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Las maravillas de Guatemala, un paraíso natural por descubrir

El país centroamericano, corazón del mundo maya, esconde grandes perlas sin un turismo masivo

Parque Nacional de Tikal en la selva de Petén

Parque Nacional de Tikal en la selva de Petén Ignacio Encabo

En Guatemala hay tanto árbol, pero tanto, tanto, que una investigación de National Geographic con tecnología láser descubrió el año pasado cerca de 60.000 edificaciones mayas ocultas en la maleza. Bajo ese gigantesco manto verde que es la selva de Petén, en la frontera norte con México, hay todo tipo ruinas precolombinas tapadas de las que no se sabe prácticamente nada. Consecuencia de varios siglos dejando a la naturaleza campar a sus anchas.

Guatemala viene de Quauhtlemallan, que significa “lugar de muchos árboles”

Cuando uno sobrevuela Guatemala en avión o conduce de una ciudad a otra por sus angostas y congestionadas carreteras, notará que hay un color que todo lo envuelve. Verde por aquí. Más verde por allá. Algunos tonos más apagados, otros más vivos, pero todo es verde. No en vano, el país tiene árboles hasta en su propio nombre: Guatemala viene de la palabra náhuatl Quauhtlemallan, que significa "lugar de muchos árboles". De hecho, más del 30 por ciento de su territorio está protegido.

Y notará también el visitante que es un gran lugar para escapar del turismo masivo. Un país con una historia milenaria sin hordas de gente armadas con sus palos-selfie. Y sin reclamos de luces de neón. En 2018, Guatemala recibió menos de dos millones de turistas -la gran mayoría americanos- y todavía mantiene ese aroma a virgen del que ya poco o nada queda en lugares semejantes.

Bañada por el Océano Pacífico y por el Mar del Caribe, Guatemala es conocida como "el país de la eterna primavera" por su clima suave durante todo el año. Tiene una biodiversidad tremenda: se cuentan 244 especies de mamíferos, 720 de aves, 245 tipos de reptiles y otros 147 de anfibios. Cinco lagos y 37 volcanes, de los que hay tres activos, dibujan una topografía típica del cinturón de fuego del Pacífico.

Por si fuera poco, tiene una cantidad desmesurada de lenguas. Además del castellano, todavía se hablan 21 idiomas mayas, el garifuna (de descendientes africanos) y el shinka (la única lengua indígena del país que no tiene origen maya). Y todo eso en un país que abarca un poco más que la Comunidad Autónoma de Castilla y León en España.

Cuatro lugares para no perderse en Guatemala

    1. Parque Nacional de Tikal: es uno de los yacimientos mayas más importantes del mundo y ocupa una extensión de 576 kilómetros cuadrados. Situado en Petén, en plena selva, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1979. Para visitarlo, lo más cómodo es viajar en avión desde Ciudad de Guatemala al aeropuerto Mundo Maya, ya que en coche se tardan unas diez horas desde la capital. La zona abierta a los visitantes es amplísima y uno puede pasear entre las ruinas y subir a lo alto de las pirámides. Es la zona que investigó National Geographic con tecnología láser para conocer qué más había oculto en la selva.
    2. Antigua Guatemala: Sin duda alguna, la ciudad más bonita del país. Pequeña, colonial y acogedora, conviene pasar más de una noche en la zona antigua para disfrutar de todo sus esplendor. Custodiada por el Volcán de Agua, ha sufrido terremotos, saqueos y hambruna, pero ahora es junto a Tikal el principal reclamo turístico del país. También fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
    3. Lago Atitlán: situado a dos horas en coche de Antigua Guatemala, este inmenso lago está salpicado de pequeños pueblos arraigados a las tradiciones.  Está rodeado por tres volcanes, el Atitlán, el Tolimán y el San Pedro. Pasear por las aldeas y disfrutar de su tranquilidad, sus olores y colores es un buen aperitivo antes de adentrarse en el mercado de Chichicastenango, un pueblo cercano al lago.
    4. Izabal, el caribe guatemalteco: el Caribe baña una pequeña porción de  terreno guatemalteco, justo entre las fronteras con Honduras y Belice. Puerto Barrios es la ciudad más grande, pero la más pintoresca sin duda es Livingston, un pequeño poblado que fue habitado desde el siglo XVIII por inmigrantes de las islas caribeñas. La mayoría de sus habitantes son del pueblo garífuna, de descendientes africanos.
    5. Volcanes: uno no se puede despedir de Guatemala sin ver de cerca un volcán. En total, el país tiene casi 350 conos volcánicos, pero sólo se consideran volcanes 37 de ellos. Hay tres en actividad, el Santiaguito, el Fuego y el Pacaya y se pueden realizar excursiones a algunos de ellos para contemplar de cerca sus ríos de lava.

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