Su rostro puede verse en las avenidas abarrotadas de tráfico de Dubái, a los pies de los rascacielos que dibujan su 'skyline'. Pep Guardiola ha amasado una fortuna como reclamo publicitario en los países del Golfo Pérsico. Desde hace meses protagoniza la publicidad de una entidad financiera de Emiratos Árabes Unidos, donde sirve para vender la promesa de una vida de lujo e inversiones, y ha sido embajador del Mundial de fútbol de Qatar, un torneo que Amnistía Internacional califica directamente de "vergüenza".

Su acumulación de contratos en un rincón del planeta donde los derechos laborales de los migrantes más humildes o la falta de libertades centran la polémica ha suscitado las críticas de las organizaciones de derechos humanos. "Guardiola tiene una curiosa posición en lo referido a los derechos humanos. Por un lado, puede tener principios y ser franco cuando los temas le son cercanos, pero por otro lado está feliz de aceptar dinero para promover o trabajar para algunos de los estados más abusivos del mundo", denuncia a El Independiente Nicholas McGeehan, director de Fair/Square, una de las ONGs que ha investigado en las entrañas del calvario laboral que padecen los migrantes asiáticos o africanos en Qatar o Emiratos.

Madrid, Alsasua, Catalunya… siempre estaré ahí para defender los derechos humanos

El entrenador del Manchester City, propiedad de la familia real de Abu Dabi, ha encontrado un filón entre las monarquías del Golfo, al calor de sus petrodólares. El ex del Barcelona pasó dos temporadas en Qatar al final de su carrera como jugador, entre los años 2003 y 2005. "He vivido allí, fueron muy insistentes, y por la forma en que me atendieron decidí aceptar", declaró Guardiola cuando se convirtió en embajador de un Mundial del que ahora tratan de desligarse figuras como el ex presidente de la FIFA Joseph Blatter, que ha reconocido esta semana que fue "un error" elegir a Qatar como sede de la competición.

La hemeroteca no deja en buen lugar a Guardiola, autoproclamado en el pasado "defensor de los derechos humanos". "Madrid, Alsasua, Catalunya… siempre estaré ahí para defender los derechos humanos", declaró en 2019 cuando el clásico fue cancelado en mitad de los disturbios por el 1 de Octubre en Cataluña. "En Cataluña hay siete políticos presos y dos activistas condenados a 100 años de prisión. Se necesita ayuda internacional para solucionar el problema Cataluña-España. Creo que Europa y Gran Bretaña deberían dar un paso en el conflicto de Cataluña. Leeré todos los manifiestos para defender los derechos humanos", manifestó.

Guardiola, en su última campaña publicitaria.

Reclamo de una entidad financiera en Dubái

La realidad es bien diferente. Guardiola, muy apreciado en los círculos del independentismo catalán, no ha alzado la voz para protestar por la situación de los derechos humanos en países como Emiratos, que le paga su astronómico sueldo, ni Qatar, con el que ha mantenido contratos de imagen publicitaria. Esta semana, siguiendo los pasos de Blatter, el ex jugador del Barcelona ha expresado cierta incomodidad por la celebración del torneo en estas fechas. "Tenemos un Mundial loco y los jugadores no pueden descansar", manifestó. "Los jugadores tienen un ojo puesto en el Mundial. Si te lesionas contra el Brentford, no va a cambiar nada en cuanto a ganar la Premier League o no, pero te vas a perder el Mundial", deslizó.

El catalán avanzó hace unos días que verá los partidos en casa y que, en ningún caso, se desplazará a Qatar. "La mejor manera de disfrutar de los partidos del Mundial es en casa con vino tinto", apuntó. "Tendremos una o dos semanas de descanso y luego trabajaremos aquí, quizá vayamos a Abu Dhabi, quizá organicemos un partido amistoso", añadió.

Pep Guardiola, la leyenda del fútbol español e icono del deporte, presume la empresa

Guardiola es un valor cotizado en la península Arábiga. Su última campaña publicitaria data de hace apenas unos meses, cuando prestó su imagen para promocionar Credit Financier Invest (IFC), un grupo financiero con oficinas en Dubái, Londres o Beirut que promete inversiones bursátiles con alto rendimiento. "Estamos encantados de compartir con ustedes nuestro último anuncio con nada menos que Pep Guardiola, la leyenda del fútbol español, icono del deporte y nuevo embajador global de la marca CFI Financial Group", señaló entonces la compañía.

La empresa presumía del lanzamiento de "su campaña global con Guardiola, considerado por muchos como uno de los mejores entrenadores de fútbol de todos los tiempos". Guardiola -que participa en varias escenas donde el lujo no se disimula, desde una mesa de billar a una piscina interior- insta al espectador a no dejar pasar las oportunidades e invertir. "No tome la decisión fácil sino la mejor", explica. "Y luego relájate", agrega.

Imagen de un trabajador en un estadio de Doha. EFE

Esclavitud moderna

Un espejismo para grandes fortunas que no casa bien con la situación que sufren los millones de migrantes procedentes de Asia o África que trabajan por sueldos paupérrimos en las petromonarquías del Golfo. En un informe publicado esta semana, la ONG británica Equidem reúne el testimonio de trabajadores migrantes de África y Asia empleados como obreros de la construcción y guardias de seguridad en los estadios del Mundial.

Con sus propias palabras, detallan los esfuerzos realizados por sus empleadores para encubrir o eludir las investigaciones sobre las muertes de los trabajadores, la discriminación por motivos de nacionalidad, el robo de salarios, la contratación ilegal, el trabajo forzoso, la sobrecarga de trabajo, la violencia en el lugar de trabajo, los riesgos para la salud y la seguridad, y las prácticas utilizadas por los contratistas para crear una mano de obra cautiva y controlable.