'Montealto': cuando Telecinco ya no sabe cómo exprimir más a Rocío Carrasco

Telecinco ya no sabe cómo explotar el fenómeno Rocío Carrasco. Primero fue su exitosa docuserie, que se convirtió en el tema de conversación de media España durante días, incluso semanas. El reconocimiento público de sus problemas de depresión, incluso intentos de suicidio, y los malos tratos a los que supuestamente le sometió su exmarido, Antonio David Flores, sacudió conciencias y abrió un debate sobre la violencia de género como pocas veces antes se había dado en España. Incluso la ministra de Igualdad, Irene Montero, se pronunció al respecto.

Todo aquello consiguió niveles desorbitados de audiencia: se calcula que 21.456.000 espectadores han visto en algún momento un trozo de Rocío, contar la verdad para seguir viva. Tan sólo el primer capítulo, emitido el 21 de marzo, atrajo a 3.787.000 espectadores. Demasiado tentador como para dejar de seguir hablando del tema.

Telecinco debió pensar que había encontrado un filón y siguió exprimiendo a su nueva gallina de los huevos de oro. Así, en diciembre llegó el documental El último viaje de Rocío, en el que se vio cómo se trasladaban los 18 contenedores gigantescos que custodian los objetos personales de su madre, Rocío Jurado. Al parecer, las pertenencias de la tonadillera habían estado cerradas durante 13 años. "Desmontar una casa no es nada fácil y menos en un momento en que acabas de perder a tu madre", justificó entonces Rocío Carrasco. "Cualquier persona a la que se la ha muerto un padre o una madre sabe que el peor momento es cuando llagas a su casa y ves que no está allí, que no va a volver".

Sin embargo, explicó, ahora era el momento propicio. "Ahora estoy en un proceso en el que me encuentro más fuerte por todo lo vivido estos meses, me encuentro con un coraje que había perdido", comentó mientras se veía cómo Telecinco movilizaba tráilers e incluso helicópteros para trasladar las pertenencias. De hecho, el traslado sirvió como excusa para cuatro horas de programa. Un homenaje, dijeron que estaban haciendo, e intercalaron antiguas entrevistas con la chipionera con actuaciones en directo en honor de la cantante). Casi al final, entró su hija, Rocío Carrasco, a plató bajo los acordes de "Como una ola", cantada por Adrián Martín. Luego abrieron uno de los contenedores --el número 18-- y Carrasco enseñó uno de los primeros vestidos que había usado su madre en sus actuaciones iniciales. Era un traje de bata de cola con una de las capas de Rocío Jurado hizo icónicas.

Faltaba, claro, abrir el resto de los contenedores y Telecinco, por supuesto, debió pensar que aquello daba para otro programa. Así que idearon Montealto, que se ha emitido esta semana y en donde se reconstruyó la casa donde había vivido Rocío Carrasco con sus padres, Rocío Jurado y el exboxeador Pedro Carrasco. Telecinco llevaba días calentando motores y asegurando que Carrasco haría grandes relevaciones, pero todo quedó en un programa bastante descafeinado y con un toque nostálgico, repleto de trozos de entrevistas antiguos y pedazos de vídeos caseros.

Telecinco ha querido explotar al máximo alguna frase que dijo Rocío Carrasco: que si no tiene relación con su hermana Gloria Camila, que si la relación con muchos miembros de su familia es muy tensa y fría ("A mí me hubiese gustado que la canción sonara de otra manera. Desgraciadamente, ha sonado con la música que ha sonado y es la que tengo que bailar"). Todo temas ya muy trillados y de los que el público ya está saturado.

Más allá de que Rocío Carrasco lució en Montealto un nuevo peinado corto-muy favorecedor, todo hay que decirlo- y que pudimos ver cómo era su habitación de pequeña -con los típicos posters de Nirvana y Hombres G y la colección entera de 'Érase el Hombre' propios de la época-, la verdad es que el programa supo a poco. Ni siquiera Jorge Javier Vázquez, que sabe hacer lucir programas así, pudo esta vez insuflar brío, suspense e interés.

Montealto, a pesar de la publicidad que le había dedicado Telecinco, no convenció. Se quedó con un 12,2% del share del martes noche, unos 1.928.000 espectadores. Muy lejos de lo que, seguramente, los directivos de la cadena esperaban.