La Selección Española de Fútbol vuelve a tener motivos para soñar. Después del atracón de éxitos cosechados entre 2008 y 2012 con la consecución de dos Eurocopas y un Mundial, el combinado español cree de nuevo en sus posibilidades de hacer algo grande. Atrás quedan los fracasos de Brasil y de Rusia, donde la actuación de España apenas permitió que los aficionados cogieran el gusto a la competición. Dos victorias en ocho años y dos generaciones mundialistas que ni si quiera se asomaron a los fatídicos cuartos de final. Sin embargo, el rejuvenecimiento llevado a cabo por Luis Enrique, consolidado con una Eurocopa más que digna en la que España rozó la final, ha devuelto la ilusión a los seguidores y sobre todo a los futbolistas, convencidos de que la gloria en Qatar no está tan lejos.

El encaje de España entre las favoritas a levantar la Copa del Mundo en la final de Lusail es complicado. La Selección no es la constelación de estrellas formada por los Casillas, Ramos, Xabi Alonso, Iniesta, Torres, Villa, Xavi Hernández y compañía. La mayor virtud del equipo es la fuerza del colectivo, enriquecido con las individualidades de talentos como Pedri, Asensio o Ansu Fati que pueden marcar el camino en los momentos decisivos. El bloque liderado por Luis Enrique sustenta su poder en el protagonismo de sus componentes cuando tienen el balón y en la actitud de los mismos a la hora de recuperarlo, lo que le ha valido para llegar a la cita mundialista como una de las candidatas.

La inercia positiva que arrastra la Selección en la previa de este Mundial es completamente distinta a la de su última participación en el torneo. Pese a que la lista de convocados para Rusia contaba con nombres de mayor calado en el panorama futbolístico, muchas de las esperanzas españolas se diluyeron con la destitución del entrenador a 48 horas del debut. La situación actual es completamente distinta. La Real Federación Española Fútbol (RFEF) respalda al máximo al técnico asturiano, capaz de hacer competir a España con los equipos de mayor nivel sin contar con una generación de futbolistas como la de años anteriores, en la que varios jugadores encabezan la lista de mejores jugadores del mundo en su puesto.

Las posibilidades de España en el Mundial de Qatar 2022

A diferencia de 2010 y 2014, España no llega al Mundial con la presión de "tener que ganar". Aunque la Selección pertenezca al grupo de equipos llamados a llegar más lejos en Qatar, no tiene la presión del favoritismo absoluto, palpable en Sudáfrica -más si cabe después de la derrota con Suiza- y también presente en Brasil. Una de las cualidades de España es la posibilidad de plantar cara a cualquier rival, mientras que su debilidad más achacada es su fragilidad defensiva, algo que puede ser letal en un torneo de esta dimensión.

La ausencia de veteranos en las filas de España es más que evidente, siendo el plantel de Luis Enrique el tercero más joven de los 32 de Qatar con una media de edad de 25,3 años de sus elegidos, solo por detrás de Ghana y Estados Unidos. Tal y como ha evidenciado el seleccionador español en la rueda de prensa de la víspera del debut ante Costa Rica en Al Thumama, no le preocupa esta inexperiencia: "Creo que es positivo porque los jóvenes dan energía a la plantilla. Y el staff y los veteranos dan la experiencia necesaria al equipo".

España no se pone techo en Qatar, pero tendrá que ir paso a paso. Como explicó en una de sus intervenciones en Twitch Luis Enrique, el primer objetivo es superar la fase de grupos y a partir de ahí luchar y soñar. El estreno frente a Costa Rica se antoja como una cita trascendental, ya que España no logra ganar en su estreno mundialista desde 2006. "No hemos sido muy efectivos en esta primera cita de cada Mundial y queremos cambiar esa racha", apuntó el asturiano en su retransmisión en directo de anoche. Un tropiezo con los ticos pondría a la Selección en una situación de extremo riesgo, con Alemania como próximo rival y con Japón esperando para cerrar la primera fase.

El inicio de la competición, más aún con un equipo lleno de noveles, puede ser muy determinante para el destino de España en un Mundial en que la selección liderada por Luis Enrique ha vuelto a ilusionar después de un ciclo histórico cerrado con ocho años de travesía. "La energía se transmite y la sentimos muy cerca. Nos centramos en el primer partido y corregimos las cosas que no hemos hecho bien. Jugamos siempre igual, con la misma idea futbolística", sentenció el seleccionador.