Vaya por delante que la película de 2025 es Las guerreras K-pop, filme de animación sobre una agrupación femenina de música pop coreana que, secretamente, son cazadoras de demonios. Si cantan, las puertas del infierno estarán cerradas. Podrían ser alumnas aventajadas de Buffy, la cazavampiros. Pero más sabe el diablo por viejo que por diablo, así que les saldrá competencia: unos chicos guapísimos que cantan como los ángeles (y les comen la oreja y la tostada). Muy probablemente hayan escuchado en la radio el himno de ellas: Golden. Su estudio, Sony, no tenía todas consigo, así que se la vendió a Netflix. El resto es historia, y los Reyes Magos están como locos buscando las muñecas para todos los niños, alrededor del planeta, que las han pedido en sus cartas.
Y tras este preámbulo, que sirve como justificante para la omisión en esta lista de Las guerreras de K-pop (y de Zootrópolis 2), vayamos, sin más dilación, al turrón.
The Brutalist
Técnicamente, The Brutalist es una película de 2024. Pero su estreno en nuestro país el 24 de enero de 2025, semanas antes de los premios Oscar, permite su inclusión en esta lista. Adrien Brody ganó su segunda estatuilla a mejor actor protagonista por uno de los papeles de su vida; el otro fue El pianista. Aquí interpreta a un arquitecto húngaro y judío, superviviente del holocausto nazi, que emigra a Estados Unidos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. 215 minutos –con un intermedio en salas de cine– de epopeya sobre el sueño y la pesadilla americanos. Son dos películas en una. Felicity Jones, como esposa, y Guy Pearce, como jefe, están a la altura de las circunstancias, incluso las más cuestionables moral y argumentalmente. Hay que ver The Brutalist con ganas y sin sueño.
Ojo, porque su dupla tras las cámaras, Mona Fastvold y Brady Corbet, volverán a España el 13 de marzo con El testamento de Ann Lee; a su actriz protagonista, Amanda Seyfried, se le está poniendo cara de Oscar.
Aún estoy aquí
Otra película de Oscar que se estrenó en su país, Brasil, en 2024, pero a España llegó el 21 de febrero de 2025. A la semana ganó la estatuilla a mejor película internacional. Nominada también estaba su actriz protagonista, Fernanda Torres, como una madre de familia que, a principios de los años setenta, debe fingir normalidad ante sus hijos tras el secuestro de su marido, un ex político al que persigue la dictadura. Al igual que The Brutalist, Aún estoy aquí es una película larga (138 minutos), cuya acción transcurre durante décadas. Aquí, la titular se pone el mundo por montera para hacer memoria y justicia. Tensa y emocionante. Descomunal.
Maria
Es una lástima que Angelina Jolie, estrella de Hollywood donde las haya, no se llevara más premios por su interpretación de la soprano Maria Callas. Quizás por eso. Maria, cierre de la trilogía del chileno Pablo Larraín (Jackie, Spencer), es una película por y para el lucimiento de su actriz protagonista. Larraín vuelve a escoger un momento muy concreto de la vida y obra de su titular; en esta ocasión, sus últimos días de vida, sin voz, acompañada por un matrimonio que trabaja como personal del hogar. Sin embargo, a diferencia de Jackie Kennedy y Diana de Gales, Larraín sí incluye flashbacks (a la niñez de Maria Callas) y alucinaciones, que permiten vistosas escenas musicales.
Un fantasma en la batalla
Agustín Díaz Yanes, autor de Nadie hablará de nosotras cuando estemos muertas (1995), firma la mejor película española de 2025. Se llama Un fantasma en la batalla y llegó a Netflix a mediados de octubre tras un breve pero necesario paso por las salas de cine. Lo cierto es que Un fantasma en la batalla es una película para ver y escuchar en pantalla grande. El tiempo y la casualidad han querido que se estrene justo un año después de la ganadora del Goya a mejor película La infiltrada, con la que comparte titular y punto de partida; no así nudo, ni desenlace. Sin desmerecer a aquella, Un fantasma en la batalla es más y mejor. Si el final de Cría cuervos pasó a la posteridad gracias al Porque te vas de Jeanette, el de Un fantasma en la batalla lo hará por Parole parole de Mina.
Romería
A la tercera fue la vencida. Romería es la tercera y mejor película de Carla Simón, autora de Verano 1993 y Alcarràs. Simón, que ganó en 2022 el Oso de Oro por su segundo filme, cierra así su personalísima trilogía sobre la familia y el recuerdo. Porque todos los personajes de Romería, quieran o no, deben hacer memoria sobre lo ocurrido décadas atrás con dos miembros de su familia. La culpable de este viaje al pasado, metafórico y literal, es una joven que, recién alcanza la mayoría de edad, viaja a Galicia por motivos académicos y personales. Veteranos de la escena gallega y nacional como Tristán Ulloa, Miryam Gallego, José Angel Egido y Sara Casasnovas dan lo mejor de sí como miembros de una familia que miró y mira hacia otro lado durante la pandemia del VIH/sida. Los más jóvenes, Llúcia Garcia y Mitch, cumplen su cometido.
Maspalomas
Lo último de los Moriarti –o sea, Jon Garaño, Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga– es, junto a Un fantasma en la batalla y Romería, lo mejor del cine español este 2025. Maspalomas es una propuesta kamikaze, tanto por la forma (sus primeros minutos de desnudos integrales y sexo gay), como por el fondo.
