Lo de San Patricio nos ha llegado por las series, el cine y la invasión cultural de un país, Estados Unidos, que conquistó civilmente el pueblo irlandés ya en sus cimientos. La Quinta Avenida de NYC se teñirá de verde, el color oficial del día.

Hoy, en los pubs irlandeses de madera abundarán las pintas gigantes y habrá, cómo no, happy hour. Mientras tanto, sonarán sus grandes hitos patrióticos en la música popular del planeta. Porque, amigos, si hay un lugar del mundo que ha exportado más minutos de éxitos por habitante, ese es Irlanda. Vamos a recorrer los más importantes, aunque nos dejamos a muchísimos.

Comencemos por la Reina Rebelde. Sinéad O’Connor. Ahora de nuevo se habla de ella gracias a la aparición en plataformas de un enorme documental llamado Sinéad O'Connor: Nothing Compares (2022).

Es una de las voces más icónicas y controvertidas en la historia de la música, y por ende, del pop irlandés. Consiguió atrapar la atención del público durante décadas, y eso no lo hace cualquiera. Hay un antes y un después del momento en el que rompió la foto del Papa Juan Pablo II en el programa televisivo más mordaz del mundo: Saturday Night Live. Así lo contó, hace ahora 30 años, un encorbatado y escandalizado Carrascal.

José María tenía la costumbre de cambiar los apellidos de los grandes artistas musicales como “Bruce Spring-Sting”, y aquí con “Sinéad O’Connors” hizo lo mismo. Y al final de su informativo soltó eso de “lo que algunos hacen para llamar la atención” como si se tratase de Sabrina con sus “Boys boys boys” al aire. No lo necesitaba la irlandesa. Antes de hacerse famosa como cantante de pop y rock alternativo, O'Connor estudió música clásica en el prestigioso conservatorio de música DIT Conservatory of Music and Drama en Dublín, Irlanda. Esta formación clásica influyó en su estilo vocal y en su enfoque de la música. Recordemos que en 1992 ya había dado el campanazo en todo el mundo con su versión del temazo de Prince que la lanzó al estrellato.

Dejamos claro, pues, que la motivación de la cantante no era dar la nota. Otra cosa es que aprovechara el directo televisivo para lanzar sus consignas para que todos luchemos contra el verdadero enemigo, según ella. Sus creencias han sido tan importantes para ella que llegó a ser ordenada sacerdotisa. En 1999, una rama disidente de la Iglesia Católica Romana, la Iglesia Latina Tridentina, lo hizo. Aunque esta ordenación no fue reconocida oficialmente por la Iglesia Católica, O'Connor se ha referido a sí misma como "Madre Bernadette María" en varias ocasiones. Ahora quizá comprendemos mejor su momento iconoclasta (literal).

Esas profundas convicciones morales son comunes a casi todos los artistas que salieron del país que hoy celebra su patrón. Sin ir más lejos, son decenas de causas las que ha abanderado Bono y su banda, U2.

Todo comenzó para el gran público español con este “With or Without you” de 1987, pero llevaban ya estos chicos unos años peleándose con una industria complicada que se basaba en las percepciones personales de “cazatalentos”. Y menos mal que tuvieron tiempo de rodaje desde aquel 1976 en el que el baterista Larry Mullen Jr. puso un anuncio en la pizarra de su escuela buscando músicos. Adam Clayton, el bajista, no tenía ninguna experiencia tocando el bajo cuando se apuntó. Pasadas las décadas, ahí va una bonita recopilación de sus mejores momentos que alguien que sabe escuchar, ha realizado en la red:

Sí, antes de ser conocidos mundialmente tuvieron sus éxitos, álbumes y conciertos. Durante la grabación del álbum "October" en 1981, Bono perdió una maleta que contenía las letras de las canciones en un concierto en Portland, Oregon. La banda tuvo que improvisar nuevas letras en un estudio. La maleta fue encontrada y devuelta a Bono en 2004 por un fan. Lo que son las cosas.

Han pasado muchos años juntos. De hecho, U2 ha sido reconocido por el Libro Guinness de los Récords como la banda de música que más tiempo ha permanecido junta sin cambios en su formación. Han estado juntos desde 1976 sin ningún miembro que haya abandonado o sido reemplazado. Algo nada común en este negocio.

Y volviendo al activismo, Bono ha trabajado más de lo conocido en numerosas causas humanitarias y políticas. Ha sido nominado en tres ocasiones al Premio Nobel de la Paz por su labor en la lucha contra la pobreza y la promoción de la justicia social. Lo merece ganar.

Si algo destila la música irlandesa es rotundidad, arraigo y olor a costumbres, hasta para ser modernos.

Es el caso de otra reina de esas tierras que no hace mucho nos dejó. Su muerte terminó de encumbrarla como todo un icono de los verdes prados musicales irlandeses. Dolores O’Riordan, a los 12 años, ya era capaz de tocar el órgano en la iglesia local de Ballybricken. Dolores no tenía la intención de convertirse en la vocalista de una banda de rock. De hecho, fue su hermano mayor quien la llevó a la audición para The Cranberries (anteriormente conocidos como The Cranberry Saw Us) en 1990. Dolores se presentó con una canción que había escrito llamada "Linger", que más tarde se convirtió en uno de los éxitos más emblemáticos de la banda.

Cuando se convierte alguien en estrella, normalmente su habilidad para escribir letras profundas y conmovedoras queda opacada. Es frecuente encontrar en sus canciones el amor, la pérdida, la guerra y la violencia. Le añadía su enfoque honesto y vulnerable, y esa vocecilla enérgica y a la vez frágil. En los directos ganaban The Cranberries potencia, y su punto álgido siempre era el grandísimo Zombie.

Nadie puede dudar de su amor por la tradición de su tierra. Colaboró con varios músicos irlandeses, como la banda D.A.R.K., en la que trabajó junto a Andy Rourke, ex bajista de The Smiths, y Ole Koretsky. Además, participó en el álbum "Mna na hEireann" (Mujeres de Irlanda) en 1997, donde interpretó una versión de la canción tradicional irlandesa "Óró, Sé do Bheatha 'Bhaile" en gaélico. Un himno que ningún irlandés olvida y que seguramente se entonará en todo el mundo hoy.