Protagonizó la primera y última revuelta exitosa de esclavos siendo ya un ciudadano libre. Luchó para que los negros que estaban en Saint-Domingue, lo que hoy conocemos como Haití, fuesen ciudadanos de primera y lo consiguió. La historia de Toussaint Louverture, el hombre que pasó de esclavo a gobernador de esta colonia francesa, el que luchó contra Napoleón, el que murió en la cárcel; es un símbolo de la represión, de la lucha contra la dominación imperial y del éxito. Ahora, el historiador Sudhir Hazarresing publica El Espartaco Negro (Ático de los libros) tras años de investigación y tras encontrar todas su luces y sombras. En más de 600 páginas lo cuenta todo para poder entender cómo se convirtió en uno de los personajes más importantes del siglo XVIII y también para evitar la santificación de alguien que aunque cambió el mundo no siempre acertó.

Así que empieza por el principio, por como Louverture era hijo de africanos que fueron obligados a acudir a aquella isla para trabajar como esclavos. Cómo él se pasó muchos años solo con los animales, ocupándose de ellos, y cómo le educaron bajo la moral cristiana los jesuitas pero con la ilustración francesa como biblia. Pero, añade, que "es importante también su herencia africana y los valores positivos que atribuía a los esclavos, grandes conocedores de la agricultura y grandes guerreros". "El padre de Toussaint era una figura de autoridad dentro de la comunidad esclava y eso explica la confianza que él tenía en sí mismo", explica.

Portada de 'El Espartaco Negro', de Sudhir Hazareesingh.

Una confianza que le hizo ascender rápidamente a cochero del dueño de la plantación, Bayon, y consiguir su libertad en 1776, con 33 años, tras actuar como mediador después de fomentar unos disturbios por parte de los negros por las malas condiciones a las que se veían sometidos y conseguir que estos volvieran a trabajar. "Una vez liberado no abandonó la plantación, ya que el resto de su familia seguía siendo esclava y no quería alejarse ellos. Gracias a su influencia, Bayon mejoró las condiciones de los esclavos que trabajan allí", continúa y añade Toussaint se casó con otra mujer libre, Suzanne.

Y que cuando llegó la Revolución francesa y la carta de los derechos de los ciudadanos en la colonia, que en aquel momento suministraba el 40% del azúcar y el 60% del café que se consumían en Europa gracias al trabajo de medio millón de esclavos, estos empezaron a reclamar los suyos. En agosto de 1792 apareció la primera insurrección, con Toussaint como cabeza pensante aunque usando seudónimos para que estas maniobras no le afectasen a futuro. "Miles de rebeldes atacaron plantaciones del norte de Saint-Domingue, provocando incendios que afectaron a gran parte de la producción. Defendían la cuestión abolicionista pero los colonos franceses se negaron a ceder posiciones, llegando a enviar 6.000 soldados desde Francia", explica y cuenta que fue entonces cuando, en 1973, los rebeldes negociaron con los españoles de Santo Domingo, que ya habían apoyado su levantamiento, y que se posicionaron abiertamente contra Francia tras la muerte de Luis XVI.

Aunque aquel apoyo no tardó en ser rechazado por Toussaint que tras la alianza de España con Gran Bretaña, que quería conquistar las colonias y mantener el sistema esclavista, "abrazó la causa republicana francesa". "Toussaint se unió al bando republicano francés en un momento especialmente crítico. Su prioridad era la de recuperar su tierra de los invasores y transformó a sus hombres en una fuerza de combate eficaz", explica y narra cómo consiguió expulsar a los españoles en 1795 y a los británicos y sus aliados monárquicos franceses al poco tiempo y haciendo libre a su pueblo.

"Uníos, hermanos, y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud"

Así se presentó como líder de los negros: "Hermanos y amigos. Soy Toussaint Louverture; quizás el conocimiento de mi nombre haya llegado hasta vosotros. He iniciado la venganza de mi raza. Quiero que la libertad y la igualdad reinen. Trabajo para que existan. Uníos, hermanos, y luchad conmigo por la misma causa. Arrancad de raíz conmigo el árbol de la esclavitud. Vuestro muy humilde y muy obediente servidor, Toussaint Louverture, General de los ejércitos del rey, para el bien público".

Y siguió luchando. "Las tácticas de guerra de Toussaint se basaban en aprovechar al máximo las condiciones del terreno a su favor y en despistar al enemigo por medio de trampas, intimidación psicológica y engaños como falsos altos al fuego o retiradas. Además un elemento clave para su éxito fue el espíritu fraternal y cohesionado de sus tropas. Él priorizó la integración racial y la unidad de acción y no dudó en sermonear a sus tropas sobre el valor de permanecer unidos", explica Hazareesingh y añade que "para la comunidad negra, Toussaint se convirtió en la promesa de un futuro mejor para sus hijos, de la conquista de derechos y estabilidad".

