A Michael McDowell (1950-1999) lo admiró Stephen King, lo contrató Tim Burton y lo adoró el publicó estadounidense. Obsesionado con convertirse en un autor popular dejando atrás el título de gran escritor, se centró en la literatura de terror y en los folletines cómo manera de llegar a un público más extenso y enganchar mes tras mes a sus lectores.

Su obra más conocida, Blackwater, llega ahora, más de 40 años después de su publicación en Estados Unidos, a España de la mano de Blackie Books. Lo hace cumpliendo, casi, sus exigencias. El estadounidense obligó a publicar las seis entregas de esta obra una por mes y la editorial española lo hará cada quince días.

Pero, ¿cómo llegó Michael McDowell a ser considerado el maestro del género de terror por Stephen King? Este estadounidense nació en Alabama a principios de junio de 1950 y aunque la literatura no formaba parte de la espina dorsal de su familia debió sentir una atracción feroz porque decidió doctorarse en Literatura inglesa y lo hizo en la Universidad de Harvard.

Su tesis llevó por título 'Comportamientos estadounidenses hacia la muerte entre 1825 y 1865' y al acabar vio un filón. Fue en ese momento cuando tomó la decisión de ser escritor en vez de profesor y de hacer del terror el protagonista de sus historias. Pero su primer intento fue un desastre. Terminó una novela que no quiso ninguna editorial y casi lo deja hasta que tras ver La maldición y El exorcista encontró el material que necesitaba.

"Las librerías estadounidenses se vieron sacudidas por esta publicación, 'Blackwater', en 1983"

BLACKIE BOOKS

En 1979 publicó El amuleto, The Amulet, donde el terror era el protagonista y donde la trama tenía mucho que ver con las posesiones. Trata de una familia que muere en un incendio en su casa y de una niña que tras el accidente acude a las ruinas y recoge un amuleto. Este objeto se lo da a su madre que es la primera en cambiar su comportamiento y que acaba asesinando a su marido.

A partir de este libro comienza a poder vivir de la literatura y tiene tiempo suficiente para explotar su imaginación al límite y crear la saga Blackwater, que se publicó en 1983 en Estados Unidos y que ahora llega a España. Lo hizo en forma de folletín y cada entrega, en total son seis, aparecía una vez al mes. "Las librerías estadounidenses se vieron sacudidas por esta publicación", aseguran desde Blackie Books sobre el éxito que tuvo esta novela por entregas y cómo influyó inmediatamente en Stephen King que las consideró “fascinantes, aterradoras y absolutamente geniales”.

Todas las entregas de 'Blackwater', de Michael McDowell

"Se trata de una saga matriarcal con tintes de terror ambientada en la Alabama de la primera mitad de siglo", explican sobre esta serie que provocó una fuerte amistad con el maestro del terror. Esta se vio reflejada tan sólo dos años después con la película Los mejores cuentos de Stephen King, que se estrenó en 1985, en la que McDowell trabajó como guionista.

Fue su primer trabajo en el cine y el que le abrió la puerta al gran Tim Burton. Tras leer sus novelas y ver la película este le llamó para que fuese uno de los guionistas de Beetlejuice, que se estrenó en 1988, y le volvió a requerir para que adaptase Pesadilla antes de navidad. Además, en 1996 se estrenó Thinner, basada en la novela de Stephen y Tabitha King, donde también trabajó.  "Una vez me preguntaron qué pensaba que hacía cuando escribía terror. Cuál era su propósito. Le respondí que cuando escribo terror trato de tomar lo improbable, lo inimaginable y lo imposible y hacerlo parecer posible e inevitable", aseguró sobre sus novelas y guiones.

​Aquellas películas le convirtieron en un guionista de renombre sobre todo cuándo se centró en trabajos cada vez más personalizados y exclusivos. Pero la vida le dio un revés en 1994, le diagnosticaron VIH, y decidió frenar un poco y dar clases de guion en la Universidad de Boston y la Universidad de Tufts casi a tiempo completo. Aunque no se olvidó de escribir, se puso manos a la obra con una novela que aunque ya llevaba muy avanzada no consiguió terminar. Murió el 27 de diciembre de 1999 por complicaciones de la enfermedad y fue su gran amiga Tabitha King la que cogió el manuscrito y lo terminó para poder publicarlo en el año 2006 bajo el título de Candles Burning.

"Tiene una habilidad tremenda para llegar al lado oscuro de la naturaleza humana y delinear las profundidades psicológicas de personajes excéntricos y extraños. Fue un escritor maravilloso"

WASHINGTON POST

Tras su fallecimiento, salió a la luz que había sido un ferviente coleccionista de objetos relacionados con la muerte. Su pareja en aquel momento, y que había estado a su lado durante 30 años, el historiador y director del teatro Laurence Senelick, recopiló en 76 cajas fotografías, placas de ataúdes infantiles, pelo humano o alfileres mortuorios que durante un tiempo se expusieron en la Universidad Northwestern en Chicago. Además de una prolífica correspondencia y algunos manuscritos que fueron donados a la Universidad Estatal Bowling Green en Ohio.

Se fue convertido en un autor de culto, algo que él no buscaba ya que siempre había querido ser un escritor popular. De él, de sus libros, se escribieron artículos que mostraban la calidad e importancia de su obra. Una de ellas, la del crítico del Washington Post que aseguró que "sus fortalezas eran muchas". "Su prosa rica, alusiva e intrincada pero tan pulida que nunca distrae la atención de la historia. Tiene una habilidad tremenda para llegar al lado oscuro de la naturaleza humana y delinear las profundidades psicológicas de personajes excéntricos y extraños. En muchos sentidos, fue un novelista del siglo XIX con una sensibilidad del siglo XX. Fue un escritor maravilloso", escribió. Algo que corroboró Stephen King asegurando que fue "el mejor" de todos ellos.

En Europa fue casi un desconocido hasta 2022, cuando su serie Blackwater llegó a Francia y a Italia vendiendo más de dos millones de ejemplares. Ahora, este 7 de febrero llega a España en catalán y castellano como un "auténtico monstruo de la literatura, dotado de una creatividad sin límites, escribió miles de páginas, con una capacidad al nivel de un Balzac o un Dumas". "Será nuestro mayor lanzamiento de la historia", dicen desde la editorial.