La noche de París se ha instalado en la Fundación Mapfre. Es la ciudad misteriosa que en 1932 Brassaï (1899-1984) recopiló en París de Nuit (1932) un fotolibro que es uno de los primeros de éxito de la historia de la fotografía. Una serie de imágenes con prostitutas, maleantes, crápulas de todo tipo y paisajes urbanos nocturnos de gran plasticidad que son uno de los grandes ejemplos del alumbramiento del nuevo arte de la fotografía.

La Fundación Mapfre de Madrid inaugura Brassaï una muestra sobre uno de los grandes de la fotografía del siglo XX. Una gran exposición con más de 200 imágenes, provenientes de instituciones de todo el mundo, que cuenta con el comisariado de Peter Galassi, conservador jefe de fotografía del MoMA de Nueva York entre 1991 y 2011.

Gyula Halász nació a finales del siglo XIX en el imperio austrohúngaro. Natural de Brasov,  hoy Rumania, adoptó como nombre artístico Brassaï, que significa de Brasov. Probablemente la única certeza identitaria que le quedara al joven Brassaï cuando después de la Gran Guerra y la desaparición del imperio austrohúngaro se instaló en París con la ambición de ser artista.

Su formación en bellas artes marcará su forma de hacer fotografía, algo a lo que se dedicará porque le servirá de sustento vital. “A Brassaï le llevó un tiempo asumir que su talento artístico real estaba en la fotografía”, explica Galassi. La figura de Brassaï es importante por ser uno de eso fotógrafos que “junto con sus contemporáneos estaban empezando a hacer arte con su fotografía pero sin ser muy conscientes de ello. Estaban inventado un arte”, señala el comisario.

Jean Genet, París 1948

Brassaï hacía fotos para revistas que gracias a la evolución técnica demandaban más imágenes para ilustrar las fotografías. La aparición de la cámara Leica había supuesto una revolución y los fotógrafos se multiplicaron. Pero frente a esos fotógrafos que entre finales de los años 20 y los 30 se lanzaron a captar  movimiento e instantes robados con las cámaras compactas de película, con las que podían disparar muchas más fotos, la mirada de Brassaï se apoyaba en las placas de vidrio en un equipo que tenía que acercarse al objeto fotografiado con un trípode y haciendo uso, además, de flash. “Su fotografía refleja la ambición de hacer obras duraderas de arte”, explica Galassi.

Para Pablo Jiménez Burillo, Director del área de Cultura de Fundación Mapfre “su París nocturno entronca con el París de la bohemia y la pintura y literatura del siglo XIX de Toulouse-Lautrec, Baudelaire”.

Burillo destaca todo el trabajo de Brassaï del que se pueden ver fotos en la exposición, “200 obras que recorren la obra de este fotógrafo excepcional que tardarán mucho volver a verse juntas en una muestra, porque vienen de instituciones de orígenes muy variados”.

De ese trabajo destacan sus retratos para revistas de grandes figuras del arte y la cultura como Henry Miller, Pablo Picasso, Anaïs Nin, Jean Genet o Salvador Dalí. Otra particularidad del trabajo de Brassaï fue su fotografía sobre grafitis. “Fue de los primeros en reconocer una forma de arte en los grafitis y, sin duda fue el primero en fotografiarlos de manera continuada”, explica Galassi.

Brassaï, en la Fundación Mapfre en Madrid desde el 31 de mayo al 2 de septiembre.