Televisión Española no tiene suerte con las series. Y eso que no están mal. O, al menos, las ideas son buenas y las interpretaciones están bien conseguidas. Pero no hay manera de que enganchen al público y ya llevamos demasiados ejemplos concatenados: Sin Límites fue un fracaso, Fuego Cruzado fue otro y la más reciente Fuerza de paz ha sido la tercera gran derrota en audiencias.

Las explicaciones son varias. Primero, una pésima programación. Televisión Española hacia tiempo que no apostaba por ficciones propias y, cuando se anunciaba un proyecto estrella, a las pocas semanas desaparecía de la parrilla. No se volvía a hablar del tema en meses, incluso años. Y luego, claro está, está la mala promoción. Es más que normal que no le suene ninguna de las series que hemos nombrado hasta ahora: a ninguna se le dedicó más de unos escasos días de publicidad. Y la mayoría de veces, fue con un escueto twit o en horarios intempestivos.

El fracaso de 'Sin Límites'

Pasó con Sin Límites, una superproducción (20 millones) que RTVE coprodujo con Amazon Prime Video y que se centraba en en el viaje de Magallanes y Elcano. Los protagonistas estaban muy bien (Álvaro Monte y Rodrigo Santoro) y la puesta en escena era destacable. Pero Televisión Española decidió comenzar la promoción solo seis días antes del estreno y ni siquiera se dignó a organizar una rueda de prensa.

Es cierto que la serie, en realidad, ya había sido estrenada --a bombo y platillo-- meses antes, en junio, cuando llegó a la plataforma de Amazon. Entonces se organizó una première extraordinaria, en los cines Callao de Madrid y con la presencia de numerosas autoridades, entre ellas Felipe VI. Por cierto, era la primera vez que el rey posaba en un photocall junto con actores de una serie, algo que es muy habitual en otras monarquías (los británicos no se pierden un estreno), pero que aquí no se da.

Muchos podrán pensar que, con semejante estreno, ya estaba la promoción hecha, pero se equivocan: hoy en día hay una distancia abismal entre lo que pasa en las plataformas y lo que ocurre en las cadenas tradicionales y prácticamente nadie se enteró de que Sin Límites estaba en parrilla en La 1. El resultado: un lamentable 5,8% de share (apenas 569.000 espectadores), una cifra muy alejada del estelar 14,7% que cosechó Joaquín, el Novato, uno de los fenómenos de la temporada.

El nuevo tropiezo de 'Fuego cruzado'

Televisión Española podría haber aprendido y enmendado errores, pero no. Con Fuego cruzado pasó lo mismo. El 30 de noviembre sacaba tres capítulos seguidos de esta serie coproducida entre RTVE y la mismísima BBC. El thriller, protagonizado por una brillante Keeley Hawes y con secundarios de lujo (entre ellos, el español Hugo Silva), contaba una historia de pura adrenalina y, para más inri, estaba situada en un hotel de Canarias.

Pero ni con este añadido se consiguió que el producto funcionara. De nuevo, la audiencia le dio la espalda: tan solo el 5,8% de audiencia (unos 860.000 espectadores). Y eso que se emitió justo después el partido de Polonia y Argentina del Mundial de Qatar (que cosechó un más que notable 24% de audiencia).

'Fuerza de paz': el tercer fracaso

De nuevo, Televisión Española no aprendió del error y con Fuerza de paz volvió, una tercera vez, a tropezar con la misma piedra. Ni hubo promoción adecuada y, encima, volvió a formato maratón, de tres programas seguidos. Es cierto que se volvía a emitir tras una semifinal de Qatar, con lo que las cifras de audiencia, al principio, fue altísima (de unos 2,7 millones de espectadores), pero la caída fue pronunciadísima según avanzaba el reloj y, cuando llegó el tercer episodio, ya casi no había nadie viéndola.

Y eso que la serie está realmente bien. Rodada entre Madrid y Murcia, está ambientada en una base de Guinea Ecuatorial. Un grupo de soldados, capitaneados por la sargento Paula Elgueta (Silvia Alonso), consigue liberar de la esclavitud a mujeres y niñas que estaban secuestradas por piratas. El éxito de la misión queda empañado cuando la sargento recibe una misteriosa llamada de teléfono de su prometido, el también militar Hugo, desde la base de Bonaki. Hugo le dice que le tiene que explicar algo muy importante pero, justo cuando se lo va a contar, la línea se cuelga. Al día siguiente, Hugo aparece muerto.

Oficialmente, se ha suicidado, pero Paula no se cree la explicación que le dan y comienza extraoficialmente su propia investigación, algo que la llevará a enfrentarse con muchos jefes. Algunos, temerosos de que descubra la verdad, la intentarán tildar de loca, pero ella insistirá hasta el final.

La serie, creada por Aurora Guerra (El secreto de Puente Viejo, Acacias 38) y producida por Alea Media (Patria), es uno de esos proyectos que funcionan a la perfección con un mínimo de publicidad, pero desgraciadamente nadie pareció pensarlo.