La playa de Rockaway Beach, una de las más icónicas de Nueva York, ha sido cerrada hoy por las autoridades tanto a bañistas como a practicantes de surf tras el ataque de un tiburón registrado ayer, según informa hoy el Departamento de Parques que gestiona las playas.

La policía patrullará la playa para obligar a todos los bañistas a quedarse fuera del agua, mientras que lleva a cabo la vigilancia aérea en busca de los escualos.

Ayer, una mujer de 65 años sufrió una aterradora experiencia cuando un tiburón le arrancó un pedazo de carne por encima de la rodilla mientras nadaba en el mar. 

El tiburón le mordió por sorpresa en la pierna izquierda y la hizo caer al agua tras sentir un dolor agudo, según un portavoz policial citado por el portal. La dramática situación llevó a los socorristas a realizar una acción rápida y valiente, aplicando un torniquete en la pierna de la víctima, Tatyana Toltunyuk. Lograron detener el sangrado y salvando así su extremidad. La mujer fue rescatada del agua y atendida por los socorristas antes de ser trasladada a un hospital cercano. Su estado es grave, pero está estable en este momento.

El incidente se convierte en el primer ataque de tiburón que se registra en esta zona en los últimos 70 años.

La policía, como suele ser habitual en estos casos, recordó que "aunque sea un acontecimiento terrorífico, los ataques de tiburones son extremadamente raros", y precisaron que cada vez que se ve un tiburón se incrementan las medidas de vigilancia.

Ya en el fin de semana largo del 4 de julio, tres nadadores y un surfista comunicaron ataques de tiburones, todos de carácter leve, lo que hizo que las autoridades desplegasen drones con cámaras para tener un seguimiento constante de la presencia de estos animales.

Rockaway Beach, por su cercanía a Brooklyn y Manhattan, es una de las playas más accesibles para los neoyorquinos, y de hecho se puede llegar hasta ella en línea de metro.