Siri Hustvedt mantiene un bonito idilio con España. Es una de las escritoras internacionales con mayor recorrido en nuestro país, donde tocó techo con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2019, que también obtuvo su marido Paul Auster en 2006. Un reconocimiento "por toda una obra sustentada en el feminismo, el arte y la ciencia". En septiembre del año pasado, la escritora fue nombrada doctora honoris causa por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander. Y este martes ha vuelto a Madrid para recoger el reconocimiento a la Trayectoria de los segundos Premios Open Bank de Literatura by Vanity Fair, donde ha compartido palmarés con Alana S. Portero, Mary Beard o Mar García Puig.

"Siento un afecto cálido y cariñoso hacia España. He estado muchas veces y además, como amante de la historia de la literatura aprecio la rica herencia que tenéis, pienso que cualquier novela que se precise le debe muchísimo a Don Quijote", ha explicado en una rueda de prensa en el Hotel Ritz.

Estadounidense de padres noruegos, su labor literaria ha destacado, sobre todo, como novelista pero también es poeta, ensayista y cuenta con una larga trayectoria en investigación en el ámbito de la filosofía y el psicoanálisis. Debutó en novela en 1992 con Los ojos vendados. Le siguió El hechizo de Lily Dahl (1996), aunque sería en 2003 con Todo cuanto amé, su tercer libro, cuando la escritora consiguió el cariño del público y de la crítica. Un éxito que le permitió quitarse ese ingrato sobrenombre de ser 'la mujer de Auster'.

Algo cansada por lo exprés de su visita, Hustvedt ha mantenido en todo momento la elegancia y su amigable sonrisa, aunque su rostro se torcía en preocupación cuando hablaba de la situación política de su país, con el regreso de Trump más cerca que nunca. "Soy consciente de los movimientos autoritarios alrededor del mundo. En Estados Unidos es algo terrible ver que exista la amenaza de perder la república constitucional".

Preguntada por si está nerviosa por lo que pueda pasar tras las presidenciales, ha respondido: "Nerviosa no, estoy aterrorizada. Será necesario volver a hacer una coalición para las elecciones que, aunque no sea de izquierdas, sea un movimiento anti autoritario y espero que lo lidere Biden". No piensa que sea "la literatura lo que nos vaya a salvar del fascismo o del neofascismo". "Lo que pienso es que la poesía la novela algunos ensayos son capaces de describir las experiencias de otros, en modos más inmediatos y vívidas que ningún periódico ni ninguna estadística logrará acercarse".

Escritora con una perspectiva feminista

Hustvedt siempre ha mantenido una perspectiva feminista y critica ante la falta de apoyo a las mujeres en el mundo de la cultura. Y, aprovechando la cercanía de su visita con el 8-M, también se ha pronunciado sobre el estado actual del feminismo.

Siempre me ha parecido gracioso que aún necesitamos un Día Internacional de la Mujer. Sé que es necesario por el momento en el que nos encontramos, creo que las mujeres y los movimientos feministas tienen que ser reconocidos. La idea del progreso es un mito del siglo XIX, si no luchamos por esos derechos, es muy fácil que retrocedan, como está ocurriendo en mi país. Pero, imaginaros, por ejemplo, que hubiese un Día Internacional del Hombre, sería divertido", ha bromeado.

En 2017 publicó un conjunto de ensayos que había escrito de entre los años 2011 y 2015. Bajo el título La mujer que mira a los hombres que miran a las mujeres (Seix Barral), reflexionaba sobre el desprecio de los hombres al arte creado por mujeres. De hecho, coincidiendo con su visita, Seix Barral ha editado en español El mundo deslumbrante, donde una mujer artista prueba a firmar sus trabajos como si fuese un hombre para experimentar la diferencia en la recepción de su trabajo.

Ser abuela y convivir con el cáncer de su marido Paul Auster

Hustvedt es un perfil habitual en redes sociales, donde comparte textos y fotografías hablando sobre los acontecimientos de su vida. Lo último que ha publicado es una foto de su 69 cumpleaños el pasado 20 de febrero, y también ha podido celebrar que acaba de ser abuela gracias a su hija, la cantautora Sophie Auster.

"Una de mis ambiciones siempre ha sido la de convertirme en abuela. Hay dos maneras de pensar en el tiempo, desde una perspectiva lineal occidental, con un principio y un final. Pero también se puede pensar en un círculo, con generaciones que nacen y mueren. En muchas culturas se habla de que la tierra vuelve a la tierra, las cenizas vuelven a las cenizas y para mí mi nieta es la prueba", ha reflexionado la escritora.

En la otra cara de la moneda, hace justo un año, la Hustvedt anunció a través de Instagram que su marido, el novelista Paul Auster tenía cáncer. "A mi esposo le diagnosticaron cáncer en diciembre después de haber estado enfermo durante varios meses antes", escribió entonces.

"A mi marido le diagnosticaron un cáncer en enero del año pasado. Vivir con alguien que padece una enfermedad potencialmente letal es una gran cosa, pero no colorea todo". Cuestionada por el estado actual de Auster, la escritora ha confirmado que "está vivo y estable, ha sido un año de emergencias más relacionadas con el tratamiento que con la enfermedad. Pero he hablado hoy con él y por primera vez está trabajando en algo. No sabemos qué traerá el futuro pero pienso que sin el tratamiento no le tendríamos hoy aquí. El futuro permanece incierto, pero eso no significa que no haya esperanza".

Por su parte, Hustvedt se encuentra, a nivel personal "viviendo mucho más en el momento presente" y a nivel profesional, también ha confirmado que está trabajando en una nueva novela sobre la eugenesia con trasfondo político que involucra a tres personajes en una historia de amor.