A pesar del imparable ascenso de los SUV o todocamino, los monovolúmenes siguen gozando de muy buena salud y tienen sus incondicionales adeptos. Lo mismo ocurre con los fabricantes, algunos con bastante experiencia en este tipo de vehículos. Una de estas marcas es Citroën, con bastante tradición en el segmento de los monovolúmenes compactos desde que lanzara al mercado, en 1999, su exitoso Citroën Xsara Picasso. Pero es en 2006 cuando da un golpe de timón al introducir la gama C4 Picasso con dos carrocerías de diferente formato, una de 5 plazas y otra de 7 plazas (Grand C4 Picasso), marcando la diferencia con relación a otros constructores de monovolúmenes compactos. Con esta nueva gama convivió como modelo complementario de acceso, el primitivo Xsara Picasso, que se comercializó en el mercado europeo hasta 2010.

En esta segunda generación de los C4 Picasso y Grand C4 Picasso lucen diseños distintos.

La segunda generación del Citroën C4 Picasso debutó en 2013 con un diseño totalmente innovador y vanguardista, muy en línea con la tradición de la firma. Su frontal, de inédita concepción, se caracteriza porque las luces diurnas de leds prolongan la estrecha calandra, mientras los faros quedan por debajo. Esta segunda generación de los C4 Picasso y Grand C4 Picasso también pone de relieve sus diferencias estéticas desde cualquier perspectiva, con una trasera y un lateral que lucen diseños distintos, específicos para cada uno de ellos. Incluso el frontal, que es la parte que comparten ambos modelos con una mayor similitud, muestra sutiles divergencias a pesar de parecer casi idéntico. Pero como ya han trascurrido tres años desde su lanzamiento al mercado, el pasado otoño la familia C4 Picasso se puso al día sometiéndose a la preceptiva actualización de ecuador de vida comercial.


A nivel de diseño exterior los cambios son muy sutiles, centrándose precisamente en el frontal, que acoge nuevos parachoques, faros y pilotos. Estos cambios han dado lugar a un renovado frontal que, curiosamente, comparten por primera vez las dos carrocerías, la de 5 plazas (C4 Picasso) y la de 7 plazas (Grand C4 Picasso). Se ha buscado una cierta uniformidad sin perder ambos modelos ni un ápice de su personal y distintivo diseño, puesto de manifiesto tanto en el lateral como en la parte trasera. Visto lateralmente, el Grand C4 Picasso se distingue de su hermano de 5 plazas por la caída casi vertical de su portón así como por una tercera ventanilla de generosas dimensiones, mientras queda caracterizado por la moldura que arranca en la base del parabrisas y termina, en forma de ancla, en la citada tercera ventanilla. Además, con una longitud de 4,60 m, resulta 16 cm más largo, una premisa necesaria para acomodar la tercera fila de asientos. Sus rivales hay que buscarlos en otros modelos de 7 plazas de la competencia como, el Volkswagen Touran, Ford Grand C-Max, Renault Grand Scénic, Opel Zafira o Kia Carens.

La actualización del Grand C4 Picasso también ha introducido elementos como, el portón trasero eléctrico manos libres, que se abre automáticamente pasando el pie por debajo del paragolpes trasero, o el sistema multimedia con navegador 3D Citroën Connect. Tecnológicamente incorpora, entre otros dispositivos, la alerta de cambio involuntario de carril, reconocimiento de señales de tráfico, el sistema de vigilancia del ángulo muerto activo y el regulador de velocidad activo con función stop que actúa en un rango de velocidades entre 30 y 180 km/h. Este regulador activo sólo está disponible para esta versión BlueHDi 150 con cambio automático, y puede detener por completo el coche. También es nuevo, el sistema multimedia con navegador 3D asociado a una pantalla táctil de 7 pulgadas. Compatible con Apple Car Play y Android Auto, cuenta además con la función Mirror Link que proyecta en la citada pantalla el menú del dispositivo móvil conectado.

En el puesto de conducción destaca la luminosidad que procura el parabrisas panorámico de serie.

