Llegó a la fotografía a través de cómic. Estudió bellas artes en Valencia y empezó a hacer un registro visual de todas las cosas que pensaba que, en algún momento, iba a dibujar. “Era en la época analógica, el trabajo de laboratorio me enganchó y empecé a meterme en la fotografía”, cuenta a El Independiente Cristina de Middel (Alicante, 1975).

Así empezó el juego de la alicantina con una profesión en la que se ha instalado en lo más alto cuando el año pasado recibió el Premio Nacional de Fotografía. Cinco años antes, Cristina de Middel era prácticamente una desconocida. Desde el año 2000 trabaja profesionalmente en la fotografía, pero en 2012 triunfó con Afronautas un libro de edición limitada que autoeditó con apoyo de Sala Kursala de la Universidad de Cádiz.



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En Afronautas cuenta y recrea un singular programa espacial que se puso en marcha en lo años 60 en Zambia para ir a la luna. Un hecho tan real como surrealista que le sirvió a la fotógrafa para llegar al estrellato.

“Soy un poco obsesiva con las cosas y siempre he intentado encontrar un punto dentro de las mil familias que hay en la fotografía en el que yo estuviese cómoda y eso me ha llevado a construir algo, tirarlo todo y volver a construirlo todo de nuevo en otro sitio. Esto es un poco lo que me pasó con la prensa, tras dominar el lenguaje, me aburro y me pongo con otras cosas”, asegura.

Sus primeros años de profesión trabajó como fotoperiodista en el diario Información de Alicante, cubriendo de todo, desde ruedas de prensa a hogueras y moros y cristianos. "Cuando Cristina llegó al periódico se notó su contribución, empezó a trabajar de manera distinta, a aportar otras cosas y a romper clichés. Siempre trabajaba en cosas al margen del diario. Además de ser muy culta y muy inquieta, su fotografía tiene un poso de cultura enorme, lo que se nota mucho en las fotos que hace”, asegura Cristina Martínez la responsable de la información cultural del diario.

Fotografías de la exposición 'Los fotógrafos de Magnum entran al juego' comisariada por Cristina de Middel y Martin Parr

 

Protagonista de PHotoESPAÑA 2018

En el momento que atiende a El Independiente acaba de inaugurar una exposición en la que es comisaria junto a Martin Parr, fotógrafo británico de la agencia Magnum. De Middel está en proceso de admisión en la prestigiosa agencia de fotografía. Un club en el que hasta la fecha, de nuestro país, sólo Cristina García Rodero ha podido poner su nombre junto a los de Robert Capa, David Seymour, Henri Cartier-Bresson o el propio Parr. “La evolución de Cristina como artista y como comisaria es extraordinaria y su reputación desde Afronautas es imparable, tiene una energía única y una manera brillante de aproximarse a las cosas”, asegura el fotógrafo cuando le preguntamos sobre De Middel.

Tiene una mirada muy global de la fotografía no tan europea como las generaciones anteriores

La muestra Los fotógrafos de Magnum entran al juego, que acoge la Fundación Telefónica de Madrid y en la que es comisaria junto con Parr, es una de las exposiciones que la fotógrafa ha recibido el encargo de montar dentro de PHotoESPAÑA 2018 (6 junio- 28  agosto). Un privilegio que la organización llama Carta Blanca y que el año pasado ostentó Alberto García-Alix.

“Para este año queríamos invitar a un fotógrafo que fuese mujer y que fuera de otra generación. Cristina surgió rápidamente, es muy representativa de una generación de fotógrafos que ha salido fuera. Es muy conocida internacionalmente, tiene una mirada muy transgresora y es de esa generación que se ha hecho conocida por el fotolibro”, confiesa Claude Bussac, directora de PHotoESPAÑA. Para Bussac, Cristina De Middel, quien se ha movido mucho en festivales de África, Asia y América, “tiene una mirada muy global de la fotografía, no tan europea como las generaciones anteriores”.

Su comisariado en la gran cita de la fotografía española ha sido la apuesta por lo que considera que es la esencia de su trabajo. “Cuando eres comisario usas las palabras de los demás, pero diciendo lo que quieres decir. Para mí es fundamental el sentido del humor el aspecto lúdico de todo, he intentado conservar la ilusión inicial con la que empiezas en fotografía y ese aspecto de exploración en el que no sabes hacia donde vas. Cuando te profesionalizas la relación de dónde estás y a dónde vas es muy directa, ‘vete ahí y haz una foto de la rueda de prensa de tal’, ya se sabe lo que va a pasar. Cuando empiezas a explorar otros campos es un juego, empiezas pero no sabes dónde vas a acabar”.

Para la alicantina esa es la dinámica que lo explica todo “me aburro fácilmente e intento buscar soluciones, experimentar cosas, tener suerte, trabajar mucho y al final bueno, pues aquí estoy”.

Su uso del formato libro ha hecho que su trabajo sea referencial. Hay un antes y un después de la publicación de sus Afronautas

En el punto en el que está se ha convertido en un referente para las nuevas generación de fotógrafos. “El trabajo de Cristina de Middel es muy conocido en los discursos que marcan la fotografía contemporánea porque ha sabido manejarse utilizando unos códigos de comunicación que son de plena actualidad. Su uso del formato libro ha hecho que su trabajo sea referencial. Hay un antes y un después de la publicación de sus Afronautas, hoy en día ese libro es una referencia para fotógrafos que han seguido esa estela de la oportunidad que te puede dar la publicación de un trabajo”, asegura Álvaro Matías, director general de La Fábrica, sello con el que ha publicado sus últimos fotolibros.

“Cristina le da una vuelta a la manera de comunicar una historia que tiene detrás un trasfondo documental y narrativo. Tienen un principio y un fin, utiliza los códigos de comunicación estándar pero ella les da una vuelta al planteamiento, a lo formal. Invita al espectador a adentrarse en el contenido, a jugar con lo que está viendo y hacer interpretaciones ver las cosas desde distintos prismas, asegura Matías que pone de ejemplo su último libro The Perfect Man.

A Cristina de Middel se le quedó pequeño Alicante y con el Premio Nacional de Fotografía podría haber tocado techo en España, donde ya sólo viene a trabajar. Se casó y vive en Brasil, pero viaja constantemente. “Me voy a comprar unas cosas corriendo que mañana me voy a Cuba y son cosas que allí no puedo comprar”, dice De Middel tras la entrevista. Una de tantas que lleva acumulando en los últimos años. ¿Te vas a aburrir de este éxito? “Pues seguramente, casi seguro que sí”.