El equipo de biólogos encargado de extraer ADN de los pequeños huesos ha enviado las muestras al Instituto de Medicina Legal de Valencia, que va a citar a la madre de Desirée y al padre de Míriam para extraer muestras de saliva y llevarlas a su vez al Departamento de Barcelona del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. De este modo, los especialistas podrán cotejar los perfiles genéticos para comprobar si los restos óseos son los de los cadáveres de las niñas, informa Las Provincias.

El Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, ya tiene una petición escrita en la que se pide que autorice la toma de muestras biológicas a los padres de las menores, a Rosa Folch y Fernando García, madre y padre de Míriam y Desirée, respectivamente. Los padres de Toñi no formarán parte de estas pruebas de ADN porque al cadáver de su hija no le faltaba ningún dedo de las manos cuando los forenses realizaron las autopsias en enero de 1993, según las conclusiones del estudio antropológico.

Si el resultado del cotejo de los perfiles de ADN fuera positivo, se confirmaría que los huesos son de una o dos niñas, por lo que la jueza de Alzira podría ordenar a la Guardia Civil que cribe otra vez la tierra de la fosa para recoger otros pequeños restos óseos que podrían hallarse en el recóndito paraje de Tous. Con esto, se espera esclarecer la procedencia de los huesos humanos sin reabri viejas heridas, ya que los encargados del caso no quieren provocar más dolor en las familias.