Cuando el mundo se paró durante el gran confinamiento que vivimos en primavera de 2020, hace ahora dos años, a cada uno nos dio por  una cosa distinta. A Reyes Calderón no le dio por hacer pan, sino por matar. Lo hizo en el que cree es el momento más adecuado desde la perspectiva criminal y lo relata en El juego de los crímenes perfectos (Planeta). Como tantos autores, Calderón aprovechó el parón para escribir, “ha habido mucha producción en la pandemia, y a cada uno le sale por un lado”, afirma.

Su novela arranca en el Palacio de hielo de Madrid, donde la pista se convirtió en una gran morgue. Allí un cuerpo registrado con el nombre de una mujer resulta ser un hombre muy bien vestido y con un Rolex en la muñeca; alguien ha aprovechado el caos de la mortandad pandémica para deshacerse de un cadáver.

“Durante las pandemias no se pueden hacer autopsias y si alguien quiere aprovechar, esta es la ocasión. Para un escritor es el momento perfecto y no se puede dejar de aprovechar la ocasión”, afirma. Así que mató. “Mi madre insiste en que escriba poesía, pero yo prefiero matar”, nos confiesa. Reyes Calderón es autora de novela negra desde hace más de veinte años, su saga de la jueza Lola MacHor le ha dado sus mayores éxitos criminales.

Reyes Calderón.
Reyes Calderón. Carlos Ruíz B.K.

Una novela ambientada en la pandemia pasa necesariamente por escenarios médicos, para documentar el lenguaje médico de su libro ha tenido que hablar mucho con médicos, aunque no ha necesitado pedir hora; “en mi caso es muy fácil porque tengo en casa tres médicos. Mi marido y dos hijos”.

Además ha pasado tiempo recopilando material en hospitales. “El ecosistema de un hospital es muy especial, la gente que se siente vulnerable ante la enfermedad o tecnología que no entiende es diferente a la que está fuera, así que produce tipologías de personas distintas a las comunes. Tipologías que son muy buenas para un escritor, he pasado muchas horas en los hospitales, simplemente sentada, escuchando, porque es un ecosistema muy curioso”.

Esta novela está dedicada a los sanitarios, ella pudo ver de cerca el compromiso y el sacrificio personal de los médicos y el trabajo extra que tuvieron que asumir. “Porque, como se ve en la novela, vemos como han podido vivir los médicos en la pandemia, sin olvidarse de que no sólo se moría la gente de la pandemia, había partos, conjuntivitis.. y otras dolencias que no se han dejado de asistir”, señala.

La novela es un doble homenaje. Por un lado, a los sanitarios por su labor durante la pandemia y es un agradecimiento a Madrid “que es una ciudad que me ha acogido muy bien, en Madrid no hay extranjeros. Hay varios madriles, el del lujo, el Madrid más monumental y turístico y luego hay otro que hace que esta ciudad sea como un gran pueblo en el que me siento como en casa”, asegura.