El Real Madrid logra su tercer Mundial de Clubes consecutivo, el séptimo de su historia, tras vencer al club local Al Ain por 4-1 en el Zayed Sports City de Abu Dhabi, con goles de Modric, Llorente, Ramos y un autogol tras tiro de Vinicius. Una exhibición de fútbol de ataque dio brillo al título de los blancos.

El equipo madrileño ha conquistado este trofeo, de campeón de campeones, en 1960, 1998 y 2002 (cuando se llamaba Copa Intercontinental) y con la actual denominación de Mundial de Clubes en 2014, 2016 y 2017. Supera al Milan, que tiene cuatro títulos.

El Real Madrid cierra así un 2018 triunfal tras conquistar en Kiev su decimotercera Copa de Europa o Champions League al derrotar al Liverpool. En 2017 batió el récord de títulos en un año al sumar cinco.

El equipo de Solari jugó la final con brazalete negro por el fallecimiento este mismo sábado a los 66 años de Ángel Luis Heras, miembro de la Junta Directiva presidida por Florentino Pérez.

El gol de Modric de la primera parte -un zurdazo colocado desde fuera del área- llegó justo después de que, en la otra portería, Sergio Ramos salvara casi en la línea de gol el primer tanto del Al Ain. Los blancos dominaron y tuvieron muchas oportunidades, con Gareth Bale y Lucas Vázquez como principales protagonistas -palo incluido-. También Benzema, sólo en el área, mandó a las nubes una ocasión a pase de Lucas.

En la segunda parte el equipo blanco salió con idéntica intensidad, espectacular chilena de Bale incluida. Benzema disfrutó de otro par de ocasiones a medida que el Madrid se hacía más grande en el campo; y, si había algún problema, allí estaba Marcos Llorente para resolverlo. No sólo eso, sino que suyo fue el zapatazo desde fuera del área que supuso el segundo gol. Una final de consagración para el canterano.

El cabezazo de rigor de Ramos en una final puso el tercero en el marcador. Resultado corto para los blancos, muy superiores al Al Ain.