La del 16 de junio fue su primera cita. James Joyce (Dublín, 1882 – Zúrich, 1941) esperaba a su querida Nora en la esquina de Meerion Squire con la certeza de que aquel, iba a ser el primero de muchos encuentros. "Tu me hiciste hombre", le dijo él a la que más tarde sería su única esposa y madre de sus dos hijos. Por aquel entonces Joyce tenía 21 años y ella 19, pero su relación fue tan fuerte que duró hasta el final, como el deseo sexual que plasmaron en cartas de explícitos episodios de voyeurismo y sadomasoquismo donde él era el puerco y ella la puerca a la que montar. "Mi amor por ti me per­mite rogar al espí­ritu de la belleza eterna y a la ter­nura que se refleja en tus ojos o derri­barte debajo de mí, sobre tus sua­ves senos, y tomarte por atrás, como un cerdo que monta una puerca, glo­ri­fi­cado en la sin­cera peste que asciende de tu tra­sero, glo­ri­fi­cado en la des­cu­bierta ver­güenza de tu ves­tido vuelto hacia arriba y en tus bra­gas blan­cas de mucha­cha y en la con­fu­sión de tus meji­llas son­ro­sa­das y tu cabe­llo revuelto", escribía.

Nora era la mayor de siete hermanos, alta, de cabello pelirrojo, elegante y pasiva. Decía que sí y perdonaba todo por lo que fue musa y laboratorio de las fantasías literarias de su marido. Hasta la infidelidad. Sin embargo, la historia nunca fue justa con ella. Son muchos los estudiosos de la obra del irlandés, que la tacharon de una mujer analfabeta que "no supo valorar a James Joyce como autor, sino juzgarlo desde una perspectiva moral".

Aquel dieciséis fue para ella su 'antes y después', y el número y mes que el escritor quería quiso que todos sus lectores recordaran en su diario. Y fue tal la motivación romántica, que aquella fecha fue la que escogió Joyce para narrar las desventuras de Leopold Bloom, el personaje con el que lo trivial se transmute en lo heroico; «su» Ulises. Y de Molly Bloom, su esposa. Desde entonces y anualmente en esa fecha, se celebra en Irlanda el Bloomsday, una fiesta en honor al protagonista de la que es considerada la mejor novela en inglés y una de las más influyentes, discutidas y renombradas del siglo XX.

Ulises narra lo acontecido a dos personajes, Stephen Dedalus y Leopold Bloom, el día 16 de junio de 1904, en Dublín, desde las ocho de la mañana, hora a la que se levantan y desayunan, y durante las siguientes diecinueve horas.

Obsceno y anti-irlandés

La obra que comenzó, indirectamente, escribiendo Nora, y la más emblemática de Joyce, fue escrita durante siete años y perseguida casi el mismo tiempo en virtud de una legislación que dejaba al arbitrio de asociaciones de fanáticos religiosos, decidir qué era o no una obra obscena y "escéptica hacia la religión y la tradiciones". "Es desagradable. La novela huele a mujeres gonorreicas y a hombres de lupanar", dijeron. 

Así, no fue hasta 1922, y después de que la revista estadounidense The little Review publicara parte de la obra por entregas y la retirara sin preaviso después de la publicación del episodio Nausica, cuando la conocida editora norteamericana Sylvia Beach, sin dinero ni experiencia, pero con admiración infinita por James Joyce publicara su obra en París. Ulises se publicaría en Estados Unidos en 1934, dos años antes que en Inglaterra.

A pesar de la censura y de la controversia suscitada, Ulises se convirtió, con el transcurso de los años, en obra canónica de la literatura inglesa y universal por su experimentación narrativa, que va desde la épica griega, el drama shakesperiano, y hasta la prosa medieval. En castellano, se tradujo por primera vez en 1945 en Argentina. Más tarde, en los años 70, Lumen publicó la primera traducción realizada en España, aunque el libro se había publicado por primera vez en los 60 usando la traducción argentina.

El primer 'Bloomsday' en Madrid

Una ruta gemela a la dublinesa recorrerá por primera vez el centro de Madrid para celebrar el Bloomsday. Organizado por Turismo de Irlanda y la asociación Soy de la Cuesta, y leyendo diferentes pasajes de la novela junto a personajes inspirados en sus protagonistas, el evento pretende "celebrar el Ulises como milagro experimental literario" y "servir de nexo entre dos capitales europeas claves en la historia de la literatura universal: Dublín, nombrada Ciudad de la Literatura por la Unesco en 2010, y Madrid, con su mítico Barrio de las Letras y la casi centenaria Feria de Libros en permanente en la Cuesta de Moyano", señalan desde la oficina de Turismo irlandesa.

A través de la representación popular en calles, pubs, bibliotecas o comercios que recuerden las paradas de la ruta dublinesa en los lugares más ligados a las letras de la capital española, la celebración madrileña contará con la presencia de los actores Mateo Franco y Raquel Vicente caracterizados como James Joyce y Molly Bloom, así como el escritor Eduardo Lago, Ian Gibson o el traductor Diego Garrido.

Su recorrido partirá de la Cuesta de Moyano donde, al igual que sucede en Dublín, se recitarán diferentes pasajes de la novela acorde a los lugares que son escenario de sus dieciséis capítulos. La ruta continuará hacia el Museo del Prado, el Monumento a Velázquez y la Biblioteca Nacional de España, donde se recreará la mítica parada frente a la National Library de Dublín del episodio 9. En el Pub James Joyce, a las 13:30h, se degustará vino de Borgoña y sándwiches de queso gorgonzola, tal y como sucede en capítulo 8, Lestrigones, cuando Leopold Bloom entra en el pub Davy Byrnes de Dublín; y después, el recorrido se reanudará en el Convento de las Trinitarias y su lápida en memoria de la tumba de Miguel de Cervantes, que tendrá conexión con el capítulo seis de la obra, la Farmacia Cervantes León o el Gran Hotel Inglés, equivalente al Hotel Ormond del libro.

Por la tarde los actores visitarán diversas librerías del Barrio de las Letras que exhibirán frases del Ulises en sus escaparates, así como ediciones españolas de ésta y otras obras de Joyce, junto a otros títulos de literatura irlandesa. El punto y final a la celebración tendrá lugar a las 19h, con un homenaje organizado por la Bloomsday Society en el Salón de actos del Ateneo de Madrid.