Los teatros bajan el telón sin que haya terminado la función. O tan siquiera empezado. Los aplausos se convierten en gritos de reivindicación y protesta, y La última noche del mundo de María Guerrero ya no será al menos en la del 21 de octubre. Tampoco la FRATERNITÉ, Conte fantastique o ese mundo donde desaparecen aquellos que más amamos de Caroline Guiela. Y tampoco el resto de los estrenos que ha puesto en vilo un nuevo capítulo de la huelga de técnicos de los teatros públicos: «Lamentamos bajar el telón y privar al público de ver algunas de las representaciones que ofrecemos en los centros del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) pero, dado que la administración no parece estar dispuesta a escucharnos, es la única solución que nos dejan. Amamos nuestra profesión. Nos gusta hacer teatro y no queremos suspender funciones, sino representarlas y que el público las vea. Queremos que nos escuchen y seguir formando parte del INAEM, pero si no luchamos ahora no podremos hacerlo en un futuro muy cercano», explican desde el organismo en un comunicado al que ha tenido acceso El Independiente.

Afectados por una convocatoria de plazas públicas que les podría dejar sin sus puestos de trabajo, la plataforma, organismo dependiente del Ministerio de Cultura, ha convocado junto al sindicato Solidaridad Obrera, nuevas huelgas para los próximos 21 y 28 de octubre, y 12 y 19 de noviembre que responden «al cambio repentino en el requisito de titulación de acceso, que deja fuera a la mayoría del personal temporal del organismo», señalan.  

Si no luchamos ahora no podremos hacerlo en un futuro muy cercano"

Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música

Los orígenes del conflicto se remontan a marzo de 2019, cuando la Administración y los sindicatos UGT, CSIF y CC.OO. aprobaron el IV Convenio Único que establecía una nueva clasificación profesional equiparable a las titulaciones europeas y un incremento retributivo para «paliar la brecha salarial entre el personal laboral y el funcionario». Sin embargo, el pasado 31 de julio se dio a conocer una oferta pública de 57 plazas de personal técnico de teatro con requisitos de titulación superiores a los establecidos que, en la práctica, dejarían fuera a muchos de los trabajadores del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música con larga experiencia en el organismo y formación en escuelas no homologadas con los cursos de Formación Profesional: «En el INAEM somos conscientes del problema que ha generado en el organismo el encuadramiento del IV Convenio. Las titulaciones requeridas en la convocatoria no son específicas de la profesión dado que no existe en el sistema educativo una familia profesional de Artes Escénicas, y aunque existiera, no es fácil el acceso a los ciclos formativos. Faltan plazas. Nadie de la profesión entiende los requisitos de esta convocatoria y la cerrazón de Función Pública de no querer cambiarlos».

Nadie de la profesión entiende los requisitos de esta convocatoria y la cerrazón de la Función Pública de no cambiarlos"

Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música

Según los sindicatos, la reforma para el acceso a las oposiciones además de «ignorar los acuerdos y condiciones establecidos en el IV» afecta a aquellas personas con más años de experiencia porque «nunca han necesitado esas titulaciones para desempeñar su labor y ahora no las tienen. Técnicos que trabajan en temporalidad y quieren optar a una plaza fija no pueden hacerlo porque a pesar de la experiencia y los estudios superiores, no cuentan con las titulaciones de FP que requieren los ministerios de Cultura y Función Pública».

Además, desde Comisiones Obreras explican que la solución a esta negociación «depende exclusivamente» del Ministerio de Hacienda y Función Pública, ya que desde este sindicato se ha llegado a un consenso con el departamento dirigido por Miquel Iceta: «No hay motivos para seguir demorando una plena integración del INAEM en el IV Convenio Único del personal laboral, una propuesta que eliminaría agravios comparativos, desigualdades y brecha salarial de género, entre otros».

La plataforma de técnicos del INAEM convoca paros y protesta ante el Teatro Real. INAEM/Chema Barroso

La huelga de tramoyistas provocó el pasado jueves la suspensión del estreno del Ballet Nacional en el Teatro Real y se espera que para el 21 de octubre, afecte al estreno de La última noche del mundo en el Teatro María Guerrero, escrita por Laurent Gaudé y dirigida por Fabrice Murgia, así como a cinco espectáculos el próximo 28 de octubre entre los que se encuentra Caravaggio, Vermeer y Velázquez en el Teatro de la Comedia, y el de Fraternité, conte fantastique en el Teatro Valle-Inclán.

Mientras, el 12 de noviembre las funciones y conciertos afectados son también cinco con La comedia sin título del Teatro María Guerrero como estreno señalado. Por su parte, el 19 de noviembre será la fecha con más estrenos en riesgo: Numancia, en el Teatro de la Comedia, Imitation of life en el Teatro Valle-Inclán y La tabernera del puerto en el Teatro de la Zarzuela.