su discurso.

Pero consiguió sobreponerse a esos pensamientos y buscar ayuda en distintas organizaciones. Y acabó encontrando un grupo de "grandes amigos": "Nos reunimos un día a la semana para hablar de todo y contar batallitas. Las personas que estamos solas lo necesitamos. Necesitamos hablar y que nos escuchen y distraigan. No se puede educar a los viejos, pero sí ilusionarnos, entretenernos y hacer algo que nos produzca alegría. Ahora uno va tirando como puede".

Dolores no es viuda, pero el alzheimer ha convertido a su marido Ángel en otra persona completamente distinta: "Ya no tengo a mi compañero del día a día. Lo he perdido, aunque esté ahí. Cuando estábamos bien hacíamos de todo, pero se acabó. Y eso te va aislando. Gracias a mis hijas puedo escaparme, pero son pocas ocasiones. Por suerte, desde que busqué una asociación de familiares afectados por esta enfermedad estoy menos sola. Cuesta, pero es la única salida".

Impacto económico

En el pasado diversos estudios ya ahondaron sobre el impacto a todos los niveles que produce la soledad. Y las conclusiones fueron que pone en riesgo la salud mental y la física, y aumenta la probabilidad de muerte prematura. Ahora, el nuevo informe del Observatorio añade que el 22,9% de los encuestados afirman que se sienten solos durante todo el día, y que de media las personas que están en situación de soledad no deseada llevan aproximadamente seis años sufriéndola.

El estudio calcula que la soledad no deseada "representa un coste total de 14.141 millones de euros anuales en nuestro país, el 1,17% del Producto Interior Bruto (PIB) de España para el año 2021". La estimación es que los costes derivados por la frecuentación de los servicios sanitarios y por el consumo de medicamentos superan los 6.000 millones, y los asociados a pérdidas de productividad se sitúan por encima de los 8.000 millones.

A ello, le suman lo que ellos llaman "costes intangibles", que son aquellos que provocan una reducción en la calidad de vida por el sufrimiento "físico y emocional". Se dividen en dos: los derivados de muertes prematuras y los que nada tienen que ver con la mortalidad. Para cuantificarlos, introducen una nueva variable, los AVAC (Años de Vida Ajustados por Calidad), que son los años de vida que se pueden disfrutar con buena salud. 

"La soledad no deseada genera una reducción en la calidad de vida no asociada a la mortalidad equivalente a más de 1 millón de AVAC", explican desde el Observatorio. Y añaden: "Las muertes prematuras equivaldrían a una pérdida anual de casi 18.000 AVAC. Así, la pérdida total que la soledad no deseada produce en la calidad de vida de las personas representa el 2,79% de los años de vida en buena salud totales de la población española mayor de 15 años