Han pasado 75 años desde que Dresde quedó devastada por un bombardeo durante una fría noche de febrero. Pero no solo la conocida como 'Florencia del Elba' fue arrasada por las bombas. La Segunda Guerra Mundial contó con varios bombardeos que han pasado a las historia. Desde la operación 'MeetingHouse' de Tokio, las más mortífera del conflicto, o la caída de Berlín, hasta el fin de la guerra con las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki.

Hamburgo bajo los escombros

Bajo la operación ‘Gomorra’ la ciudad de Hamburgo, Alemania, quedó devastada en manos de fuerzas aliadas y de Stalin durante el verano de 1943. El número de fábricas que poseían un astillero de submarino hacían de la ciudad de vital importancia. El ataque masivo se realizó con un desalmado sistema anti-radares llamado ‘Window’, para lanzar la mayor cantidad de bombas posibles sobre el objetivo. La técnica consistía en arrojar gran cantidad de tiras de papel metalizado para provocar un falso eco y dejar al radar inutilizable. Alrededor de 46.000 civiles perdieron su vida por bombas explosivas e incendiarias que penetraban y arrasaban absolutamente todo, dejando 275.000 pisos, 2.600 tiendas, 277 escuelas, 24 hospitales y 58 iglesias destruidas. El ataque por tropas aliadas cambió el rumbo del corazón de Hamburgo que quedó calcinada casi por completo aquel 24 y 25 de julio. Foto: Wikimedia Commons.

Devastación "no nuclear" de Tokio

75 años han pasado del bombardeo aéreo de Tokio considerado uno de los más mortíferos de la historia durante la Segunda Guerra Mundial. La operación ‘Meetinghouse’ causó el mayor número de víctimas inmediatas, por encima de los ataques de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. 105.400 fueron los muertos. Durante la madrugada del 9 de marzo de 1945 unos 334 bombarderos norteamericanos B-29 disparaban más de 1665 toneladas de bombas ‘racimo’ sobre la zona este de Tokio. Los norteamericanos bautizaron como ‘tarjetas de visita de Tokio’ a los explosivos que una vez que tocaban suelo firme, derramaban un contenido letal de fósforo blanco y napalm, un pegajoso gel de gasolina. Como bien habían calculado los bombarderos, el fuego arrasó con materiales de construcción japonesa para protegerse de los terremotos. De hecho, sobrevolaban tan bajo que una docena de aliados fueron arrasados por columnas de fuego. El bombardeo dejó 200.000 hogares destruidos y una ciudad de tres millones de habitantes ensuciada de tinte negro.

Dresde arrasado

Hace 75 años la ciudad alemana de Dresde vivió su mayor pesadilla durante la Segunda Guerra Mundial. Aquel 13 de febrero de 1945 un ataque aéreo aliado se cobró la vida de 25.000 personas, en su mayoría civiles. La 'Florencia del Elba' fue un objetivo más donde 796 bombarderos aliados, principalmente británicos, arrasaron la ciudad con bombas explosivas e incendiarias. A lo largo de la guerra, se fueron concentrando miles de soldados heridos y población refugiada. No existía otra alternativa que morir entre bolas de fuego, abrasado, o en un sotáno de asfixia. Foto: Deutsche Fotothek.

Operación 'Blitz' en Londres

La pesadilla londinense comenzó el 7 de septiembre de 1940 con la denominada ‘operación Blitz’ del ejército nazi, con la que el cielo se llenó de bombarderos alemanes. Su objetivo era desmoralizar a la población y hundir la capacidad militar del país mediante una escolta de 617 cazas contra la capital inglesa. Pero fue el 29 de diciembre cuando se produjo el episodio más terrible. En apenas pocas horas cerca de 100.000 explosivos iluminaron la ciudad. Los artefactos incendiarios multiplicaron los daños ocasionando una fuerte bola de fuego en zonas de barrio, colegios, catedrales y hospitales. Se cobró la vida de unos 43.0000 civiles y 139.000 personas quedaron heridas. La célebre Catedral de San Pablo entre llamas se convirtió en símbolo de la resistencia frente al ataque alemán. Foto: Wikimedia Commons.

Bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki

Las únicas bombas nucleares de la historia pusieron fin a la guerra. La humanidad se dio cuenta de la fuerza destructora que tenía entre sus manos con los ataques de Hiroshima, al oeste de Japón, y Nagasaki, sobre la costa oeste de Kyushu, el 6 y 9 de agosto de 1945. Estados Unidos deseaba definir el reparto del mundo a su favor y consolidar su hegemonía mundial. Para ello, usaron la bomba ‘Little Boy’ que acabó con la vida de alrededor 166.000 personas en la ciudad de Hiroshima, con cierta relevancia industrial y militar. El 9 de agosto, la mitad de ciudad de Nagasaki quedó enterrada bajo la bomba ‘Fat Man’. Se estima que 35.000 de 240.000 habitantes murieron. Muchos de ellos, murieron por graves lesiones y enfermedades provocadas por los efectos radiológicos de la bomba nuclear. Anteriormente, el primer bombardeo sobre Tokio había dejado más de la mitad de la ciudad bajo los escombros. El destino de los japoneses dio un giro inesperado bajo la sombra del presidente Truman que calificó los ataques como necesarios para tratar a una bestia de tal calaña y conseguir su rendición final. Foto: Wikimedia Commons. 

La última batalla de Europa

Berlín encabezó la última batalla de guerra en Europa con la subsiguiente caída de Berlín en la primavera de 1945. Los últimos esfuerzos de las fuerzas del Tercer Reich lucharon contra el Ejército Rojo. Y por su parte, Stalin simbolizó el último golpe al régimen nazi, tras las graves pérdidas sufridas por los soviéticos durante la sangrienta Segunda Guerra Mundial. Los bombarderos soviéticos asediaron la ciudad y posteriormente el Ejército Rojo invadió Berlín. La capital alemana quedó un 33% destruida entre cascotes y 458.080 alemanes perdieron su vida. Un gran número de civiles fueron asesinados, torturados y ejecutados por los soviéticos, ebrios de venganza contra los alemanes. Por su parte, el bando soviético cifró 81.116 muertes y 280.000 personas fueron heridas. Las zonas aeroportuarias y alrededores trataron de preservarse para su reutilización tras la Segunda Guerra Mundial. La batalla de Berlin marcó el fin del sufrimiento de la guerra en el continente europeo. Foto: Wikimedia Commons.