Como novedad, los tres niveles de equipamiento, Live, Feel y Shine se pueden combinar con varias presentaciones o decoraciones para el interior que dan lugar a cuatro ambientes: el de serie, el Wild Blue, el Beige Duna y el Gris Hype. Además de por un característico equipamiento, estos ambientes se distinguen por los tipos de tapicería así como por la paleta de colores. Para los más sibaritas se propone el Pack Lounge, que incorpora sofisticados elementos de confort como, los reposacabezas envolventes en los asientos delanteros, un asiento de acompañante relax semieléctrico con reposapiés extensible y asiento conductor y del acompañante con función masaje.
Todo el vanguardismo que rezuma el diseño exterior del Citroën Grand C4 Picasso se traslada al interior. Acomodados en el puesto de conducción destaca la luminosidad que procura el parabrisas panorámico de serie, que se puede complementar con un gran techo acristalado. Una de las ventajas que se derivan del cambio automático es que, como la propia palanca o selector pasa a la columna de la dirección, se dispone de una práctica consola central móvil. El salpicadero alberga dos pantallas, situadas en la parte central. La de la parte superior de 12 pulgadas oficia de cuadro de instrumentos, mientras que la inferior es una tablet táctil de 7 pulgadas que agrupa todas las funciones del vehículo.

El habitáculo es un auténtico salón sobre ruedas en el que se dan cita, habitabilidad y modularidad.

El habitáculo es un auténtico salón sobre ruedas en el que se dan cita, habitabilidad y modularidad. Destaca por su gran amplitud y porque parece estar concebido para que toda la familia viaje con un gran confort. La segunda fila de asientos está compuesta por tres butacas del mismo tamaño que pueden desplazarse longitudinalmente y reclinar sus respaldos, mientras que la tercera fila consta de dos asientos que pueden escamotearse bajo el maletero cuando no se necesitan. En este caso, cuando se utilizan 5 plazas del vehículo, el maletero ofrece un generoso volumen de 645 l. Si fuera necesario se puede incrementar este volumen hasta los 704 l desplazando longitudinalmente hacia delante las tres butacas de la fila central. Por el contrario, si no se requiere para los equipajes todo el espacio inicial de carga, entonces los ocupantes de estas plazas de la fila central podrán disfrutar de más espacio para las piernas deslizando sus asientos hacia detrás. En caso de utilizar las 7 plazas, el volumen del maletero se reduce a unos testimoniales 170 l, mientras que con todos los asientos abatidos se obtiene el máximo espacio de carga, cifrado en 1.845 l. Ahora bien, hay que tener en cuenta que las plazas de la tercera fila sólo resultan aptas para niños o para adultos en trayectos muy cortos.

Citroën Grand C4 Picasso BlueHDi 150 AUT
La versión BlueHDi 150 automático del Citroën Grand C4 Picasso monta un propulsor diésel de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla 150 CV y lleva acoplado un cambio automático de 6 velocidades. Es un propulsor con muy buenos bajos, que mueve el vehículo con mucha solvencia tanto si va totalmente cargado como si tiene que desenvolverse en zonas de complicada orografía. Además se muestra muy respetuoso con el medio ambiente gracias a su catalizador adicional (SCR) que reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno. El cambio automático de 6 velocidades es de tipo convertidor de par, por lo que muestra un suave funcionamiento, sin tirones a la hora de cambiar de marcha. Una vez en marcha se comprueba lo bien que filtra la suspensión las irregularidades del pavimento, sin ningún tipo de crujido. Percepciones que ponen de manifiesto el mimo con que trata a sus ocupantes y una buena calidad en su construcción. Pero al notable confort de marcha que propicia la suspensión también se suma el de un buen aislamiento acústico. Su pisada es firme, con un buen agarre que trasmite al conductor seguridad y agrado de conducción. Solo en curvas muy cerradas tomadas a buen ritmo muestra un balanceo más acusado, aunque sin perder la compostura y poniendo siempre de relieve una buena estabilidad. El precio del Citroën Grand C4 Picasso BlueHDi 150 automático en acabado Feel es de 31.650 euros, y con el nivel de acabado superior (Shine) cuesta 33.250 euros.