Dos agentes de los Mossos d'Esquadra, uno de ellos en prácticas, han salvado la vida a un bebé de 15 días que se estaba ahogando y respiraba muy levemente en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Los hechos ocurrieron el pasado martes al mediodía, hacia las 12.30 horas, en los Juzgados de L'Hospitalet cuando la patrulla, que se encontraba haciendo tareas de vigilancia.

Uno de los agentes escuchó los gritos de una mujer que corría "desesperadamente" hacia ellos pidiéndoles ayuda urgente porque en el vestíbulo del edificio había un recién nacido que casi no respiraba y estaba muy grave. Inmediatamente, los agentes corrieron hacia los juzgados, a la vez que pidieron la activación urgente de una ambulancia para asistir al bebé.

Cuando llegaron al vestíbulo, los policías se encontraron a los padres llorando y en estado de shock y al bebé sin apenas mostrar signos de reacción, lívido y aparentemente sin respirar. Rápidamente, cogieron al bebé, lo apoyaron decúbito prono sobre la rodilla de uno de los agentes y le comenzaron a dar pequeños golpes en la espalda, mientras le iban pulsando suavemente el estómago.

El bebé empezó a mover los brazos

Después de unos tres minutos de maniobras de rescate, los agentes vieron cómo el bebé empezó a mover los brazos y las piernas y cómo lentamente iba mejorando. Poco tiempo después llegaron los equipos médicos, que realizaron una primera valoración de la criatura, y los mismos agentes lo llevaron hasta la ambulancia, donde el bebé ya empezaba a respirar con normalidad y abrió los ojos.

Al día siguiente, los agentes contactaron con los padres para asegurarse de que el recién nacido se había recuperado del todo. Además, ayer por la tarde los policías se acercaron hasta la casa de la familia y le regalaron el oso Pau, un peluche de los Mossos para que tuvieran un buen recuerdo de la actuación de los agentes para salvar la vida de su hijo.