El cuerpo de una mujer ha sido hallado en el interior de una serpiente pitón de siete metros de longitud, un día después de su desaparición. Los vecinos de la zona mataron y abrieron al animal, según la información de la Policía local.

Jahra, de 54 años, desapareció el pasado domingo en una aldea rural del distrito de Betara, en el sur de Indonesia, y ni su familia ni sus vecinos tuvieron noticias de ella hasta que los lugareños recuperaron su cadáver del estómago de una serpiente pitón de casi siete metros de longitud, según han informado fuentes policiales.

Las autoridades iniciaron una operación de búsqueda junto a los lugareños después de que el marido de la víctima halló algunas de las pertenencias de su esposa, entre ellas una sandalia, un cuchillo, un pañuelo y una chaqueta, en una plantación de caucho.

En la mañana del lunes, los agentes localizaron a una "serpiente pitón grande", de casi siete metros de largo y con el estómago hinchado, por lo que sospecharon que el animal podía haber atacado a la mujer.

"Al abrir el estómago a la serpiente, resultó que efectivamente había una mujer y se comprobó que era Jahrah", señala el documento oficial. La Policía hizo un llamamiento para que las personas estén "más atentas" a la posible presencia de animales salvajes mientras trabajan en campos o plantaciones.

¿Qué es una serpiente pitón y cuál es su comportamiento?

Más allá de lo que aparece en las películas, la serpiente pitón (Pythonidae) es un tipo de serpiente bastante dócil, aunque sí que pueden atacar al sentirse amenazadas o en peligro. En el mundo hay casi 4.000 tipos de serpientes y esta es solo una de de ellas, caracterizada por ser de gran tamaño (aunque no muy pesadas) y ser constrictoras, es decir, que cazan estrangulando a su presa y por lo tanto, no son venenosas.

Algunos tipos de serpiente pitón pueden llegar a medir 8 metros de largo y 100 kg de peso, por lo que son capaces de acabar con presas de gran tamaño. Aunque no suelen despedazar a sus presas antes de comérselas, esto no es problema para ellas, ya que son capaces de engullir grandes especímenes mucho más grandes que ellas.

Según un reciente estudio sobre serpientes publicado por Integrative Organismal Biology, la piel superelástica entre las mandíbulas inferiores sería la explicación de cómo la serpiente pitón, en concreto la birmana, es capaz de tragarse presas seis veces por encima de su tamaño. En concreto, estos reptiles son capaces de ingerir al completo ciervos y caimanes, por ejemplo.

Esta capacidad única las convierte prácticamente en los reyes de los ecosistemas en los que viven. "Una vez que esas pitones alcanzan un tamaño razonable, son prácticamente sólo los caimanes los que pueden comerlas", dice Bruce Jayne, coautor del estudio y biólogo evolutivo de la Universidad de Cincinnati. "Y las pitones se comen a los caimanes”.