Su poder creció muchísimo tras aquellas batallas, tanto que empezó a tener problemas con los que habían sido sus aliados. El representante de la república francesa en Saint-Domingue intentó controlar su poder que ya no se limitaba al terreno militar sino a la gestión del poder local y terminó expulsado del territorio en una estrategia peligrosa ya que el Espartaco Negro no quería que este lugar dejase de ser una colonia francesa. Pero, a finales de 1798 la tensión entre él y Francia era cada vez mayor y él comenzó a buscar alianzas comerciales externas para poder sobrevivir independientemente.

Las encontró primero en Estados Unidos y luego en Inglaterra, aunque con la segunda potencia todo estalló por los aires cuando estos apoyaron a su opositor interno, Rigaud, y acabó con la conocida como Guerra de los Cuchillos en la que Toussaint venció ampliamente y se hizo con el control de la totalidad de Saint-Domingue. Ese mismo año, la London Gazette publicó: "Toussaint es el rey de los negros, un orgullosos representante de la raza negra a la que el mundo cristiano, para su infamia, ha acostumbrado a degradar". Y su nombre empezó a correr como la pólvora con apodos como "padre de los negros, hijo negro de la Revolución francesa, George Washinton negro, héroe africano o Aníbal de Saint-Domingue".

Algo que con la llegada de Napoleón al poder supuso uno de los grandes problemas del francés. Bonaparte quería recuperar el poder central en las colonias y quitarse de encima a los gobiernos locales y sabía que con Saint-Domingue la situación iba a ser complicada. Cuando Vicent, su emisario, llegó y se instaló tuvieron algunos roces aunque al final consiguieron sacar adelante una constitución que aunque habían aceptado desde París fue poco a poco dando más poder a Toussaint a medida que mejoraba la calidad de vida de su pueblo.

Pero se encontró con un problema, tras años de libertad, muchas plantaciones no tenían mano de obra para trabajarlas porque nadie quería volver allí siendo ya un ciudadano de pleno derecho por lo que, en contra de todo pronóstico, decretó una orden de sumisión y obediencia. "A pesar de percibir un salario, el trato recibido a muchos trabajadores se asemejaba al de los tiempos de esclavitud y muchos respondieron huyendo en masa. Para resolver el problema, decidió comprar esclavos de otras colonias para liberarlos y forzarles a trabajar bajo las condiciones instauradas", narra Hazareesingh ahora contando las sombras.

"Las fuerzas francesas avanzaron con relativa facilidad, saquearon los lugares que conquistaban y masacraron a la población incluso cuando se habían rendido"

Pero aquello dio dinero a los negros que comenzaron a hacerse fuertes que junto a la intención de Toussaint de conquistar el Santo Domingo español y de hacerse con toda la isla provocaron el recelo de Bonaparte. El futuro emperador francés envió en enero de 1802 barcos de guerra a las costas de Saint-Domingue con más de 25.000 soldados al mando de su cuñado, el general Leclerc . "Eran más de dos docenas y dejaban claro que no venían a intimidar o a negociar sino a librar una guerra de exterminio. (...) Las fuerzas francesas avanzaron con relativa facilidad, saquearon los lugares que conquistaban y masacraron a la población incluso cuando se habían rendido. Toussaint evacuó a gran parte, tendió trampas al enemigo e incendió las provisiones antes de que fueran saqueadas", asegura el autor.

Viendo que tenía todas las de perder pese a la potencia que había enviado, Napoleón intentó negociar con Toussaint aunque su intención era la de "acabar con su gobierno e implantar un plan de imperialismo cultural para la isla". "Pretendía clausurar escuelas, llevar a cabo deportaciones masivas a Francia y la eliminación total de la existencia de una clase negra terrateniente".

Pero el Espartaco Negro luchó con fuerza llevando a sus hombres al límite físico y moral pero consiguiendo obtener más victorias que los franceses. El problema para él llegó cuando tras una trampa fue detenido y llevado a una prisión francesa. No duró mucho. Murió allí, en el Castillo de Joux, en las montañas del Jura, la parte más fría del país, el 7 de abril de 1803. Lo hizo tras contraer una enfermedad y no recibir asistencia médica. Su cuerpo se enterró aunque se desconoce el lugar exacto pero sus ideas y su fuerza prevalecieron de tal manera que aquellos antiguos esclavos negros vencieron a los franceses a finales de 1803 y el 1 de enero de 1804 se hicieron independientes bajo su nombre aborigen, Haití.