En un rincón del País Vasco, entre colinas verdes y la suave brisa del mar Cantábrico, se encuentra Gautéguiz de Arteaga, un pequeño pueblo que ha capturado la atención de la ciencia y el corazón de sus habitantes. Según un estudio reciente publicado en la revista Ecological Economics, este idílico pueblo ha sido coronado como el "Pueblo más feliz de España", y la razón detrás de esta alegría desbordante radica en un vecino peculiar: el Urdaibai Bird Center.

El estudio, titulado "The importance of species diversity for human well-being in Europe", reveló que la proximidad a la naturaleza y la presencia de aves son catalizadores clave para el bienestar humano. Gautéguiz de Arteaga, con su rica diversidad de especies avícolas y su impresionante entorno natural, ha emergido como un paraíso para aquellos que buscan la felicidad en la contemplación de la vida silvestre.

"El pueblo más feliz de España"

Ubicado en el corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, el Urdaibai Bird Center es un faro de conocimiento y conservación. Operado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi, este centro no solo ofrece a los visitantes la oportunidad de maravillarse con más de 250 especies de aves, sino que también despliega proyectos de investigación destinados a comprender y proteger los hábitats de estas criaturas aladas.

Para los residentes de Gautéguiz de Arteaga, la presencia del Urdaibai Bird Center no es solo un atractivo turístico, sino una parte integral de su identidad y calidad de vida. La posibilidad de disfrutar de la naturaleza en su forma más pura, sin perturbar el delicado equilibrio del ecosistema, se ha convertido en un regalo cotidiano para aquellos que llaman a este pueblo su hogar.

Historia de Gautéguiz de Arteaga

Sin embargo, la felicidad de Gautéguiz de Arteaga va más allá de las plumas y los cantos de las aves. Su rica historia y su encanto arquitectónico también contribuyen a su aura de alegría. El imponente Castillo de Arteaga, que una vez estuvo en ruinas, fue restaurado por Eugenia de Montijo como un tributo al legado de su hijo y ahora sirve como un lujoso hotel que atrae a visitantes de todo el mundo.

Además, la iglesia parroquial de Santa María, con su arquitectura medieval y su aura de serenidad, proporciona un refugio espiritual para los lugareños, mientras que la ermita de San Lorenzo ofrece vistas espectaculares de la pintoresca ría de Urdaibai.

Caminar por las calles empedradas del barrio Ozollo, con sus antiguos caseríos y su aire de tranquilidad rural, es como dar un paso atrás en el tiempo hacia una época más simple y serena.

Gautéguiz de Arteaga personifica la idea de que la felicidad puede encontrarse en los lugares más inesperados. Con su mezcla única de naturaleza exuberante, patrimonio histórico y comunidad acogedora, este pueblo del País Vasco se erige como un faro de alegría en un mundo lleno de incertidumbre. Ya sea observando las aves en el Urdaibai Bird Center o paseando por las pintorescas calles adoquinadas, una cosa es segura: en Gautéguiz de Arteaga, la felicidad está en el aire. Y gracias a la ciencia, ahora sabemos que no es solo una ilusión, sino una realidad palpable que florece en este rincón idílico del mundo.