José Ramón Soroiz, firme candidato al Goya a mejor actor protagonista (lo sabremos el 13 de enero con las nominaciones y el 28 de febrero con la ceremonia de entrega), interpreta aquí un viejo gay al que su hija (Nagore Aranburu en un papel más tierno pero igual de duro que Los domingos) ingresa en una residencia para mayores tras sufrir un percance de salud. Al protagonista, que había estado viviendo su vida en Canarias, le toca volver a País Vasco y al armario.
Maspalomas es una película que habrá sonrojado a más de alguno, y sorprendentemente habrá hecho reír. Si les ha gustado el anuncio de Campofrío estas navidades, les encantará Maspalomas.
Una quinta portuguesa y Muy lejos (Molt lluny)
Aligerando que es gerundio. A priori, Una quinta portuguesa y Muy lejos (o Molt lluny, como dice orgullosamente Mario Casas) no tienen nada que ver. Y lo cierto es que no se parecen entre sí. Así y todo, ambas películas tienen como protagonistas a dos hombres que, por h o por b, dejan su vida atrás –familia, trabajo, amistades– para empezar desde cero en el extranjero.
En Una quinta portuguesa (dirige y escribe Avelina Prat, a la que entrevistamos), Manolo Solo interpreta a un profesor de geografía que, tras varios reveses (una desaparición, una muerte), acaba en Portugal trabajando como jardinero. Lo que parece ser a todas luces un thriller, con usurpación de identidad inclusive, se convierte poco a poco en un drama adulto y reconfortante.
A Países Bajos, a Utrecht, se va el titular de Muy lejos, al que interpreta hondamente Mario Casas. Digamos que, a su manera, el joven protagonista se deshace de su anterior identidad –el fútbol, las mujeres– para poco a poco encontrarse a sí mismo.
After the Hunt (Caza de brujas)
Para la traducción española que hicieron, mejor haber mantenido el título original: After the Hunt. O sea, Tras la Caza. Pero no: aquí se llamó Caza de brujas, lo que desvirtúa por completo la premisa de la última película de Luca Guadagnino. Tras Rivales, la gran olvidada de los últimos premios Oscar, y Queer, imposible adaptación de la novela inacabada de William S. Burroughs; el cineasta italiano se propone provocar a diestro y siniestro con una historia, ambientada en la élite universitaria, sobre una alumna (Ayo Edebiri, de The Bear) que acusa de violación a un docente (Andrew Garfield, de... Spider-man).
La protagonista es una profesora de filosofía que se debate, no entre si creer o no a la víctima, sino en si hacer algo al respecto o no. Ya sólo por la conversación que pueda generar, After the Hunt (Caza de brujas) es una fantástica película. Podrá resultarles aburrida, pretenciosa, irritante... Pero no es, como dicen por ahí, un artefacto misógino. El gran enigma es si la Academia de Cine estadounidense nominará a Julia Roberts por un papel que ha levantado ampollas. Parafraseando a la gran Wendy Williams... She's an icon, she's a legend, she is the moment!
Núremberg y Puñales por la espalda: de entre los muertos
Ya no se hacen, en Hollywood, películas como Núremberg, ni Puñales por la espalda: de entre los muertos. La primera, y es una pena, no está siendo el taquillazo para adultos que en otra época, los ochenta o noventa, hubiera sido. Russell Crowe, como sucesor de Hitler tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, encabeza un reparto eminente y comprensiblemente masculino que quita el hipo: Rami Malek (Bohemian Rhapsody), Michael Shannon, Leo Woodall (el cani británico de The White Lotus 2), John Slaterry (Mad Men), Richard E. Grant, Colin Hanks... Hombres de Estado.
Núremberg es una formidable película de juicios, con una apabullante secuencia documental, a la que le sobra alguna escena (lo sentimos por ellas) y le falta dinero. La tercera y última entrega de Puñales por la espalda es una partida divertida y larga al Cluedo, como Gosford Park (2001) y El juego de la sospecha (1985). Entre los muertos es, además, la que mayor poso dramático tiene. Esta vez no importa tanto el quién es el asesino, sino por qué y cómo mató a la víctima.
All Shall Be Well (Todo saldrá bien)
De Hong Kong llega All Shall Be Well (Todo saldrá bien), que también tiene como protagonistas a las personas mayores del colectivo LGBTIQ+. Digamos que All Shall Be Well (Todo saldrá bien) entabla una bonita pero incómoda conversación con Maspalomas. Abordan ambas la desprotección de las personas no heterosexuales durante la tercera edad. Aquí, el drama se produce cuando una mujer sufre la pérdida de su 'esposa' tras décadas de convivencia y, lo más doloroso, el progresivo alejamiento de su familia política, que sí las había 'aceptado' (el verbo es ya de por sí problemático). La tía Angie (Patra Au Ga-Man) que acoge y aconseja a los sobrinos de su mujer Pat (Maggie Lee) deja de ser 'tía' cuando hay que repartirse la herencia.
En Hong Kong, por contextualizar, no es legal el matrimonio igualitario, pero las parejas entre personas del mismo sexo sí tienen determinados derechos. He aquí la madre del cordero, pues las protagonistas, por una cosa o por otra, no hicieron el papeleo que debían haber hecho. Su director y guionista es Ray Yeung, al que podrán encontrar en Filmin, donde está disponible su anterior filme, Suk Suk, sobre dos señores homosexuales.
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